martes, 8 de noviembre de 2022

EL CRISTO DE LA BONDAD PROCESIONÓ EN EL PASO DEL CAUTIVO DE SANTA TERESA


La Hermandad del Carmen de San Leandro celebró el pasado sábado la salida procesional del Santísimo Cristo de la Bondad, que no salía a las calles desde 2019. En esta ocasión, fue novedad el paso sobre el que salió por su barrio, que era el del Cautivo de la Parroquia de Santa Teresa, cedido para esta ocasión por su propio párroco. Esta cesión dio lugar a una estampa inédita en la salida del Nazareno que tallara Ángel Rengel.
A las seis de la tarde estaba previsto que comenzara la procesión, aunque se adelantó bastantes minutos. Tanto es así, que cuando faltaban cinco minutos para dicha hora el paso estaba ya a punto de alcanzar la puerta del templo para salir al atrio a las órdenes del capataz de la corporación, Pedro Velázquez.
Sobre el paso, a lo largo del friso y en pequeños centros sobre los respiraderos, se dispuso un llamativo exorno floral compuesto de rosas, claveles, astromelias, hypericum y hojas de roble teñida, todo ello de un intenso color rojo, además de algunos verdes como base.
El Cristo de la Bondad, vestido con túnica morada con un pecherín de malla bordada, salió de la Parroquia de San Leandro y la Agrupación Musical Lágrimas de Dolores, de la localidad gaditana de San Fernando, interpretó el Himno de España. A continuación, el paso se paró y un miembro de la hermandad subió para colocar uno de los lados del patibulum de la cruz, que es necesario retirar para que pueda pasar por la puerta del templo.
Pedro Velázquez volvió a tocar el llamador y pidió que la primera levantá del paso en la calle fuera por Jesús, el joven de 18 años asesinado a las puertas de su casa en Palomares del Río la madrugada del pasado día de Todos los Santos. "Le arrebataron la vida a él y a su familia; que esté ya en el cielo con el Señor de la Bondad", dijo.
Y la primera marcha que la agrupación interpretó para el Cristo fue precisamente "Por su Bondad", composición que se enlazó inmediatamente con "Oh, pecador" mientras el paso giraba a su izquierda en la plaza de San Gabriel. Era ésta otra novedad de la procesión, ya que las obras que el Ayuntamiento viene realizando en la zona impidió tomar las calles Cereza y Avellana, como hacen los dos titulares de la hermandad en sus salidas, debiendo en su lugar buscar la calle Purgatorio.



















La Agrupación Lágrimas de Dolores tocó después "Pureza" en el giro del paso a Purgatorio, y luego "Al compás del alba", con la que el Cristo de la Bondad tomó la calle Manzana, que iba a recorrerla por vez primera en esta salida procesional. Más tarde vendría la segunda en dirección contraria.
En esta calle también sonaron "Orando en Monte-Sión" y "Salud de San Bernardo", dado que la formación musical iba a combinar durante el recorrido marchas clásicas con otras propias de su repertorio.
El Cristo de la Bondad llevaba sus potencias de salida, un broche con su advocación a la altura del cuello, otro con el escudo de la Hermandad del Silencio algo más abajo prendido del cíngulo, y a la altura del vientre el llamativo broche de metal repujado, cincelado y bañado en oro y plata estrenado en los cultos cuaresmales del año pasado (ver).

























Tras la marcha "Salud de San Bernardo" el paso no se detuvo y siguió a tambor para cruzar la avenida de San Juan de Ribera hasta la entrada del Hospital Virgen Macarena, donde se detuvo junto al control de acceso. Poco después, el paso volvió a levantarse y continuó en dirección a la fachada principal del hospital mientras la agrupación musical tocaba las marchas "Oración" y "La esencia de un barrio".
El Cristo de la Bondad se plantó ante la misma puerta del centro hospitalario, momento en que se rezó un Padre Nuestro y un Ave María por los enfermos que en él se encuentran.























El capataz se dirigió a sus costaleros antes de que el paso se marchara del hospital para pedirles que la siguiente levantá fuera por todos los enfermos ingresados, pero también por todo el personal, desde los médicos y los enfermeros hasta los celadores y los limpiadores. Asimismo, mencionó a un costalero que en ese momento no estaba bajo el paso, sino en la escalera del hospital porque acababa de ser padre. "Que el Señor el dé salud a él, a su mujer y a su hija", dijo Pedro Velázquez, que pidió además no olvidarse en la levantá tampoco de los donantes de órganos y de sus familiares.
El Cristo de la Bondad empezó después a alejarse del hospital, aunque aún dio tiempo a que sonaran dos marchas más, como fueron "Tierra Santa" y "Lacrimas". Tras detenerse de nuevo junto al control de acceso, el paso continuó su camino con "La saeta", volviendo otra vez a la calle Manzana en lugar de dirigirse, como en años anteriores, a Fray Isidoro de Sevilla. Luego, tras un relevo de costaleros, sonó "Reina del Amor".


















Era noche cerrada cuando el Cristo de la Bondad terminó de recorrer por segunda vez la calle Manzana, ahora con la marcha "Por tus caídas, mis lágrimas". Luego pasó por ese pequeño tramo de Jorge de Montemayor que confluye con León XIII, a la que el paso giró con otro clásico de las agrupaciones musicales: "Alma de Dios".

















A partir de este punto, el Cristo de la Bondad recorrió algunas calles del otro lado de León XIII para hacer estación en la Parroquia del Mayor Dolor, antes de regresar a San Leandro por Jorge de Montemayor, Purgatorio y la plaza de San Gabriel, entrando en su parroquia a eso de las diez de la noche.

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