jueves, 3 de noviembre de 2022

LA VIRGEN DEL ROSARIO DE SAN VICENTE VISITÓ A LAS COFRADÍAS DE LA FELIGRESÍA


El pasado martes tuvo lugar la salida procesional de Nuestra Señora del Rosario, de la Hermandad de las Siete Palabras, que en su recorrido por la feligresía de San Vicente visitó a las diferentes cofradías de la parroquia, a excepción de la del arrabal de los Humeros.
Todo comenzó a las seis y media de la tarde, cuando la Banda de Cornetas y Tambores Esencia comenzó a interpretar sus sones marcando el camino al cortejo, que abandonó la Parroquia de San Vicente para situarse tras ella.
La primera de las hermandades del barrio a las que se acercó la Virgen del Rosario fue la de la Vera-Cruz, que la recibió en las puertas de su capilla como algo más de dos semanas antes había hecho con la Virgen de las Aguas del Museo en su salida extraordinaria por los doscientos cincuenta años de su hechura (ver).
Después, la cofradía buscó la calle Alfonso XII por Virgen de los Buenos Libros y Santa Vicenta María, saliendo luego a la plaza del Museo por Almirante Ulloa y Monsalves. A pocos metros estaba la visita a la Hermandad del Museo, a la que el paso, comandado por Rufino Madrigal, se fue acercando por el lado del Museo de Bellas Artes mientras la Banda del Maestro Tejera interpretaba "El Cachorro. Saeta sevillana".
Tras una parada casi en la esquina de la fachada principal del museo, el paso se levantó y giró hacia la capilla con "Virgen de las Aguas". Hasta la misma puerta se acercó la Virgen del Rosario, que se detuvo ante la representación de la cofradía decana del Lunes Santo.
















Para marcharse de la Capilla del Museo el paso no se dio la vuelta, sino que caminó hacia atrás a los sones de "Pasa la Virgen Macarena", que la banda empezó a interpretar en una segunda ocasión, aunque la cortó abruptamente cuando la Virgen del Rosario alcanzó la calle Alfonso XII y posteriormente se detuvo.
Seguidamente, el paso avanzó a tambor hasta parar en la confluencia con la calle Bailén, y luego sonó "Coronación" en la chicotá con la que la Virgen del Rosario se acercó a la Capilla de las Mercedes, cuya hermandad también la recibió en la puerta con su estandarte corporativo.














Con la marcha "Al cielo con Ella", la Virgen del Rosario se alejó de la Capilla de las Mercedes para seguir su camino por la calle Goles. En ella se detuvo dos veces el paso antes de girar a la estrechez de Alfaqueque mientras la Banda de Tejera tocaba "Pasan los campanilleros".
En el inicio de esta calle se arrojó sobre la Virgen una petalada, a la que siguió instantes después el lanzamiento de algunos fuegos artificiales.














En Alfaqueque sonaron también dos marchas compuestas por Emilio Cebrián, como son "Nuestro Padre Jesús" y "Macarena". Con esta última, el paso salió de la estrechez y llegó a la calle Cardenal Cisneros, donde el paso se detuvo ante el retablo cerámico de Nuestro Padre Jesús de las Penas.
Quedaba en la calle la última chicotá, que el capataz dedicó a la Hermandad de las Siete Palabras y que iba a llevar a la Virgen del Rosario de nuevo al interior de San Vicente sin pararse antes delante de la puerta. De hecho, los costaleros se dieron la vuelta bajo las trabajaderas y caminaron hacia atrás hasta alcanzar la puerta y comenzar a girar ante ella; todo ello mientras la Banda de Tejera tocaba "Santísimo Cristo de las Siete Palabras".
La marcha de Antonio Pantión se enlazó con el Himno de España al realizar el paso su entrada en la parroquia cuando pasaban nueve minutos de las diez de la noche.












Una vez en el interior del templo, el paso fue colocado a los pies de la nave de la Epístola, ante el altar de la Virgen de los Desamparados. Los hermanos cerraron la salida procesional con el rezo de la Salve y varios de ellos se llevaron de recuerdo algunas de las varas de nardos que adornaban las esquinas del paso.

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