La Hermandad del Museo aprovechó la pandemia para eliminar de sus cultos habituales el besamanos y el besapié a sus imágenes titulares, que no parece que vayan a volver. De hecho, una semana después de sus salidas extraordinarias (ver y ver), la cofradía celebró lo que en condiciones normales habrían sido un besapié y un besamanos de carácter igualmente extraordinario.
Al haber suprimido ya sine die ambas cosas para mantener a los devotos alejados de las imágenes, en su lugar lo que el pasado fin de semana se llevó a cabo fue simplemente una colocación del Cristo de las Expiración y de la Virgen de las Aguas en lugares distintos a los habituales para que fueran contemplados así por quienes asistieran a la capilla.
Empezando por el crucificado, se encontraba en el presbiterio de la capilla, ante un gran cortinaje de damasco morado que cubría el retablo mayor. Un cortinaje que en su parte superior tenía un resplandor en forma de sol y unas piezas de madera dorada. El Cristo llevaba sus nuevas potencias, de plata chapada en oro, realizadas por Joaquín Ossorio con motivo del CDL aniversario de la hermandad.
A los pies de la cruz, el Cristo de la Expiración contaba con un alto monte de flores y hojarasca, y además estaba flanqueado por cuatro jarras doradas sobre sendos estípites con las mismas flores del monte colocadas en forma cónica, y por dos grandes candelabros de guardabrisas con velas blancas.
Por su parte, María Santísima de las Aguas fue ubicada ante el retablo de San Ramón Nonato, sobre una peana cubierta con algunos paños de terciopelo burdeos y entre cuatro blandones dorados con cera blanca y dos jarras de su paso de palio sobre otras columnas de madera dorada con diversas especies florales de color blanco.
La Virgen de las Aguas estaba vestida igual que en la salida extraordinaria, aunque en este caso estaba colocada de pie y no arrodillada. Así, lucía saya burdeos y el manto azul cedido por la Hermandad de la Quinta Angustia. Lamentablemente, se le retiraron sus manos originales entrelazadas de Cristóbal Ramos para ser sustituidas por las que se le hicieron a la imagen hace algo más de cien años para su primera salida bajo palio.








































































