domingo, 15 de febrero de 2015
TRIDUO Y FUNCIÓN SOLEMNE EN HONOR A MARÍA SANTÍSIMA DEL BUEN FIN
El pasado domingo finalizaban los cultos en honor a María Santísima del Buen Fin, de la Hermandad de la Lanzada, con la celebración de la función solemne como colofón al triduo que tuvo lugar en los días anteriores.
Con este motivo, en la Iglesia de San Martín se levantó un altar ante el retablo principal presidido en su parte más alta por la dolorosa de Juan de Astorga, vestida con manto azul liso de camarín, la saya azul bordada en oro por Concepción León en 1852, y la corona de salida.
La Virgen del Buen Fin estaba ante un sencillo dosel de cultos de color rojo y sobre la peana de su paso de palio. A lo largo del altar, había un buen número de candeleros con cera blanca y flores blancas en las cuatro jarras doradas de la delantera del paso de palio y en pequeñas columnas. Dos ángeles mancebos y un manifestador dorado con un ostensorio completaban el montaje del altar, en tanto que a un lado del presbiterio se ubicó una cruz alzada entre ciriales y, delante, los ciriales del paso de palio.
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