La Iglesia de Santa María la Blanca acoge de nuevo entre sus muros a la imagen de Madre de Dios del Pópulo tras su restauración. Atribuida a Pedro Nieto, fue titular de la antigua Hermandad del Lavatorio, que contaba también como titular con el Santo Cristo del Mandato.
Fue una corporación con una historia breve, dado que la primera documentación sobre ella en Santa María la Blanca data de principios del siglo XVII, aunque se sabe que fue fundada unos años antes en San Esteban; posteriormente, en 1674 se fusionaría con la hermandad sacramental y antes, en 1662, realizó la que consta como su última estación de penitencia. Sólo la actividad de la parte sacramental mantuvo activa a la corporación, dado que los cultos en honor al Santísimo Sacramento aún se celebraban ya en el siglo XX.
La Virgen del Pópulo recibe culto junto al Cristo del Mandato y a una talla de San Juan Evangelista en la capilla sacramental del templo (el Cristo del Lavatorio se perdió); sin embargo, para la reposición al culto de la dolorosa, ayer y hoy se encuentra expuesta a la veneración en la capilla situada en la cabecera de la nave del Evangelio, donde puede verse el resultado de la restauración llevada a cabo por Francisco José Carrasco Murillo gracias a la iniciativa del propio párroco de San Nicolás y Santa María la Blanca, Miguel Ángel Núñez Aguilera.
La restauración ha consistido fundamentalmente en afianzar la estructura de la imagen, que es de papelón, dado que a la altura del cuello presentaba algunas roturas. Y, lógicamente, también se ha limpiado toda la policromía, además de haberse reintegrado las lagunas que presentaba en algunas zonas del rostro y de las manos.
La Virgen del Pópulo se presenta a los devotos sobre una sencilla peana y vestida con un manto azul liso y una saya roja de brocado. Sobre la cabeza luce una corona de plata y en las manos tiene un pañuelo y un rosario. En el pecherín lleva un puñal, una cruz y un alfiler con su advocación, mientras que a la altura del vientre, prendidos de un cíngulo, podemos ver un broche de gran tamaño y otro rosario.
Flanquean a la imagen seis candeleros de plata con cera blanca, tres a cada uno, mientras que detrás, en el banco del retablo que preside San Juan de Nepomuceno, hay varias bandejas de plata y dos jarras con diversas especies florales de tonalidades rosas como las que se encuentran a los pies de la Virgen y ante los candeleros. Por último, a la Hermandad de la Virgen de las Nieves, que ha colaborado en esta exposición a la veneración, pertenece el simpecado situado a la derecha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario