La Hermandad de la Quinta Angustia ha llevado a cabo durante el pasado mes de julio y los primeros días de agosto unas obras de conservación de la cúpula de la Capilla del Dulce Nombre de Jesús, en la Parroquia de Santa María Magdalena, justo encima del lugar que habitualmente ocupa el conjunto escultórico que sale a las calles cada Jueves Santo.
Por este motivo, durante el desarrollo de estos trabajos, el Cristo del Descendimiento, la Virgen de la Quinta Angustia y San Juan Evangelista han estado ubicados en una posición más adelantada, a la altura del Cristo Resucitado, y ante una cortina oscura que ocultaba el andamiaje instalado para las obras. El resto de las tallas del misterio (las tres Marías y Nicodemo), se encontraban en la sala capitular anexa a la propia capilla. La imagen de José de Arimatea, como ya se sabe, está actualmente en el taller de la restauradora Esperanza Fernández Cañero (ver).
La ubicación provisional del Cristo, la dolorosa y San Juan, que contaban con cuatro blandones dorados detrás y dos jarrones con flores en los laterales, ha permitido que puedan ser contempladas con mayor cercanía de la que habitualmente ofrecen en su altar de culto diario.
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