martes, 5 de abril de 2022

LA PIEDAD DE LA MORTAJA Y EL CRISTO DESCENDIDO DE LA CRUZ, EN VENERACIÓN


El pasado Domingo de Pasión tuvo lugar en la iglesia del antiguo Convento de la Paz el acto de veneración a María Santísima de la Piedad, de la Hermandad de la Mortaja, que, como es costumbre en su besamanos, estuvo acompañada por el Cristo Descendido de la Cruz.
En el presbiterio alto fueron situadas ambas imágenes sobre una amplia peana de madera dorada y terciopelo rojo. La Virgen de la Piedad vestía su manto de salida y una saya blanca, y lucía una diadema de orfebrería dorada y plateada. Además, en el pecherín tenía un broche con el corazón traspasado por siete puñales.
Sobre la peana estaban los cuatro ángeles de los costeros del paso sujetando la sábana de la mortaja, además de dos guardabrisones en las esquinas y un gran número de flores blancas a un lado y otro de las imágenes y en un gran centro a sus pies.
Detrás, ante el cortinaje de damasco rojo que ocultaba parcialmente el retablo mayor, dejando ver a la Virgen de la Paz en la parte superior, se encontraba el dosel de cultos cobijando la antigua cruz de guía de la hermandad. En los laterales estaban dos de los candelabros de guardabrisas de las esquinas del paso y delante de éstos dos jarras sobre columnas doradas con las mismas flores blancas antes mencionadas.
Por otra parte, más hacia los extremos se ubicaron la bandera asuncionista en el lado izquierdo y el estandarte corporativo en el derecho. Y junto a la balaustrada que separa el presbiterio alto del bajo, estaban los otros dos candelabros de las esquinas del paso y más flores blancas tanto en otras dos jarras como en el friso de la propia balaustrada.
























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