La Hermandad de la Lanzada celebró este Domingo de Pasión el acto de veneración de los fieles al Santísimo Cristo de la Sagrada Lanzada y a María Santísima del Buen Fin, que se situaron en el presbiterio de la Iglesia de San Martín de Tours; el crucificado al fondo y la dolorosa delante de todo el conjunto.
El Cristo que tallara Antonio Illanes estaba ante un sencillo dosel de terciopelo rojo y tenía un monte de corcho en la base de la cruz con algunas calas moradas sueltas y ramas de hojas verdes. Lucía las potencias de salida, obra de Ramón León de 2016, y en los laterales tenía dos ángeles mancebos y dos parejas de blandones dorados con cirios blancos de gas. Por otro lado, ante el dosel se dispusieron seis candeleros y cuatro jarras del paso de palio con calas moradas, flores que también estaban en un centro entre ambas parejas de jarras.
En cuanto a la Virgen del Buen Fin, se elevaba sobre una sencilla peana de madera dorada y vestía el manto de besamanos de Sucesores de Elena Caro de 2017 y la saya negra que el mismo taller hizo en 2012 con piezas de bordado atribuidas a las hermanas Antúnez. Llevaba la corona de salida, varios broches, un alfiler con su advocación y el puñal de oro, oro blanco y rubíes que Ramón León labró también en 2016. En las manos tenía dos rosarios, uno en cada una, y además con la derecha sujetaba un pañuelo, y con la izquierda una rosa de pasión.
Flanqueando a la dolorosa había dos pequeños candelabros plateados con cuatro velas blancas cada uno, además de dos jarras más del palio también con calas moradas y otros cuatro blandones dorados con velas blancas de gas. Finalmente, a sus pies se colocó un centro de calas blancas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario