María Santísima en su Soledad se encuentra hoy, Viernes de Dolores, expuesta en solemne veneración en la capilla sacramental de la Parroquia de San Lorenzo. Lo hace, como es habitual en este día, vestida de hebrea, con el manto azul y la saya roja de terciopelo sin bordar.
La Virgen tiene una diadema de plata en la cabeza y un puñal como única joya en el pecherín. En la cintura lleva puesto un fajín hebraico y entre las dos manos sujeta una corona de espinas, mientras que con la derecha sujeta también un pañuelo.
La imagen se encuentra subida en las sencillas andas de madera en las que posteriormente será conducida hasta su paso procesional y la flanquean dos faroles de plata sobre sendas columnas de madera dorada y dos tallas de ángeles mancebos. Más hacia los extremos hay dos mesas de madera dorada y en cada una de ellas hay otro farol y dos jarritas con lirios blancos salpicados de estátice, flores que también se han colocado a los pies de la dolorosa y en sendos centros entre los dos ángeles y delante de las mesas.
Detrás, preside el retablo de la capilla el simpecado de Nuestra Señora de Rocamador, titular también de la hermandad, y ante él hay una talla de San Miguel, arcángel que daba nombre a la iglesia derruida en 1868 que fue sede de la corporación. Asimismo, vemos un crucifijo, dos ángeles, dos guardabrisas, dos faroles y varias jarras plateadas con las mismas flores antes descritas.
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