La Virgen de las Nieves permanece expuesta este fin de semana en besamanos en el presbiterio de la Iglesia de Santa María La Blanca, un culto del mes de mayo que el año pasado no pudo celebrarse debido a las labores de restauración de la talla llevadas a cabo por Pedro Manzano.
La imagen se encuentra elevada sobre una sencilla peana de madera dorada, vestida con manto blanco y saya de tisú dorado. Luce asimismo corona, ráfaga, cetro y media luna de salida. Además, lleva un fajín militar de color rojo con borlones dorados y un entorchado. La Virgen sujeta un rosario con la mano izquierda y otro con la derecha, éste sujeto también por el Niño que lleva en brazos.
Detrás de la Virgen de las Nieves, ante el cortinaje de damasco rojo que oculta el retablo principal del templo, se ha colocado el dosel de cultos de la Hermandad de la Candelaria. A ambos lados de éste se encuentran dos de los candelabros de las esquinas de su paso con cirios altos sin guardabrisas. Y delante de todo el montaje, en los extremos, están los candelabros de los costeros.
Se completa el altar de este besamanos con varios centros de flores a ambos lados y delante de la Virgen de las Nieves, otras flores a los pies del dosel y el estandarte corporativo en el lado derecho.
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