martes, 25 de octubre de 2016

MISERICORDIAS DOMINI


De nuevo una hermandad de la provincia de Sevilla aprovecha el extraordinario escaparate que en la capital hispalense supone el Círculo Mercantil e Industrial, en su sede de la calle Sierpes. En este caso, se trata de la Hermandad de la Soledad de Alcalá del Río, que, con motivo del Año de la Misericordia y de la advocación de su Cristo titular, llamado precisamente de la Misericordia, muestra su rico patrimonio en una muestra muy bien organizada que permite la contemplación con gran detalle de cada uno de los enseres expuestos.
Repasamos, como es habitual, cada parte de esta exposición, comenzando por el patio central, donde vemos un curioso montaje fotográfico con los dos titulares, el Cristo de la Misericordia y la Virgen de los Dolores en su Soledad, acompañados de seis cofrades de la hermandad representando el papel de las tres Marías, San Juan Evangelista y los Santos Varones, componiendo todos ellos la escena de la Mortaja.
Este montaje fotográfico tiene detrás una cruz plana y dos escaleras, mientras que a sus pies vemos un monte de corcho simulando el suelo del Monte Calvario, una sábana como continuación de la que aparece en la foto y una corona de espinas. El conjunto queda enmarcado por unos antiguos respiraderos.




A ambos lados de este montaje se pueden ver las vestimentas que llevan algunos de los cofrades de la hermandad durante la salida procesional de cada Viernes Santo, dando así vida, entre otros, a la Verónica, la Fe, la profetisa llamada Sibila Cumana y un armao, cuya vestimenta se muestra junto al senatus.




Siguiendo el recorrido propuesto en la exposición seguimos con el hábito de los nazarenos de la hermandad, compuesto de túnica, antifaz y capa negras, con bocamangas, vueltas y lazos morados, cíngulo amarillo y una gola de encaje con un lazo morado en el cuello. En la capa, el escudo de la hermandad.



A continuación, se muestra la cruz de guía, hecha con una madera denominada peltogyne mexicana Martínez, una madera también conocida como "de palo morado" o "madera nazareno" por el color del interior de su tronco. El material para la cruz de guía proviene de Guápiles (Costa Rica) y cuenta con apliques de orfebrería de José Manuel Ramos de Rivas. La obra es del año 1990.
A su lado, se encuentran los faroles de acompañamiento, realizados en plata por Villarreal, y una de las bocinas, bordadas en hilo de oro sobre terciopelo negro por las Hermanas Antúnez, con orfebrería de metal plateado.







Entramos ya en la primera sala, donde encontramos tres libros de reglas. En primer lugar, el actual, con encuadernación del taller de Villarreal, de 1975, y con elementos dorados por Sebastián Rodríguez en 2003. A su lado, las reglas más antiguas que conserva la hermandad, de 1582, aunque se sabe que la corporación es anterior, ya que dichas reglas son resultado de la fusión entre las cofradías de la Soledad y San Bartolomé; y por último las reglas de 1832.



Seguimos con un exvoto pintado al óleo sobre lienzo en 1859. En él se cuenta cómo Rosario Vázquez recibió dos patadas de un burro, momento en que su madre se encomendó a la Virgen de los Dolores de Alcalá del Río, logrando la hija salir indemne del incidente.


A su lado, se expone una mesa con una pintura de San Juan Pablo II sobre ella y diversos enseres de la hermandad, como varios relicarios, entre ellos uno del Papa santo, labrado en plata este mismo año por Antonio Santos Campanario, unos candelabros donados por los marqueses de Pickman y realizados por autor desconocido en plata en el siglo XIX, un muñidor y unas cestas de diputados de tramo.





Una de las paredes de esta sala está ocupada por un nuevo y curioso dosel realizado este año en terciopelo burdeos y estaño por Ana María López Martínez, situado entre dos blandones plateados y con una gran fotografía del Cristo de la Misericordia en su postura como crucificado, ya que la imagen tiene los brazos articulados para ser colocado en esta posición o como Yacente.






La muestra continúa con una mesa en la que se han colocado una custodia de plata del siglo XVIII; un manifestador del mismo material obra de Joaquín de Flores y NO8DO (siglos XVIII-XIX); una demanda de plata de ley de 1786; unos faroles también de Joaquín de Flores, de plata y del siglo XVIII; un conjunto de cáliz, copón y patena de plata de ley del siglo XVIII; y otro también de plata de Manuel de los Ríos (2015).





Continuamos con una sucesión de enseres correspondientes al amplio ajuar de la Virgen de los Dolores, que fue coronada canónicamente el 15 de junio de 1996. Al cumplirse el décimo aniversario de dicho acto y celebrando también el 450 aniversario de la hermandad, Rosario Bernardino confeccionó una saya y manto de camarín, bordados en oro sobre terciopelo negro, color común a todas las sayas expuestas.




A su lado, vemos el cartel de la Coronación Canónica, pintado al óleo sobre lienzo por Juan Roldán en 1996.


A continuación, se muestran tres coronas sobre otras tantas sayas. La primera corona es de plata sobredorada de finales del siglo XVIII y principios del XIX, obra de Palomino. La saya que tiene debajo es la conocida como la de las Misiones, realizada entre finales del siglo XIX y el año 1929.



En el centro se encuentra la corona de la Coronación Canónica, realizada en oro macizo y circonitas por Manuel Seco Velasco en 1989. Bajo ella, la saya de la Coronación, obra de Rosario Bernardino (1996), y en la parte superior, una toca de sobremanto.




La tercera corona es del primer cuarto del siglo XIX, realizada en plata por Corona Gargallo y García, y debajo tiene una saya de Carrasquilla de 1969.



Ahora vemos un cuadro con una foto del momento en que el Cardenal Carlos Amigo impuso la corona de oro sobre las sienes de la Virgen de los Dolores en la Plaza de España de Alcalá del Río el 15 de junio de 1996.


Seguimos con otro conjunto de manto y saya, la conocida como de las Trinitarias, que fueron las religiosas encargadas de su bordado en 1970.




Vemos ahora una toca de sobremanto y un pañuelo, realizados ambos en tul con bordados en oro por autor desconocido a finales del siglo XIX.



A continuación, vemos el dosel del septenario de la Virgen de los Dolores, que fue realizado en 1903 por autor anónimo, pero restaurado y ampliado por Manuel Guzmán Bejarano en 1973. Es de madera tallada y dorada, con varios ángeles de madera policromada. A ambos lados del dosel, que cuenta con una gran fotografía de la dolorosa, hay sendos blandones de madera dorada, del siglo XVIII.








Junto al dosel se puede ver precisamente una antigua foto de la Virgen de los Dolores ante ese mismo dosel y otros elementos también expuestos en el Mercantil, como el manifestador y la custodia.


Sobre esta foto, se encuentra una toca de sobremanto de hilos de oro y lentejuelas, de principios del siglo XX, de Asunción Ruiz (La Calistra), y un pañuelo de la misma bordadora, del siglo XIX.



Finaliza esta primera sala de la exposición con varias vitrinas. En una vemos diferentes enseres como el INRI, de madera policromada del siglo XIX; una corona de espinas de metal, una moña de metal plateado, clavos y martillos de metal y unas vendas, todo ello del siglo XVIII, además de varios paños de la Verónica.




Vemos también varios broches, puñales, medallas, mantillas y blondas de la Virgen de los Dolores, así como la Medalla de la Villa de Alcalá del Río.







Por último, se exponen tres fajines militares de la Virgen de los Dolores. De izquierda a derecha, se encuentran el del general subinspector de la Legión Gilberto Marquina López; el del rey Juan Carlos I, que es además hermano mayor honorario; y el del general del Aire Eduardo González-Gallarza Morales.







El recorrido de la exposición pasa de nuevo por el patio, ahora por la parte trasera del montaje fotográfico que veíamos al principio, donde hay un vídeo que se emite continuamente y que habla de la historia y el patrimonio de la Soledad de Alcalá del Río.
A continuación, entramos en la segunda sala, donde nos recibe en primer lugar el palio de la Virgen de los Dolores con algunos de sus enseres. El palio, de grandes dimensiones, fue bordado por las Hermanas Antúnez en el taller de Miguel del Olmo entre 1898 y 1912; la peana está realizada en plata en varias etapas por García 10 NO8DO, Palomino y Villarreal, siendo en su origen del primer cuarto del siglo XIX; la candelería es de alpaca plateada, de Villarreal (1977); los varales, de metal plateado, son obra de Francisco Bautista 'El Pitolí' (1943) y las jarras son de Manuel Seco, de metal plateado (1941).
En cuanto a la vestimenta de la dolorosa presentes en este punto, hay que señalar que la saya de salida está atribuida a Patrocinio López, en la década de los 70 del siglo XIX; la corona es de Manuel Seco, quien la labró en plata sobredorada en 1952; y el manto procesional es de 1898, bordado por Concepción Peláez y Manuel Beltrán.



















Continuamos con el simpecado de la hermandad, bordado en oro sobre terciopelo negro en el siglo XIX y atribuido a Patrocinio López.



Junto al simpecado se muestra un cuadro con una antigua fotografía de la Virgen de los Dolores, que, según se indica en la parte inferior, fue donada por la Joyería Sloga'n.


Vemos ahora el palio de traslados de la Virgen de los Dolores, bordado en oro y con letras de plata sobre terciopelo negro por autor desconocido en 1753, y donado a la hermandad por Andrés Adame Zambrano. Cuenta con ocho varales del siglo XIX, ánforas de metal plateado y candelabros de plata, todo ello del siglo XVIII. Finalmente, en el lugar de la dolorosa se muestra un manto de 1865 atribuido a las Hermanas Antúnez y la llamada saya de 'La Mataora', bordada en 1920 y atribuida al taller de Olmo. Se llama así por haber sido donada a la hermandad por Encarnación Osuna, viuda del torero Antonio Reverte. Junto al palio, vemos el hábito sin antifaz que visten los nazarenos encargados de portar este pequeño paso.
















Tras un panel explicativo sobre la posible autoría de la dolorosa, que podría corresponder a alguno de los imagineros que trabajaron en Sevilla en la segunda mitad del siglo XVI, como Juan Bautista Vázquez 'El Viejo', Gaspar Becerra, Gaspar del Águila, Jerónimo Hernández o Miguel Adán, vemos el guión de la Coronación Canónica, obra en plata del taller de Villarreal (1996).


Seguimos con el mediatrix, obra conjunta de Rosario Bernardino en el bordado, de Villarreal en la orfebrería y de Fernando del Toro Plaza en la escultura, realizada en 1994.




A su lado, la bandera concepcionista, bordada por Rosario Bernardino en 1996 con orfebrería del taller de Villarreal.


Detrás del palio del Viernes Santo vemos dos fotografías antiguas; una del palio actual y otra del antiguo palio de plata, del que se conservan los escudos que figuraban en el frontal y en la trasera; escudos que se muestran junto a estas fotografías.




Volvemos al paso de palio actual con los respiraderos, labrados en alpaca plateada por el taller de Villarreal en 1974, así como el faldón delantero, bordado por autor desconocido en 1903. Hay que indicar que los respiraderos tienen en la capilla frontal a la Virgen de la Asunción, titular de la parroquia de Alcalá, mientras que a la izquierda está San Gregorio de Osset, cuya capilla es la sede de la hermandad, y a la derecha, la Patrona de la Archidiócesis, la Virgen de los Reyes. La imagen venera del entrecalle es la Virgen del Carmen.











A punto de finalizar el recorrido por la exposición, vemos un estreno de este año en la hermandad, como es la urna del Cristo de la Misericordia para recibir culto en su capilla. Es obra de Orfebrería Andaluza, realizada en metal bañado en plata y donado por un grupo de hermanos a iniciativa de la juventud.
Sobre la urna, en la que se ha colocado una foto del Cristo, se encuentra la talla de un pelícano, símbolo del amor de Cristo, realizado por Antonio Díaz Fernández en 1987. Y a cada lado de la urna hay un blandón de plata del siglo XIX del taller de Villarreal.






En último lugar, cerrando esta interesantísima y muy recomendable exposición de la Hermandad de la Soledad de Alcalá del Río, y que se puede visitar hasta el próximo viernes, se nos muestra el traje de uno de los servidores de librea que portan el palio de respeto durante la procesión tras el paso de la Urna.

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