jueves, 9 de diciembre de 2021

LA PURA Y LIMPIA VISITÓ LAS CAPILLAS DE LAS HERMANDADES DEL ARENAL


En plena resaca por la salida extraordinaria de la Candelaria (ver) y antes de la que al día siguiente protagonizaría la Virgen de los Reyes, entre ambas, en su fecha, tuvo lugar la salida procesional de la Pura y Limpia del Postigo, que recorrió las calles del Arenal para visitar las capillas de las hermandades del Baratillo, la Carretería y las Aguas.
La salida volvió a efectuarse desde la Catedral, en cuya Capilla Real había tenido lugar por la mañana la Función Principal de Instituto, presidida por el arzobispo, José Ángel Saiz Meneses. Sin embargo, no regresó al primer templo de la Archidiócesis, como otros años, sino que la procesión iba a finalizar en su propia capilla del Arco del Postigo, ya que la vigilia de la Inmaculada de este año no ha estado presidida por la Pura y Limpia, sino por la Virgen de los Reyes.
"¿Va a salir ahora una procesión?", preguntaba un turista acompañado de su familia. "Pues nos quedamos", decía antes de que la Puerta de los Palos se abriera y comenzara a salir el cortejo. Estaba encabezado por la cruz de guía entre cuatro faroles. A continuación, iban un tramo de hermanos con cirios, las representaciones de las cofradías antes mencionadas, el propio estandarte corporativo de la hermandad del Postigo y un segundo tramo de hermanos antes de la presidencia y el cuerpo de acólitos.






Enseguida asomó el paso de la Pura y Limpia por la Puerta de los Palos comandado por su capataz, Miguel Ángel Pérez Pascual. Se dirigió a la plaza de la Virgen de los Reyes, donde esperaba la Banda de Música del Maestro Tejera, que interpretó el Himno de España antes de tocar la marcha "Pura y Limpia del Postigo". 
Con ella, el paso comenzó a rodear la fuente para plantarse ante el monumento a San Juan Pablo II. De esta forma, la Pura y Limpia se puso delante del Papa que rezó ante ella durante su visita a Sevilla en 1993. Ahora fueron los cofrades quienes rezaron con las dos imágenes frente a frente.
















Seguidamente, la Pura y Limpia siguió rodeando la fuente mientras la banda tocaba "Cristo en la Alcazaba", a la que siguió "La Estrella Sublime" al continuar por Cardenal Carlos Amigo y girar después a Alemanes.
En dicha calle se produjo un relevo de costaleros y, con los nuevos ya bajo el paso, el capataz indicó que lo habitual en la corporación es no hablar en cada levantá, dado que el paso se levanta únicamente con tres golpes de llamador. Sin embargo, quiso hacer una excepción para, después de los difíciles tiempos vividos, rezar un Ave María junto a los costaleros dedicado a las familias de cada uno de ellos.
Minutos más tarde, el paso avanzaba con celeridad para cruzar la avenida de la Constitución en dirección a la calle García de Vinuesa a los sones de la marcha "Virgen de las Aguas".




























Tras una chicotá a tambor y con el paso andando bastante deprisa, la Pura y Limpia alcanzó la Puerta del Arenal con "Coronación de la Macarena". Cuando el paso se detuvo, desde la azotea de un edificio se arrojó una petalada a todas luces adelantada a lo que se había previsto. Y a continuación, otra chicotá a tambor hasta llegar al inicio de la calle Adriano.
























"La Caridad del Arenal" fue la marcha que la Banda de Tejera interpretó a continuación, por el mismo sitio donde esa misma composición de Jesús Joaquín Espinosa de los Monteros pudo ser escuchada en el traslado de vuelta de la Virgen de la Caridad del Baratillo el pasado 21 de noviembre (ver). Y es que precisamente ésa fue la primera hermandad que visitó en su salida la Pura y Limpia.
La Hermandad del Baratillo la recibió en las puertas de la capilla, aunque el paso llegó a entrar para plantarse en el presbiterio, ante la Virgen de la Piedad y el Cristo de la Misericordia, y junto a la Caridad. Después, el paso giró y salió de nuevo a la calle Adriano, momento en que la banda interpretó "Triana de Esperanza", composición con la que la Pura y Limpia giró a la recientemente bautizada calle Otto Moeckel.















Es sólo una parte de la calle la que recibe el nombre de Otto Moeckel, quien fuera hermano mayor del Baratillo. El resto sigue siendo Gracia Fernández Palacios, y por ella la Pura y Limpia siguió adelante en su camino por el barrio, ahora con la marcha "A la memoria de mi padre", llegando con ella hasta Antonia Díaz.
Más adelante, pasando junto a la plaza de toros de la Maestranza, sonaría la marcha "Corpus Christi", que sirvió para el giro a la calle Velarde. Y poco después fue el turno de "Esperanza Macarena" al tomar la calle Real de la Carretería.


















Con la marcha "Nuestra Señora del Mayor Dolor", el paso de la Pura y Limpia se acercó a la capilla de la Hermandad de la Carretería, en la que también entró para pararse frente al Cristo de la Salud, la Virgen de la Luz y San Juan Evangelista. 
Dentro se rezó el Ave María y se cantó la Salve antes de que el paso saliera, ahora a los sones de "Bendita sea tu pureza". Más tarde, la marcha escogida para adentrarse por la calle Pavía fue "Pura y Limpia".













De Pavía, la Pura y Limpia salió a la calle Dos de Mayo con "Virgen de Montserrat", marcha que se enlazó con "Nuestra Señora de Guadalupe" mientras el paso accedía al atrio de la Capilla del Rosario y entraba en ella, cumpliendo así con la tercera visita del recorrido, ahora a la Hermandad de las Aguas.
La marcha de Pantión se interrumpió cuando el paso se detuvo frente a la Virgen de Guadalupe, situada en el altar mayor con motivo de la celebración de los cultos en su honor, mientras que el Cristo de las Aguas, la Virgen del Mayor Dolor y San Juan estaban en el lado izquierdo de la capilla. 
También se cantó la Salve y luego el paso salió andando hacia atrás con una doble interpretación de "Pasan los campanilleros" por parte de la Banda de Tejera. Con ella pisó de nuevo la calle Dos de Mayo y cuando se paró Jesús Heredia le cantó a la Pura y Limpia.














Una levantá dedicada a los dos guardias civiles que escoltaban a la Pura y Limpia dio paso a una chicotá junto a las Atarazanas a los sones de "A ti, Manué". Así fue acercándose el paso hasta el Arco del Postigo, donde se quedó todo el cortejo a la espera de que la imagen realizara la entrada en su capilla.
"Pura y Limpia del Postigo" fue la última marcha que sonó tras ella mientras los costaleros iban iniciando la maniobra de la entrada en la capilla. Desde el mayor templo de la ciudad y de toda España, la Catedral, de donde había salido, el paso de la Pura y Limpia llegó hasta uno de los más pequeños, que no el más pequeño de Sevilla, donde entró a las ocho y veinticinco de la tarde con el Himno Nacional.






















Entró la Pura y Limpia y por delante los hermanos tenían trabajo, dado que la imagen tenía que ser bajada del paso y éste recogido para el acto de veneración que este año, por primera vez, no se desarrolló sólo en la jornada de la Inmaculada Concepción, sino que empezó la tarde de la víspera.

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