La Hermandad de la Milagrosa celebra estos días el XXV aniversario de la primera salida procesional de María Santísima del Rosario, que tuvo lugar en el Corpus parroquial de 1998, cuando la actual hermandad estaba en proceso de reorganización.
Para celebrar esta efeméride, la dolorosa de Francisco Buiza se presenta a los devotos en el presbiterio bajo de su templo vestida tal y como salió a las calles hace veinticinco años. Así, se la puede ver con la saya del torero Gitanillo de Triana y el manto de flores, pertenecientes ambos a la Virgen de la Estrella de la Real Hermandad de Torrijos, y con una toca de sobremanto de la Virgen de Gracia y Amparo, de la Hermandad de los Javieres.
La que no se ha podido reproducir es la estampa de la Virgen del Rosario con la diadema que hace veinticinco años cedió la Soledad de San Lorenzo, dado que es la que en estos días luce en su altar la propia Soledad. En su lugar, la Virgen del Rosario tiene puesta la diadema de Nuestra Madre y Señora del Mayor Dolor, de la Hermandad de las Aguas.
Entre los broches y medallas que lleva la dolorosa de Ciudad Jardín hay que mencionar el llamado broche del Ave y la insignia de oro del Centro Asturiano, vecino de la parroquia. En cada mano tiene un rosario, mientras que con la derecha sujeta un pañuelo y con la izquierda la rosa de pasión otomana.
La Virgen del Rosario se encuentra elevada sobre una sencilla peana de madera y rodeada por cuatro candeleros de su paso de palio con cirios blancos. Y a sus pies hay varias ofrendas florales; entre ellas, las depositadas por la Hermandad del Sagrado Corazón de Jesús, la Banda de la Cruz Roja y el Club de Fútbol Ciudad Jardín, entre otras instituciones, así como por varias familias de la hermandad.
Se da la circunstancia de que estamos ante el segundo año consecutivo en que la Virgen del Rosario de la Milagrosa es colocada en el presbiterio del templo con motivo de alguna celebración, ya que en 2022 la hermandad hizo lo propio por el centenario del nacimiento de Francisco Buiza (ver).
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