"Las Penas. Ápice y excelso" es el título de la exposición que, con motivo del CL aniversario fundacional de la Hermandad de las Penas de San Vicente, tuvo lugar en el Ayuntamiento de Sevilla entre los días 27 de octubre y 8 de noviembre; una muestra dividida en seis salas a lo largo de la planta baja de la Casa Consistorial.
Ciento cincuenta años de historia y de patrimonio, tanto artístico como humano, es lo que se trataba de mostrar en esta exposición, cuya primera sala recibía el título de "Las Penas, 150 años de hermandad", donde, además de una cronología de la corporación nazarena, se podían ver algunos enseres, empezando por la talla de marfil de la Virgen del Carmen que va en la delantera del paso de palio de María Santísima de los Dolores. Fue diseñada por Juan Carrero Rodríguez y tallada por Rafael Barbero, con orfebrería de plata y oro de Jesús Domínguez. Tiene además una piedra de ágata en la peana.
Su presencia como primer enser expuesto está justificada en el hecho de que la Hermandad de las Penas tiene su origen en el antiguo Convento Casa Grande del Carmen. La imagen titular de dicho convento, hoy Conservatorio de Música de la calle Baños, se encuentra actualmente en la Parroquia de San Lorenzo y a ella fue a ver la Virgen de los Dolores en su salida extraordinaria del pasado mes de octubre (ver).
A su lado estaba la antigua cruz de guía, de madera tallada y policromada por un autor desconocido en 1878; es decir, sólo tres años después de la fundación de la hermandad.
Del mismo año es el paño del primer estandarte de la hermandad, bordado en oro fino sobre terciopelo morado.
Pasamos al otro lado de esta primera sala, donde estaba el cartel conmemorativo del CL aniversario fundacional, obra de Ángel Sarmiento Burgos realizada en madera estucada y terracota en su color.
Seguimos con la actual cruz de guía, de madera tallada y dorada (1966). El diseño es también de Juan Carrero, la talla se debe a Antonio Vega, el dorado a Luis Sánchez, la orfebrería a Jesús Domínguez, y las miniaturas talladas son de Rafael Barbero. Los faroles que la acompañan, de metal plateado, fueron diseñados igualmente por Carrero y labrados por Jesús Domínguez.
Y llegamos al final de esta primera sala con una pequeña vitrina en la que había unos codales de los pasos de la cofradía con pinturas de Manuel J. Blanco Mesa; es una muestra de los que se entregan a hermanos con problemas de salud o que han sufrido la pérdida de un ser querido. También había uno de los pañuelos de la dolorosa que se entregan a hermanos ingresados en el hospital.
La segunda sala recibía por nombre "Cofradía. Lunes de Penitencia" y se centraba en elementos relativos a la cofradía en su estación de penitencia de cada Lunes Santo. En primer lugar veíamos el Senatus, bordado en oro sobre terciopelo por Juan Manuel Rodríguez Ojeda para la Hermandad del Valle en 1898, y adquirido en 1927 por la de Las Penas.
Seguimos con una de las bocinas del cortejo del Señor de las Penas, con diseño de Cayetano González, bordados de las Hermanas Trinitarias y orfebrería de metal repujado de Eduardo Seco Imberg (1948).
A continuación se mostraban los querubines que sostienen la cruz del Señor en la trasera de su paso, realizados en madera de ciprés tallada y policromada por Rafael Barbero Medina en 1958.
Continuamos con el Mediatrix, obra en metal plateado de Joaquín Pérez García y Eduardo Seco Imberg de 1954.
A los pies de María Santísima de los Dolores van en su paso unas jarras de las que se mostraba una. Es de metal plateado y autoría anónima de alrededor del año 1920. Estas jarras llevan siempre claveles rojos en alusión a la sangre de Cristo.
Veíamos después las capillas traseras de los respiraderos del paso de palio de la Virgen de los Dolores, que representan a San Ambrosio y San Gregorio, Padres de la Iglesia. El diseño es de Juan Carrero Rodríguez, los bordados, en oro y giraspe sobre terciopelo, son de Esperanza Elena Caro y los marfiles de Manuel Carmona Martínez (1982).
Continuamos con una crátera del paso de la Virgen, de plata de ley cincelada por Manuel de los Ríos en 1998 según el diseño de Juan Carrero Rodríguez.
También se podía ver el cíngulo de salida de la dolorosa, bordado en oro sobre malla por Salvador Aguilar y Manuel Mendoza en 1998. El diseño era también de Carrero.
Luego nos deteníamos en la corona de salida de la Virgen de los Dolores, de plata de ley sobredorada y algunas piedras preciosas. Tanto el diseño como la ejecución corresponden a Jesús Domínguez Vázquez (1961).
Una curiosidad es la que observábamos a continuación; una copia de la imagen de la dolorosa sacada por puntos en 1964 por Sebastián Santos Rojas en madera policromada. Realizó la copia antes de restaurar la original por su mal estado y ante la posibilidad de que se perdiera.
Continuamos con el librillo de oraciones del quinario al Señor de las Penas, con textos de Fray José López Girón e impreso en 1876 por la imprenta de Castillo y Velasco. Incluye los ejercicios que se practicaban todos los viernes en el Convento Casa Grande del Carmen.
Al lado se mostraba el libro de las reglas originales de la época fundacional de la hermandad abierto por las cartelas que reproducen a los titulares.
Podíamos ver también una pintura en acuarela sobre papel de Antonio Iglesias Rangel (1981) simulando cómo sería el paso del Señor en sus primeras salidas procesionales en el Domingo de Ramos.
Seguimos con el libro de cuentas de la época fundacional, escrito a mano sobre papel.
De 1924 es una vara de metal plateado y autor anónimo de la época de la reorganización de la hermandad, cuando ya se convirtió en una cofradía del recién creado Lunes Santo.
Veíamos ahora las partituras de un poema musical que Joaquín Turina dedicó en 1925 a los nazarenos de la hermandad.
Al lado estaba el escudo que llevaban los nazarenos en sus túnicas en la época de la reorganización, impreso en seda en 1930.
Continuaba la exposición con la carta de agregación de la Hermandad de las Penas a la Basílica de San Juan de Letrán de Roma (1933).
Después veíamos el llamado Libro del Plan de Reforma de la cofradía (1948), donde venían todos los proyectos que se iban a poner en marcha. Los que adquirían un ejemplar se comprometían a realizar donaciones para que esos proyectos se hicieran realidad.
Seguimos con una papeleta de sitio de 1960 correspondiente al que fuera hermano mayor, Julio Aguado Yáñez.
Otro libro interesante es Cruz de Carey, con textos de Cayetano González y José Hernández Díaz, e impreso por la Imprenta Escandón en 1968. Es un libro que se editó de manera excepcional después de que la hermandad adquiriera la cruz de salida del Señor.
Observábamos también la funda del Libro de Reglas, de metal cincelado y plateado sobre terciopelo morado. Fue diseñada por Joaquín Pérez García y realizada por Eduardo Seco Imberg en 1949.
Veíamos luego otro antiguo escudo de la túnica de nazareno, éste de 1950 impreso en tergal. Es el anterior al actual.
Continuamos con tres fotografías del pabellón Charco Redondo, un pabellón que la hermandad construyó en 1968 para acoger a veinte familias necesitadas tras las inundaciones acaecidas en la ciudad el año anterior.
Otras tres fotografías se podían ver después; éstas de las Misiones Generales de 1965, en las que el Señor de las Penas se trasladó a la barriada de Juan XXIII, coincidiendo en el trayecto con el Señor del Gran Poder en la Parroquia de Santa Teresa debido a la lluvia.
También se exponían aquí tres cartelas del moldurón del paso de palio de María Santísima de los Dolores, realizadas en plata de ley por José Zabala Osuna en 1970 representando escenas de la vida de la Virgen.
Nos deteníamos después en unos bocetos en yeso de parte de los bordados de los respiraderos del paso de palio, realizados entre 1960 y 1977 por Rafael Barbero Medina.
A su lado se podía ver la convocatoria de los actos y cultos organizados en 1975 con motivo del primer centenario de la hermandad. Fue diseñada por Juan Carrero Rodríguez adaptando una convocatoria anterior de la Hermandad del Silencio.
El propio Juan Carrero recogió en varios tomos el día a día de la hermandad, exponiéndose aquí el de 1974 relativo a los actos del L aniversario de la reorganización de la corporación.
Seguimos con unas potencias del Señor de las Penas, realizadas en oro de ley repujado con brillantes y rubíes por Jesús Domínguez Vázquez y Joyería Reyes en 1962.
Veinte años después la hermandad recibió la donación de otras potencias de oro repujado, éstas de autor desconocido.
De Cayetano González es el boceto en lápiz y acuarela del techo del palio, diseñado en 1952.
El mismo autor dibujó dos años después algunas ideas para el paso del Señor, utilizando para ello plumilla sobre papel.
Nos encontrábamos después con un puñal de oro de ley y piedras preciosas diseñado por Cayetano González y realizado por un autor desconocido en 1981.
Al lado veíamos la carta de la Orden Carmelita certificando la afiliación de la Hermandad de las Penas a dicha orden (2010).
Se mostraba por otra parte un incensario de plata cincelada y repujada en 2016 por Jesús Domínguez Machuca, siguiendo el diseño de Juan Carrero Rodríguez.
Y terminamos lo expuesto en esta sala con una naveta diseñada también por Carrero, y labrada por Orfebrería Andaluza en plata de ley en 1996.
La tercera sala de la exposición, llamada "Hermandad. El alma de las Penas", no tenía ningún enser expuesto en ella, sino que se trataba de un espacio con una gran pantalla que mostraba un vídeo con una gran cantidad de imágenes de diferentes momentos de la vida de la corporación, centrándose en "el alma" de la hermandad, que son sus miembros, sus hermanos.
Así, pasamos ya a la cuarta sala, denominada "Arte y religiosidad. Un legado para la Semana Santa". En esta parte de la exposición se hacía hincapié en la inspiración que la hermandad ha supuesto para diseñadores, músicos, artesanos e historiadores.
De esta forma, en una vitrina veíamos un ejemplar de la obra de Juan Carrero "Anales de las cofradías sevillanas", editada por la Hermandad de las Penas en 1984; la medalla de oro que la corporación le concedió en 1981 y que es la única con la que hasta ahora ha distinguido a uno de sus miembros; y una foto de 1974 en la que se ve la primera entrega de las medallas de los 50 años, que en aquella ocasión recibieron Antonio Herrero Dobarganes, José Martínez Luna y Antonio Pantión Pérez.
Al lado estaban las partituras de las marchas de Antonio Pantión "Jesús de las Penas" (1943) y "Tus Dolores son mis Penas" (1970).
Enfrente se situaban en otra vitrina una foto del taller de Esperanza Elena Caro tras culminar en 1957 el techo de palio; algunos útiles de costura de la misma bordadora; la medalla de bronce que la ciudad le concedió en 1964; y la medalla de oro al mérito en el trabajo otorgada por el Gobierno en 1971.
Y finalmente se mostraba un boceto de un diseño de paso de Cayetano González para el Señor de las Penas (1940); proyecto que finalmente no sería hecho realidad.
"Armonía sagrada. Penas y Dolores" era el título de la quinta sala en que se dividía la exposición (aunque en realidad era más que una). En ella veíamos en primer lugar la túnica burdeos bordada en oro en 2012 por Salvador Aguilar, quien ejerció además de diseñador, y Manuel Mendoza para el Señor de las Penas.
Y de los mismos autores es un conjunto de saya y manto de camarín de la Virgen de los Dolores, confeccionados en 1997 con bordados en oro sobre terciopelo azul.
Por otro lado, nos encontrábamos con el frontal del paso de palio de María Santísima de los Dolores, con diseño general de Cayetano González Gómez (1953), con bordados en oro sobre terciopelo carmesí de Manuel Elena Caro en las caídas (1955-1959) y de Esperanza Elena Caro en los faldones (1978), diseñados por Juan Carrero.
La orfebrería, de plata de ley, cuenta con crestería de Manuel Villarreal, moldurón de Jesús Domínguez, cartelas de José Zabala Osuna, varales, faroles y jarras de Orfebrería Andaluza, jarras de las esquinas de autoría anónima francesa, e imaginería en marfil de Rafael Barbero (1978).
Y aunque en el recorrido de la exposición formaba parte de la quinta sala o quinto espacio definido, la cruz que porta el Señor de las Penas sobre su paso cada Lunes Santo ocupaba en solitario la Sala Capitular Baja del Consistorio. Se trata de una cruz realizada con placas de carey sobre madera e incrustaciones de plata por Juan Francisco de Pareja entre 1734 y 1765. Perteneció a la Hermandad de Jesús Nazareno de Écija, pero en 1967 fue adquirida por la Hermandad de las Penas, que la restauró y le añadió nuevos casquetes de plata de ley de Jesús Domínguez, además de ampliarla.
Y alcanzábamos finalmente la sexta y última sala, denominada "Un monumento a la Pasión. El paso de Jesús de las Penas", y que no era otra que el Salón del Apeadero. Ahí estaba el paso del Señor con todos sus elementos, a falta evidentemente de la propia imagen del Nazareno caído, de la cruz y de los querubines que la sostienen en la trasera y que ya vimos más atrás.
El diseño general del paso es de Antonio Castillo Lastrucci, y los artistas que intervinieron en su realización fueron Antonio Vega Sánchez en la talla, Carlos Alba Lara en la ebanistería, Luis Sánchez Jiménez en el dorado, Rafael Barbero Medina en la imaginería, Manuel Villarreal y Manuel de los Ríos en la orfebrería y Esperanza Elena Caro en los bordados. El año de su estreno fue 1959.
Muy cuidada y detallada esta exposición que aprovechó muy bien las posibilidades de espacio que ofrece el Ayuntamiento y que sirvió de manera acertada para subrayar la importancia de una hermandad que en siglo y medio se ha hecho un enorme hueco en el conjunto del patrimonio histórico, artístico e incluso humano que atesora la Semana Santa sevillana.






















































































































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