lunes, 4 de octubre de 2021

LA DIVINA ENFERMERA REPARTIÓ ESPERANZA DESPUÉS DE LO VIVIDO


La Hermandad de la Lanzada se desquitó este sábado del año y medio sin procesiones con la salida de Nuestra Señora de la Esperanza Divina Enfermera. No podía ser otra imagen titular la que saliera tras lo vivido de entre todas a las que da culto esta corporación. Después de lo que hemos sufrido con la pandemia, la Divina Enfermera salió para repartir esperanza entre los cofrades y entre los vecinos en general que la vieran pasar por alguna de las calles que conformaron el recorrido de algo más de cuatro horas de duración.
Dos estaciones de penitencia canceladas, la salida de la Divina Enfermera de 2020 y hasta la procesión extraordinaria que se preparó para el 24 de octubre del año pasado con motivo del CDXXV aniversario de la cofradía. Todo eso se ha perdido esta hermandad durante la pandemia, pero todo quedó atrás cuando la Divina Enfermera salió de la Iglesia de San Martín
Además, junto a la cruz de guía iban dos hermanas que recogían donativos en bolsas de damasco verde en las que se leía "Nuestra ayuda para La Palma"; donativos que la hermandad hará llegar a los vecinos de la isla canaria que han perdido su hogar y su medio de vida por la erupción del volcán de Cumbre Vieja. También para ellos salió la Esperanza. Además, se pueden realizar más donativos a través de la aplicación Bizum mediante el código 03452 indicando "La Palma".
Varios tramos de hermanos con cirios blancos formaron el cortejo, separados por el libro de reglas de la antigua cofradía de la Esperanza Divina Enfermera y su guión. Asimismo, participaron representaciones de las hermandades de la Sed, San Bernardo y los Panaderos. Finalmente, iba el propio estandarte corporativo de la Lanzada, además de la presidencia y el cuerpo de acólitos.









Tras salir a la plaza de San Martín, la Divina Enfermera tomó las calles Saavedras, Alberto Lista, Viriato y Viejos, pasando después a Amparo con la marcha "Siempre Macarena" interpretada por la Banda de Música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, que nuevamente volvió a situarse tras el paso. La que no estuvo abriendo el cortejo como en años anteriores fue la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas.
La Esperanza Divina Enfermera vestía su manto verde de tisú, saya blanca bordada en oro y toca de sobremanto, así como un fajín rojo. En cuanto a las flores que adornaban el paso, eran todas de color blanco, principalmente lisiantum, lilium y nardos.


















Desde la estrechez de Amparo, el paso salió a la plaza del Pozo Santo a los sones de "Al cielo con Ella". Con ella llegó hasta la puerta del Convento del Pozo Santo, aunque este año las religiosas no estaban en la calle con algunos de los ancianos de los que se ocupan. En lugar de ello, varias hermanas estaban en un balcón sobre la puerta principal y le cantaron a la Divina Enfermera.
Entretanto, un costalero tuvo que salir del paso acompañado por un auxiliar del capataz, Ismael Vargas, al encontrarse mareado. Fue llevado al bar situado en la propia plaza para poder refrescarse.









"Por las monjitas y por los que nos esperan todos los años; que nos esperen muchos más", dijo el capataz antes de hacer sonar el llamador para que la Divina Enfermera siguiera su camino por la calle Misericordia, momento en que la banda tocó "Siempre la Esperanza". 
Después discurrió por la plaza de Zurbarán y se detuvo ante la fachada de la Iglesia de la Misericordia, aunque este año se encontraba cerrada. Aquí el capataz se dirigió a los costaleros y les dijo: "Cada levantá vuestra tiene que hacer que la gente se olvide de los dos años que hemos pasado; así que a repartir esperanza".








A continuación, el paso se encaminó a la calle José Gestoso, desde la que alcanzó la plaza de la Encarnación, que estaba repleta de gente y por la que la Banda de las Cigarreras interpretó "Esperanza Macarena". Después, en Alcázares la cofradía sufriría un cierto parón mientras que la Virgen de la Cabeza, que también realizaba su salida procesional (ver), despejaba la calle Santa Ángela de la Cruz.















Precisamente, otro momento destacado del recorrido estuvo en el Convento de las Hermanas de la Cruz, ante las que la Divina Enfermera se volvió para después seguir adelante con "Pasa la Virgen Macarena". Para entonces se había producido un cierto retraso, por lo que el paso avanzó con cierta prisa por el resto de la calle, hasta que llegó hasta el Convento del Espíritu Santo con la marcha "Triana, tu Esperanza", que fue cortada por la banda cuando la Esperanza se detuvo ante las hermanas Comendadoras. Después se marcharía con "El Corpus Christi".









La Divina Enfermera discurrió por la plaza de San Juan de la Palma y se paró junto al retablo cerámico de la Amargura. Y precisamente con la marcha "Amarguras" el paso giró hacia Feria y se volvió hacia la puerta ojival, donde estaban las representaciones de las hermandades de la Amargura y la Virgen de Montemayor.
Cuando el paso se detuvo frente a ambas corporaciones un miembro de la cofradía aprovechó para subir con una escalera para asegurar uno de los guardabrisas de un candelabro delantero, que se movía con demasiado con riesgo de caerse por el movimiento del paso.
Después la Divina Enfermera se marchó con "Coronación de la Macarena", seguida esta composición por "Siempre la Esperanza".











Desde Feria, la cofradía tomaría luego Castellar, Alberto Lista y Saavedras, para regresar a la plaza de San Martín y entrar posteriormente en la iglesia del mismo nombre, donde el paso quedó definitivamente arriado a eso de las once y cuarto de la noche, tras haber repartido Esperanza por las calles de esta zona tan cofradiera de la ciudad.

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