domingo, 3 de octubre de 2021

"¡VIVA LA VIRGEN DE LA CABEZA Y VIVA NUESTRA HERMANA MAYOR!"


Como cada primer domingo de octubre, la Hermandad de la Virgen de la Cabeza volvió ayer a salir a las calles en una salida procesional llena de esplendor alrededor de la devoción andujareña, implantada en el corazón de Sevilla en 1931, cuando vecinos de la localidad jiennense residentes en Sevilla así lo hicieron posible.
Fue una salida muy emotiva por ser la primera tras la pandemia, aunque la hermandad ha tenido la suerte de haber dejado de salir a las calles sólo un año. Pero especialmente lo fue por la muerte el pasado mes de julio de su hermana mayor, Adela Gutiérrez Alcalá, a la que se tuvo muy presente en muchos momentos, y cuya vara dorada fue ubicada con dos crespones negros en el respiradero frontal del paso.
Antes de salir a la calle, con el paso a los pies de la nave central de la Iglesia de San Juan de la Palma, el capataz, Manuel Roldán Rojas, avisó a los costaleros de que esa primera levantá y todo el recorrido iban a estar dedicados a la hermana mayor fallecida. Sus dos hijos estaban delante y uno de ellos fue el encargado de hacer sonar el llamador después de que el capataz dijera: "¡Por mi Adela!".
Después, el paso empezó a moverse mientras fuera la Banda de Música de la Cruz Roja tocaba "Amarguras". La Virgen de la Cabeza se volvió ante el altar de la Virgen de Montemayor y una representación de su hermandad y después avanzó por la nave central hasta el mismo presbiterio, donde se encontraba la representación de la Hermandad de la Amargura.










Antes de todo ello, a las seis y media, se habían abierto las puertas del templo y había comenzado a salir el cortejo, este año sin contar con una banda de cornetas y tambores delante como en años anteriores. Y tampoco había representaciones con sus insignias de otras corporaciones de la Cabeza. Así, vimos la cruz de guía entre faroles, el simpecado, el guión de Caminos, estrenado en 2019, el libro de reglas, el estandarte corporativo y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.








El paso con la Virgen de la Cabeza alcanzó pronto la puerta de salida, donde se dedicó la levantá a Marta, una muy joven hermana de la corporación, y la banda tocó el Himno de España, al que después seguiría "Morenita y pequeñita".
La Virgen presentaba como estreno el rostrillo, bordado en plata, mientras que el Niño tenía un nuevo vestido, de color rosa bordado en oro. Además, lucía el conjunto de manto azul y saya blanca con bordados en oro del Taller de Santa Clara (2016), fajín rojo con cuatro entorchados, corona de plata, ráfaga y media luna. Asimismo, contaba con un rosario, un buen número de broches y medallas, y el madroño de oro y rubíes en su mano derecha.
En cuanto al exorno floral del paso, se componía de rosas blancas y amarillas, astromelias blancas, hypericum y lentisco. Por otra parte, hay que señalar que las velas de los guardabrisas que escoltaban en la delantera a la réplica de la rosa de oro, concedida por Benedicto XVI a la Virgen de la Cabeza de Andújar, llevaban pintados los escudos de armas de los apellidos de la hermana mayor: Gutiérrez y Alcalá.
Tras "Morenita y pequeñita", la Banda de la Cruz Roja interpretó "Pasan los campanilleros", marcha con la que la Virgen alcanzó la calle Feria en el inicio de su procesión por las calles de la feligresía.

















Entre bastante gente que acudió a ver a esta pujante corporación de gloria, el paso continuó a los sones de "Morena de luz de luna" y después atravesó la zona más estrecha de la calle en dirección a la primera visita de su recorrido, la Capilla del Rosario de la Hermandad de Monte-Sión, a la que llegó mientras la banda interpretaba "A mi blanco y Dulce Nombre".




















Ante la capilla de la cofradía del Jueves Santo, el paso se levantó a pulso y comenzó a alejarse volviendo algunos metros sobre sus pasos con la marcha "Rosario de Monte-Sión". Cuando finalizó la partitura, la Virgen de la Cabeza se quedó detenida mirando hacia la banda y después giró a la plaza de Monte-Sión en dirección a Almirante Espinosa mientras sonaba "¿Quién te vio y no te recuerda? Saeta jerezana". Luego se encaminó a la calle Laurel con "Virgen del Rosario".



















El recorrido continuó por Castellar y Espíritu Santo, deteniéndose ante el convento del mismo nombre antes de internarse por la calle Santa Ángela de la Cruz. Sonó nuevamente "Morenita y pequeñita" para volverse ante el Convento de las Hermanas de la Cruz, que le cantaron a la Virgen de la Cabeza "Bendita sea tu pureza". Después, el paso se levantó a pulso y continuó con "Saeta cordobesa".
El capataz pidió que los costaleros anduvieran más rápido, dado que la Hermandad de la Lanzada, que procesionó ayer con la Divina Enfermera, esperaba en la calle Alcázares para dirigirse también al convento. De esta forma, la Virgen de la Cabeza siguió con celeridad hasta la Parroquia de San Pedro a los sones de "Hiniesta", composición que fue interrumpida cuando el paso se detuvo.
A continuación, tras una levantá dedicada a Lucas, un monaguillo de la cofradía del que el capataz dijo que estaba embobado con el trabajo de los costaleros, el paso tomó la calle Imagen mientras la Banda de la Cruz Roja tocaba "El Corpus Christi" y llegó hasta la plaza de la Encarnación, parándose bajo las Setas.



















Esta zona del centro estaba llena de gente, especialmente de cofrades, muchos de los cuales acababan de ver pasar por allí a la Divina Enfermera, y ahora veían a la Virgen de la Cabeza, a la que al girar en la confluencia de la plaza de la Encarnación con Laraña, junto a la Iglesia de la Anunciación, la banda le tocó "Valle de Sevilla". Después sonaría "Procesión de Semana Santa en Sevilla" cuando la Virgen de la Cabeza se aproximaba a José Gestoso para buscar la Iglesia de la Misericordia y el Pozo Santo.












Más adelante, por la calle Amparo llegó el paso a la Capilla de la Divina Pastora mientras se oía una vez más "Morenita y pequeñita". Cuando estuvo vuelta hacia el pequeño templo, los hermanos pastoreños le cantaron a la Virgen de la Cabeza la "Salve Regina". Por la Hermandad de la Divina Pastora de Santa Marina se levantó el paso a pulso y se marchó luego por Madre María de la Purísima de la Cruz con "Pasa la Virgen Macarena", seguida después por "Triana, tu Esperanza" hasta llegar a la altura del retablo cerámico de la Amargura, donde hubo un último relevo de costaleros.
















En la chicotá que hizo el paso hasta la puerta de San Juan de la Palma la banda tocó "María del Rocío". Después el paso se paró mirando precisamente hacia la puerta y la siguiente levantá se la dedicó el capataz a las madres de todos los costaleros. A continuación, con "Morena de luz de luna" y "Coronación de la Macarena", el paso realizó el giro de ciento ochenta grados previo a la entrada en el templo, lo que hizo poco antes de las once y cuarto de la noche.
El Himno de España no fue lo último que sonó para la Virgen de la Cabeza por parte de la Banda de la Cruz Roja, dado que con el paso ya dentro, los músicos repitieron la interpretación de "Morenita y pequeñita", con la que la Virgen fue conducida hasta el presbiterio.











La salida procesional de la Hermandad de la Cabeza, dos años después de la última, finalizó ante la mirada de la Amargura y con varios vivas respondidos con aplausos por los hermanos y los devotos que accedieron a la iglesia: "¡Viva la Virgen de la Cabeza! ¡Viva la Virgen de la Cabeza! ¡Viva la Virgen de la Cabeza! ¡Y viva nuestra hermana mayor!". Adela, como no podía ser de otra forma, presente en la salida de su gran devoción.

1 comentario:

  1. Un resumen exhaustivo y unas fotografías preciosas, solo yn inciso, la banda no tocó Sienpre Macarena, sino Triana tu esperanza.

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