La Virgen del Rosario de Santa Catalina se encuentra ya en el altar mayor del templo para los cultos anuales en su honor que comienzan hoy, lunes, con el triduo a partir de las ocho de la tarde. Se prolongará hasta el miércoles, mientras que el jueves, día de su festividad, tendrá lugar la función solemne a la misma hora.
Finalizarán así los primeros cultos, dado que no va a haber besamanos, pero la hermandad ya ha anunciado que el próximo 1 de noviembre se celebrará, como es tradicional, la procesión de la imagen por las calles de la feligresía a las seis y media de la tarde.
Para el triduo en su honor, la Virgen del Rosario se presenta en el presbiterio alto, sobre la peana procesional de la Virgen del Carmen. Viste su manto de salida de color rojo y saya blanca, ambos bordados en oro, y toca de sobremanto. Asimismo, lleva sus habituales atributos de orfebrería dorada. El Niño, vestido de rosa y con una corona de plata, sujeta un rosario. Además, son numerosos los broches y medallas que tiene la Virgen prendidos de la ropa, entre los que destaca la medalla de la Real Liga Naval.
Junto a la Virgen del Rosario vemos cuatro blandones dorados con cera blanca, y entre cada pareja dos altos pies de base cuadrada con sendas jarras con diversas especies florales de color blanco que vemos también a los pies de la imagen. Y detrás, sobre el banco del retablo mayor del templo, se han situado varios candeleros y otras dos jarras.
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