jueves, 21 de julio de 2011

LA VIRGEN DEL CARMEN POR LAS CALLES

Excepto las hermandades de San Leandro y Calatrava, el resto de cofradías del Carmen realizaron su anual salida procesional coincidiendo con la festividad litúrgica de dicha advocación, o bien en las jornadas inmediatamente posteriores.
En San Gil, la hermandad vivió el sábado una salida un tanto accidentada, debido al desvanecimiento de un costalero, probablemente por las altas temperaturas, que hizo necesaria la presencia de una ambulancia para que fuera atendido. Asimismo, la sujeción del Niño Jesús al cuerpo de la Virgen dio problemas prácticamente desde la salida de la cofradía, como era evidente en cada 'levantá', que provocaba un excesivo cimbreo de la pequeña imagen.
A la altura de la plaza del Pumarejo, el Niño se inclinó hacia atrás después de una 'levantá' al cielo, lo que obligó a un hermano a subir al paso con una llave inglesa para tratar de enderezarlo. Tras mucho esfuerzo lo consiguió, aunque a partir de ese momento las 'levantás' tuvieron que ser realizadas a pulso. Cuando la procesión pudo continuar su camino por la calle Relator y la Banda Municipal de Música de Arahal comenzó a interpretar "La Macarena", de Paco Lola, un cofrade comentó con otro: "Hay que hacer algo porque todos los años pasa lo mismo".








Mucho más tranquila, muchísimo más en comparación con la de 2010, fue la salida procesional del Carmen de Santa Catalina (todavía de San Román). Con Carlos Morán estrenándose como capataz, el pequeño paso de palio volvió a casa sin un rasguño tras completar un itinerario por calles de un gran sabor cofradiero, como Doña María Coronel, Dueñas, Santa Ángela de la Cruz o Santiago.
La Banda de Cornetas y Tambores Varón de Dolores abría el cortejo, mientras que tras el palio tocó la Banda de Música de la Soledad de La Algaba.
La última 'levantá' momentos antes de entrar en San Román la dedicó el capataz a Dominga Collado, que se despide este año como hermana mayor, y a la que se vio especialmente satisfecha cuando el paso superó la ojiva del templo sin contratiempo alguno.









El domingo fue el turno de la cofradía del Santo Ángel, que salió de su templo de la calle Rioja a las nueve menos cuarto de la noche con sus dos pasos: el de Santa Teresa de Jesús y el de la Virgen del Carmen, acompañado por la Banda de la Oliva de Salteras.
En el cortejo, que discurrió por las calles Rioja, Velázquez, O`Donnell, Josefa Reina Puerto, San Eloy, El Silencio, Monsalves, Rafael Calvo, San Roque, San Eloy, Bailén, San Pablo, Plaza de la Magdalena y Rioja, se pudieron ver las representaciones de las hermandades del Amparo, la Estrella y el Carmen Doloroso. Asimismo, en la presidencia estuvo el padre Juan Dobado, anterior prior del Convento que mostró una vez más su afición por las salidas procesionales. A las doce en punto de la noche entraba en el Santo Ángel el paso de la Virgen del Carmen.











Por último, el lunes fue el turno de la Hermandad del Carmen del Puente de Triana, que en la misma jornada llevó a cabo su tercera procesión fluvial por el Guadalquivir y, acto seguido, la Virgen fue subida a su paso y salió de la Parroquia de la O para recorrer las calles Castilla, Callao, Antillano Campos, Alfarería, San Jacinto (con parada ante la Capilla de la Estrella), Altozano, Capilla del Puente, San Jorge, Callao y Castilla, donde entró pasadas las doce y media de la noche.
La Banda de Música de Las Cigarreras fue la encargada del acompañamiento musical, con el que se confirmó que la reciente composición "Hosanna in excelsis" es la marcha del momento, después de ser interpretada igualmente en el resto de procesiones del fin de semana.
Llamó la atención que el equipo de capataces liderados por José González Luna necesitara de dos voluntarios de Protección Civil para evitar que el público (numeroso, pero tampoco tanto) se pusiera delante del paso en las calles más estrechas del itinerario, como eran Antillano Campos y Alfarería. Resultó un tanto exagerado el celo que tanto estos voluntarios como los capataces ponían en esta misión. Es de suponer que González Luna, capataz de la Virgen de la Estrella, estará acostumbrado a verdaderas aglomeraciones cada Domingo de Ramos.








No hay comentarios:

Publicar un comentario