miércoles, 11 de abril de 2012

SÁBADO DE PASIÓN 2012: SILENCIOSO LADRIDO EN CIUDAD JARDÍN


La Semana Santa aún no había comenzado y en la prensa ya se hablaba de hermandades que no habían podido salir a las calles. Cuatro de seis el día anterior. Y no parecía que el Sábado de Pasión fuera a resultar mejor. El cielo amaneció gris y lo único seguro era que el guión que se escribe en San Lorenzo se iba a cumplir a rajatabla.
Efectivamente, el Señor de Sevilla se acercó hasta los fieles en el primer día de su besamanos anual; ése que arranca en la víspera y finaliza con la subida al paso bien inmersos ya en los días más hermosos. El Gran Poder no necesita grandes aditamentos. No le hacen ninguna falta porque todos son invisibles a su lado. Por ello, el exorno de este culto interno se limitaba al enorme tapiz que suele cubrir su camarín cuando no está ocupado por el Señor y unas jarras con claveles rojos.




Por su parte, la Hermandad de las Siete Palabras celebraba el besamanos de Nuestro Padre Jesús de la Divina Misericordia en la Capilla Sacramental de San Vicente, cubierta en gran medida por un enorme cortinaje de color morado. Vestía la túnica de salida bordada en oro sobre terciopelo burdeos por Fernández y Enríquez, y no llevaba corona de espinas ni potencias. La Virgen de la Cabeza gloriosa era testigo de excepción de este culto interno que finalizaría con la subida del Nazareno a su paso.





Las horas pasaban y las nubes seguían sin dejar ningún hueco al sol. Incluso llovía poco antes de la hora prevista para la salida de las primeras hermandades de la jornada: Divino Perdón y Torreblanca, lo que obligó a éstas y a la Agrupación Parroquial de la Milagrosa a pedir una prórroga. Ocurrió lo mismo que en la jornada precedente; sin radio que informe sólo queda esperar y pegar la oreja a lo que comentan los familiares y amigos de los integrantes de cada cortejo.
En el Parque Alcosa la espera fue de una hora. En ese tiempo el sol fue poco a poco librándose de las nubes justo delante de la fachada de la Iglesia de la Beata Madre Ana María y San José de Cluny, de forma que por momentos se pudo ver el templo perfectamente iluminado por el sol mientras detrás seguía resistiendo un paisaje de grises de la más amplia gama.
Por fin, la Banda de Cornetas y Tambores Varón de Dolores y la Agrupación Musical de la Estrella de Dos Hermanas fueron tomando posiciones; señal inequívoca de que la salida era inminente. Así ocurrió. Se abrieron las puertas y la cofradía que, por la túnica de sus nazarenos, recuerda a Miércoles Santo, aunque añadiendo un escapulario de color negro, comenzó su discurrir por las calles del barrio.
Claveles rojos y friso de lirios morados conformaban el exorno floral del, por desgracia, único paso de la hermandad. La Virgen de la Purísima Concepción volvió a quedarse en casa por los impedimentos que ha encontrado la corporación en la comunidad de religiosas propietaria del templo.
A un ritmo algo más rápido del normal para tratar de recuperar la hora de retraso, el nazareno del Divino Perdón emprendió su camino entre los numerosos vecinos del Parque Alcosa que quisieron salir a su encuentro. Poco tiempo después de salir, empezó a notarse que en algunas 'levantás' uno de los brazos de la talla se movía de forma anómala. Al parecer, un problema con una espiga mal corregido volvió a dar la cara, lo que hizo que durante el resto de la estación de penitencia el paso tuviera que ser levantado siempre a pulso 'aliviao'.
















También hubo espera y también con final feliz en Torreblanca, donde Nuestro Padre Jesús Cautivo ante Pilatos y la Virgen de los Dolores pudieron cumplir con su salida en dirección a la Parroquia del Inmaculado Corazón de María y su regreso a San Antonio cuando ya el sábado se había convertido en Domingo de Ramos. La Hermandad de Torreblanca volvió a apostar por la Agrupación Virgen de los Reyes para acompañar al imponente misterio, lo cual supone una auténtica delicia, pese a las horas bajas por las que pasa esta formación, no por culpa suya, sino por las circunstancias particulares de las hermandades que recientemente han prescindido de ella.
Y es que el Sábado de Pasión es día de agrupaciones musicales. Así, en Ciudad Jardín la Agrupación de la Redención era la encargada un año más de poner sus sones al servicio de uno de los mejores misterios que se han realizado recientemente en Sevilla y que cada año gusta más, como es el de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza en el Puente del Cedrón. Este año, además, presentaba importantes novedades que han contribuido a darle aún más vida a la magnífica escena que preside ese Cristo que llora y que, en esta ocasión, vestía la misma túnica verde con la que se dio su primer paseo por el barrio, precisamente sobre el paso del Divino Perdón, tras ser bendecido en octubre de 2008.




El misterio ha sido redistribuido por su autor, José Antonio Navarro Arteaga, a causa del añadido de un nuevo guardia judío en la trasera. Por ello, el que se sitúa inmediatamente detrás del Señor empujándole con un palo se ha colocado más cerca de éste, lo que sin duda contribuye a darle mayor realismo a su postura, mientras que también se ha adelanto el centurión romano, que ha visto sustituido su caballo por uno nuevo mejor adaptado a su nueva posición, con sus patas delanteras pisando el puente. En cuanto al nuevo guardia, hay que destacar que porta en su mano derecha una antorcha como la del guardía de la delantera (ambas se encendieron tras pasar la Gran Plaza), mientras que con la izquierda empuja al niño que hasta el año pasado era un simple espectador de la escena. Además, el pequeño sujeta con una sencilla cuerda al famoso perro ideado por el imaginero para representar a la "jauría" que, tal y como cuenta la Biblia, acudió a prender a Jesús, y que muestra los dientes y quizá ladra silenciosamente al guardia que maltrata a su amo.








Y detrás del misterio ya nos vamos habituando a la presencia de la Guardia Judía que encarnan un buen número de miembros varones de la agrupación parroquial, todos con barba, y al shoffar, ese curioso instrumento con el que se dan las órdenes de parar o continuar la marcha a todos los componentes.



En cuanto al paso de la Virgen del Rosario, de nuevo salió a las calles sola, sin la compañía de San Juan, que figuró en el palio por última vez en el año 2010. La principal novedad del paso de la dolorosa que tallara Francisco Buiza fue la saya, realizada a partir de los bordados de la antigua casulla del padre Antonio Pérez Delgado, párroco ya fallecido de la Milagrosa y fundador de la agrupación.







Son varias las visitas que la futura, con total seguridad, Hermandad de la Milagrosa, realiza durante su salida procesional. Este año, debido a pequeñas variaciones de itinerario, la primera fue en la Parroquia de la Inmaculada Concepción, una parada que no realizó en 2011. Allí la esperaba una representación de la Hermandad de la Sed. El paso de misterio simplemente paró delante de la puerta, mientras que el paso de palio se volvió hasta quedar detenida muy cerca del dintel.




Más adelante, los pasos se metieron en el Hospital de San Juan de Dios, donde Álex Ortiz interpretó sendas saetas a los titulares. A la salida del recinto, como ocurriera el pasado año, la Agrupación de la Redención y la Guardía Judía se unieron para poner música y voz a la Plegaria al Señor de la Esperanza. Por su parte, la Virgen del Rosario entró en el patio del centro hospitalario a los sones de "Hosanna in excelsis" y salió con "Virgen del Valle". Hay que señalar, por cierto, que la Banda de Música del Maestro Enrique Galán, de Rota, ha sido la encargada de sustituir tras este palio a la Banda de Mairena del Alcor.





Finalmente, la Agrupación de la Milagrosa realizó una parada ante el templo de las Salesianas de Nervión y también en la Parroquia del Santísimo Redentor, por donde la cofradía no pasó el anterior Sábado de Pasión.


Por otro lado, no hay que olvidar que la Hermandad de San José Obrero, aprobada recientemente como cofradía de penitencia, trasladó su anual vía crucis del Señor de la Caridad a esta jornada para sustituir a la salida procesional que, por falta de tiempo, no han podido realizar este año. Será en 2013 cuando se estrenen los nazarenos de túnica y antifaz azul y capa blanca por la calle Arroyo.
La última imagen del día nos llegó de casualidad, cuando un cofrade que se encontraba viendo la Milagrosa recibió en su móvil una foto desde la Parroquia de San Sebastián. Era del palio de la Virgen de la Paz con sus flores recién colocadas y preparadas para el que a esa hora aún soñábamos que fuera un radiante Domingo de Ramos...

martes, 10 de abril de 2012

VIERNES DE DOLORES 2012: LA PUERTA MOJADA DE LA SEMANA SANTA



“Todo el año sin llover y ahora llega la Semana Santa y llueve. ¡San Pedro, hijo! Nosotros no llevamos a San Pedro en el paso, ¿no? Menos mal”. Quien así hablaba era una hermana de Pino Montano ante la estrenada puerta de la Parroquia de San Isidro Labrador. Tan pronto pasaba de la alegría a las lágrimas del mismo modo que los paraguas de los que esperaban la salida de la cofradía, la primera que se iba a poner en la calle, se abrían o se cerraban en función de los caprichos del cielo. Yo no sé si es o no San Pedro quien controla el grifo celestial, la llave de paso de las cañerías que vierten el agua sobre calles, templos y cofrades. Lo que está claro es que, sea quien sea, tenía cuentas pendientes que saldar con la Semana Santa. En 2011 se le escaparon algunos días, con esas vísperas y ese Domingo de Ramos de auténtico sol y calor, y ese Lunes Santo salvado casi en su totalidad por los pelos. Por tanto, en este 2012 iba a cobrarse la deuda. Y con creces.
Pero vayamos por partes. El Viernes de Dolores arrancó con unas animadísimas calles nerviosas por lo que estaba por venir. Las sillas de la Carrera Oficial estaban apiladas a la espera de la primera cruz de guía, Onda Cero realizaba su programa en directo desde la Plaza del Duque (este año, sin embargo, el único regalo que ha ofrecido a los viandantes ha sido el programa de mano de La Zambrana; será cosa de la crisis…) y en los templos tenían lugar los últimos besamanos y besapiés. Así ocurría en San Vicente, con la Virgen de los Dolores de la Hermandad de las Penas situada, como es habitual, en el presbiterio del templo ante la clásica cruz arbórea que le sirve de marco, con el simpecado en lo más alto y los faroles entrevarales y varias jarras con claveles blancos como exorno más cercano a la imagen.



La parroquia estuvo atestada de gente durante prácticamente toda la mañana. La presencia de cinco pasos contribuía a ello. Muchos, además, se fijaban especialmente en la trasera del paso del Señor de la Divina Misericordia de la Hermandad de las Siete Palabras para constatar que, como ya sabían, las dos águilas bicéfalas robadas el pasado mes de enero no estaban en su lugar. El Nazareno, por cierto, esperaba en la Capilla Sacramental la celebración de su besamanos al día siguiente y su posterior subida al paso.
Cerca de allí, en la Capilla del Dulce Nombre de Jesús tenía lugar el besapié del Santísimo Cristo de la Vera+Cruz con la sobriedad característica de la cofradía del Lunes Santo. El crucificado se encontraba a los pies de su capilla, justo al lado del palio de la Virgen de las Tristezas y flanqueado por los dos ángeles que le acompañan en el paso y que este año estrenaban nuevos faroles.







Tanto aquí como en San Vicente fueron constantes las visitas de los alumnos de un colegio cercano, algunos de los cuales, por su estatura, tuvieron dificultades para alcanzar a besar el pie a la antigua imagen.
Y mucha, muchísima gente recibió también en San Lorenzo la Virgen de la Soledad, que se encontraba vestida de hebrea. Para su segundo besamanos anual la hermandad decidió, como ocurriera el Viernes de Dolores de 2011, situarla en la Capilla Sacramental, que además de ser especialmente bella es bastante más espaciosa que la propia capillla de la corporación.




En el mismo templo hay que destacar dos curiosidades: por un lado, la ubicación del paso de palio de María Santísima del Dulce Nombre presidiendo el templo desde el altar mayor gracias al ofrecimiento del párroco; y por otro la presencia de una dolorosa de Salvador Madroñal advocada como Virgen del Consuelo, que se daba a conocer en la Capilla de Santa Ana vestida por su propietario, el bordador José Antonio Grande de León.



Finalmente, la Hermandad de la Mortaja celebraba el besapié en honor del Cristo Descendido, mientras que en la Magdalena la Quinta Angustia hacía lo propio con su Cristo y mostraba a su dolorosa en besamanos. Destacó la penumbra, quizá aún más intensa que la de años anteriores, que existía en la capilla de la corporación.



La primera cruz de guía del año debería haber salido por la puerta (ahora sí, tras años saliendo de una nave auxiliar) de la Parroquia de San Isidro Labrador a las 17,45 horas, pero el cielo parecía querer imponer una realidad completamente diferente. Los minutos pasaban y nada se sabía. Las cofradías de vísperas no se retransmiten por la radio, por lo que es imposible conocer qué está pasando en el interior de cada templo si no te sitúas estratégicamente junto a los grupos de costaleros o familiares de nazarenos a los que va llegando la información de tanto en tanto. Incluso resultó cómica la imagen de una señora que, paraguas en mano, llamaba a la puerta por la que debía salir la cofradía tratando de saber si tal salida se iba a producir y, en tal caso, a qué hora. Nadie respondió a la llamada.
Afortunadamente, aquella hermana que no parecía ser muy devota de San Pedro era la mujer de un costalero y además tenía dentro de la iglesia a una amiga vestida de nazarena con su túnica, su capirote y ese complemento imprescindible para cualquier estación de penitencia como es el teléfono móvil. Así pudimos saber que la hermandad había pedido retrasar en una hora la salida. "Ah, pero ¿nosotros podemos pedir una hora y todo?", se preguntaba esta hermana. El plazo se cumplió y se amplió en otra media hora. Al parecer el tiempo iba a mejorar, decían. Finalmente, no fue hasta las ocho y cuarto de la tarde, dos horas y media después de la hora fijada, cuando se abrían las puertas y aparecía la esperadísima cruz de guía.


Para entonces hacía ya tiempo que Padre Pío y La Misión habían comunicado, cumplidas sus respectivas prórrogas, que no saldrían, y sólo unos minutos después se pondría en la calle Bellavista, mientras que Pasión y Muerte y La Corona, sin demora alguna, anunciaron la suspensión de sus salidas.


En Pino Montano, sin embargo, se desataban las emociones de todo un barrio. Y eso pese a que precisamente cuando estaba saliendo el paso de misterio de Nuestro Padre Jesús de Nazaret comenzaba de nuevo a llover, aunque débilmente, provocando de nuevo la utilización de los paraguas. En cualquier caso, el paso salió y el Señor, vestido con una túnica morada, comenzó a moverse a los sones de la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Encarnación de San Benito, perdiéndose marcha tras marcha hacia la zona izquierda del mercado del barrio.



Minutos más tarde asomaba el paso de palio de María Santísima del Amor cuando ya el cielo mostraba, entre la tardía hora y las nubes, un inédito oscurecimiento en la salida de esta cofradía, acostumbrada a la plena luz del sol.



A partir de ese momento se olvidaron las tensiones, la espera y los nervios. Era la ocasión de disfrutar de un paseo por el barrio que ya se anunciaba que sería más corto de lo previsto por el enorme retraso en la salida.











Sin embargo, cuando la cofradía ocupaba una gran parte de la calle Agricultores, la lluvia volvió a hacer un tímido acto de presencia, aunque amenazando con intensificarse. Por ello, la cofradía decidió darse literalmente la vuelta, de forma que abría el cortejo el paso de palio y lo cerraba la cruz de guía. Así fue cómo la hermandad regresó por Sembradores, Tapiceros y Alfareros para llegar de nuevo a la Parroquia de San Isidro, donde entró el palio, con algo más de calma al final, minutos antes de las once de la noche, mientras que el misterio tuvo que acelerar a última hora cuando de nuevo comenzó a llover, arriándose definitivamente a eso de las once y diez.





Eso ocurría en el norte de Sevilla, en Pino Montano, pero justo en el extremo opuesto, en Bellavista, los pasos de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Remedios, y de la Virgen del Dulce Nombre corrían la misma suerte, y tras una retrasada salida tuvo que volver sobre sus pasos y suspender la salida procesional de 2012.
Sin cofradías en la calle, aún había oportunidad para vivir uno de los actos de clásico sabor cofradiero, con la bajada de la Virgen del Valle desde su altar de cultos de la Anunciación y su traslado hasta la delantera del paso de palio, al que posteriormente sería subida.




lunes, 9 de abril de 2012

CALLE CAPATAZ MANUEL SANTIAGO


En la mañana del pasado Sábado de Pasión tuvo lugar la inauguración de la calle Capataz Manuel Santiago, nueva rotulación de la parte de la Plaza de los Terceros que va desde la iglesia de Santa Catalina hasta la propia plaza. En este acto se dieron cita multitud de cofrades que quisieron de esta forma rendir homenaje a uno de los más reconocidos capataces de Sevilla.
Los encargados de descubrir el rótulo fueron el alcalde, Juan Ignacio Zoido, el delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, y la delegada del Distrito Casco Antiguo, Amidea Navarro, además del propio Antonio Santiago, que fue el primero en tomar la palabra.
El capataz que actualmente saca más cofradías en toda la ciudad explicó en su intervención que su padre era vecino del barrio de Santa Catalina y hermano de la Exaltación. Asimismo, recordó que fue el impulsor de las cuadrillas de hermanos costaleros cuando hace justo cuarenta años creó la primera en la Hermandad de los Estudiantes.
Por su parte, el alcalde indicó que la de dedicar una calle a Manolo Santiago, fallecido en 1997, era una petición añeja de los vecinos y aseguró que en este caso además era un acto de justicia a la memoria de un hombre que lo merece debido a su entregada labor por la Semana Santa a lo largo de toda su vida.
Zoido aprovechó para saludar a la viuda del recordado capataz, a su hija Reyes y a su nieto, Manuel Antonio Santiago Cabello, quien es ya la tercera generación de esta dinastía de capataces. También tuvo oportunidad de conocer a Miguel Ángel Osuna, fotógrafo y costalero de la Hermandad de la Paz a las órdenes tanto de Manolo Santiago como de su hijo, y compañero bajo las trabajaderas del nieto. El alcalde confesó que tenía curiosidad por ponerle cara al hombre al que Antonio Santiago llama en la primera levantá de cada Domingo de Ramos.
A este acto de inauguración de la calle Capataz Manuel Santiago acudieron algunos hermanos mayores de las cofradías cuyos pasos conduce Antonio Santiago, como la Paz, los Estudiantes o la Mortaja, además del de la Exaltación, entre otros.










domingo, 1 de abril de 2012

LA PUERTA DEL CIELO 2012


He decidido reservar la publicación de este cartel en el blog hasta hoy, Domingo de Ramos, por el gran simbolismo que conlleva el hecho de que una tertulia cofradiera llamada "La Puerta del Cielo" haya escogido para su cartel una fotografía del primer paso, el de la inocencia infantil, el de los sentimientos renovados: la Entrada de Jesús en Jerusalén. Si Dios quiere, esta misma tarde bajará la 'rampla' del Salvador y, como dijo Barbeito, estaremos ya tocando el cielo con las manos. Todo, por tanto, habrá comenzado (vale, sí, la Paz sale antes y las vísperas también, pero los símbolos son los símbolos).
El de 2012 es el cuarto cartel editado por esta tertulia, tras los dedicados a San Gonzalo, la Hiniesta y la Candelaria. En esta ocasión, la fotografía escogida corresponde a Julio García Álvarez.
Este Periodista Cofrade se despide así de sus lectores hasta el próximo lunes de Pascua, cuando volveremos para iniciar el relato de todo lo acontecido en estos días tan esperados. Buena Semana Santa a todos.