martes, 29 de enero de 2013

VÍA CRUCIS Y BESAPIÉ EN SAN JULIÁN


La Hermandad de la Hiniesta ha vivido un fin de semana muy intenso en torno a la imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, que precisamente en este 2013 cumple 75 años desde su bendición, ya que tuvo lugar el 3 de abril de 1938 en la Iglesia de San Luis de los Franceses.
El sábado se celebró el vía crucis anual por las calles de la feligresía. Estaba previsto que la salida tuviera lugar a las siete y media, pero se retrasó en aproximadamente un cuarto de hora, una vez finalizó la misa que se estaba celebrando en San Julián.
El cortejo del vía crucis lo abría la cruz de guía de la cofradía, tras la que iban unas cuantas parejas de niños con cirios. Un segundo tramo de hermanos estaba encabezado por el estandarte y finalmente la música de capilla de dos componentes de la Banda del Carmen de Salteras y el cuerpo de acólitos daban paso a las andas sobre las que estaba situado, en posición horizontal, el crucificado de la Buena Muerte.















A lo largo del itinerario, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte visitó los conventos de Santa Paula y Santa Isabel, además de la Capilla de los Dolores de los Servitas. Posteriormente, se internó en el dédalo de calles que conducen a San Julián (Hiniesta, Lira y Duque Cornejo). La penúltima estación del vía crucis se rezó en el interior del vecino convento de San Cayetano y la última ya en el presbiterio de San Julián.









Concluido el vía crucis, se retiraron las andas y se colocó al Cristo de la Buena Muerte de pie tras la mesa del altar, donde iba a quedar ubicado para la celebración el domingo de la Función Solemne y el besapié posterior que se prolongó durante toda la jornada.
El crucificado de Castillo Lastrucci se situó ante el altar de quinario, cuya candelería estaba completamente encendida, incluyendo los cuatro hachones del paso del Señor y pequeños faroles. El exorno floral lo componían diferentes especies de color rojo y morado. Asimismo, se pudieron ver en varios lugares del montaje algunos de los ángeles que también forman parte del paso.





















EL NAZARENO DE LA O, EN "SINE-LABE 2013"


Tras el Carmen Doloroso y las Siete Palabras, el tercer cartel de Semana Santa editado por la tertulia "Sine-Labe" se ha dedicado a la Hermandad de la O. En concreto, en la fotografía premiada, realizada por Manuel Agüera Ostos, se puede ver a Nuestro Padre Jesús Nazareno en la calle Arfe durante la estación de penitencia del pasado año 2012, en la que se varió el itinerario de regreso ante la ausencia del Cachorro para pasar por el Postigo, el Baratillo y cruzar de vuelta a casa el Puente de Isabel II.
En la foto, enmarcada en el color morado tan propio de la cofradía, destaca especialmente la presencia de la luna llena justo encima de la imagen del Nazareno rodeada de las nubes que caracterizaron al último Viernes Santo y que provocaron que tanto la Carretería como el Cachorro tuvieran que suspender sus estaciones de penitencia por segundo año consecutivo.

lunes, 28 de enero de 2013

"LA PRIMERA EN LA CAMPANA"


Se pudo oír en la calle O'Donnell antes de la chicotá que llevaría al paso hasta Sierpes: "la primera en la Campana". Y tanto que lo fue. Una entrada en Campana con todos sus avíos, su larguísima chicotá, su sucesión de marchas enlazadas unas con otras, su enorme cantidad de público contemplándola...
La Hermandad del Carmen del Santo Ángel celebró el pasado sábado la salida procesional del Niño Jesús de Praga, que se inició a las cinco y media de la tarde desde su templo de la calle Rioja, con un amplísimo acompañamiento de grupos jóvenes de diferentes hermandades de la ciudad (San José Obrero, Trinidad, Santa Genoveva, Siete Palabras, Soledad de San Lorenzo, Pino Montano, Panaderos, Bellavista, Pasión y Muerte, Esperanza de Triana, Jesús Despojado y Estrella), además de varias de la provincia (Perdón de Alcalá de Guadaira, Esperanza de Carmona, Soledad de Alcalá del Río, Virgen del Águila de Alcalá de Guadaira, Soledad de La Algaba, Dulce Nombre de Alcalá de Guadaira y Pastora de Cantillana).



Mucha, muchísima gente esperaba esta salida. Está claro que hay ganas de cofradías. Lo que no sólo se demuestra por la gran cantidad de personas que llenaban la calle Rioja y otras zonas del itinerario, sino también por las conversaciones que se podían escuchar durante la espera, centradas algunas de ellas en el vía crucis del Año de la Fe que podremos vivir en menos de tres semanas.
A eso de las seis menos cuarto cruzaba el dintel del Santo Ángel la imagen del Niño Jesús de Praga sobre el paso de la Virgen del Carmen y la peana del pequeño pasito de Santa Teresa. El exorno estaba compuesto en su totalidad por claveles rojos y se estrenaba la capa de salida, de Fernando Aguado, quien se encontraba entre el público que contemplaba la procesión.
Tras el paso, saliendo con él del interior de la iglesia, iba la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Estrella de Dos Hermanas, una banda de gran calidad que en Semana Santa sólo podemos escuchar con el Divino Perdón del Parque Alcosa.










El paso, guiado por el capataz José Manuel Palomo, se dirigió en primer lugar hacia la Plaza de la Magdalena, desde donde se metió por las estrecheces de José de Velilla e Itálica buscando la calle O'Donnell.


















Ya en la calle O'Donnell, donde se dedicó una levantá al hermano mayor del Juncal, se notó un incremento de público, principalmente en la unión entre esta calle y Velázquez, haciendo muy complicado caminar junto al paso.







Aquí, en el inicio o final (según se mire) de O'Donnell, comenzó la larguísima chicotá del Niño Jesús de Praga a lo largo de toda la Plaza de la Campana, donde sólo faltó la parada ante un imaginario palquillo. La Agrupación de la Estrella no dejó de tocar diferentes marchas mientras el paso avanzaba lentamente hasta sortear el quiosco de prensa (obviamente estaba en su lugar) y alcanzar la calle Sierpes, quedando detenido junto a la confitería.



















En Sierpes cayó la noche y de nuevo la estrechez de la calle complicó los movimientos de la gente que seguía al Niño Jesús de Praga en su salida procesional. La calle más famosa de Sevilla veía su primera procesión y escuchaba los primeros sones cofradieros del año mientras el paso ganaba metros.











No tardó mucho el Niño Jesús de Praga en desviarse de la "carrera oficial", al dejar Sierpes para tomar por Cerrajería, Cuna y Plaza del Salvador. Desde ahí alcanzaría de nuevo Sierpes por Sagasta, para continuar en la recta final de su itinerario por Granada, Tetuán y Rioja. Algunos minutos después de las nueve de la noche entraba el paso de nuevo en el Santo Ángel, seguido hasta el presbiterio por la Agrupación Musical La Estrella de Dos Hermanas, que sólo dejó de tocar cuando el paso quedó definitivamente detenido en la cabecera de la nave de la Epístola.