miércoles, 12 de septiembre de 2012

VIRGEN DE GUADALUPE, REINA DE LA HISPANIDAD


La Virgen de Guadalupe realizó la noche de este sábado su salida procesional por las calles de la feligresía ataviada con el manto celeste. La procesión de este año, que salió de San Buenaventura pasadas las nueve y media, tras la función principal de instituto, estuvo marcada por la supresión de la calle Fernández y González del recorrido por encontrarse en obras. Esto impidió pasar por la Casa de Extremadura, con la que está ligada la hermandad al haber sido fundada por extremeños residentes en Sevilla.
La Banda de Música de Nuestra Señora del Sol fue la encargada un año más de poner los sones musicales a la procesión de la Reina de la Hispanidad. La primera marcha tras atravesar el dintel de San Buenaventura fue "Salvación", en un guiño a la cofradía hermana de la Soledad, con la que comparte sede canónica y que formó parte del cortejo con su estandarte al igual que la Hermandad de la Resurrección de La Rinconada.
Carlos Cañal, Zaragoza y Doña Guiomar fueron las primeras calles del itinerario, algo más corto que el de años anteriores, seguido por la Hermandad de Guadalupe, cuyo paso fue comandado por José Manuel Rechi y sus auxiliares.






















La primera y única visita de este año fue la Capilla del Mayor Dolor, donde la Virgen de Guadalupe fue recibida con las puertas de par en par por la Hermandad de Jesús Despojado. El paso fue vuelto hacia la capilla y posteriormente siguió su camino por las calles Castelar, Gamazo y Joaquín Guichot, donde de forma extraordinaria la Virgen tenía su cita con sus devotos extremeños.

























Allí, en la esquina de Joaquín Guichot con Barcelona es donde esperaban a la Virgen de Guadalupe los miembros de la hermandad matriz extremeña, con sus varas y sus medallas, al no estar accesible la calle Fernández y González. En este punto se unieron al cortejo delante de los ciriales y acompañaron a la Virgen hasta San Buenaventura por Barcelona, Plaza Nueva y Bilbao.
Como anécdota, hay que señalar que uno de los capataces a punto estuvo de caer en la Plaza Nueva al tropezar con un carrito de bebé colocado estratégicamente por un niño en la delantera del paso, mientras su madre prefería no darse por enterada de las molestias que su hijo y su carro estaban causando a lo largo de todo el itinerario (en Castelar el carro casi fue arrollado por el paso) y ni siquiera se disculpó. El capataz, con bastante más educación, evitó decir lo que estaba pensando; aunque su cara lo expresaba todo a la perfección...





















Con la marcha "Macarena", de Emilio Cebrián, llegó el paso de la Virgen de Guadalupe de nuevo a la calle Carlos Cañal. Un chaval extremeño fue el encargado de tocar el martillo en la última levantá con el paso ya cuadrado ante la puerta. El capataz se la dedicó a todos los devotos que desde Extremadura se habían desplazado hasta Sevilla para acompañar a la Virgen hermana de su patrona. Pasados unos minutos de las doce y cuarto de la noche el paso se arriaba en el interior del templo.






El repertorio completo interpretado por la Banda de Música de Nuestra Señora del Sol fue el siguiente: "Salvación", "Nuestra Señora de Guadalupe", "Virgen de Montserrat", "Coronación de la Macarena", "Azul y plata", "Para la Virgen Macarena", "Sevilla cofradiera", "La Estrella Sublime", "Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono", "Madre Hiniesta", "Procesión de Semana Santa en Sevilla", "Reina de San Román", "Encarnación Coronada", "María Santísima del Dulce Nombre", "Triana con su Esperanza", "Hosanna in excelsis", "María Santísima del Subterráneo" y "Macarena".

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