En la mañana del pasado sábado tuvo lugar una procesión inédita en Sevilla. La Virgen del Carmen del barrio de Bonanza, de Sanlúcar de Barrameda, salió de la Capilla de los Marineros en dirección al Paseo de Colón, donde embarcó rumbo a su ciudad a través del Guadalquivir.
La imagen, que se atribuye a Benito Hita del Castillo, ha sido restaurada en la localidad cordobesa de Cabra por Salvador Guzmán, que ha realizado diversas tareas de conservación de la talla cuando se cumplen justo 25 años de la anterior restauración, ésta de carácter integral, que llevó a cabo Juan Manuel Miñarro.
Para presentar el resultado de esta última intervención de Guzmán, los cofrades del Carmen de Bonanza han elegido Sevilla y, en concreto, un templo y una hermandad vinculadas al mar al igual que la advocación del Carmen, como ha sido la Capilla de los Marineros y la Hermandad de la Esperanza de Triana.
El mismo sábado por la mañana, con la Virgen del Carmen sobre su paso procesional, tuvo lugar una misa de acción de gracias y posteriormente se inició la procesión triunfal por la calle Pureza, Troya, Betis, Plaza de Cuba, Puente de San Telmo y embarcadero del Paseo del Marqués de Contadero.
Abría el cortejo el estandarte del Carmen y acompañaban las representaciones de las hermandades sevillanas que tienen como titular a la Virgen del Carmen, tanto las de gloria como el Carmen Doloroso y el Gran Poder de Coria del Río, además de la Hermandad de la Cena de Sanlúcar, que comparte sede con el Carmen de Bonanza, y la propia Hermandad de la Esperanza de Triana.
El acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda de Nuestra Señora de Palomares, de Trebujena, formación musical que no se suele escuchar en Sevilla, pero que dio una buena sensación al numeroso público que asistió a ver una procesión tan especial, entre los que lógicamente se encontraban muchísimos cofrades y devotos sanluqueños.
Durante el trayecto, que comenzó a eso de las doce de la mañana, la Banda de Trebujena interpretó marchas como "Esperanza de Triana Coronada", "La Estrella Sublime", "Hosanna in excelsis", "Rocío", "Coronación", "Flor del Carmelo" y "Triunfal", entre otras.
El exorno floral del paso estaba compuesto por claveles, rosas y gladiolos blancos donados por la Fundación Puerto de América.
En el embarcadero esperaba el "Luna de Sevilla". Las camareras de la Virgen del Carmen comenzaron a retirarle la corona y el manto mientras los priostes desmontaban algunas jarras y candeleros del paso. Acto seguido, la Virgen fue colocada en unas andas sobre las que, no sin dificultad, accedió al barco entre los aplausos de los asistentes. Una vez embarcada, la Reina de Bonanza fue conducida hasta la proa y allí se le volvió a poner su corona.
Mientras tanto, los costaleros, que utilizan para cargar los pasos la molía tan característica de la provincia de Cádiz, se ocuparon de introducir el paso en un camión para su transporte por carretera hasta Sanlúcar de Barrameda. Para ello, quitaron los zancos y bajaron el manto tras volver a colocar las jarras y candeleros que se habían retirado para poder bajar a la Virgen del Carmen.
Finalizada la maniobra, los costaleros subieron al barco mientras el propietario del camión aseguraba tan especial carga. A continuación, el "Luna de Sevilla" comenzó a surcar las aguas del Guadalquivir lleno de cofrades del Carmen de Bonanza que iniciaron una travesía con un gran ambiente festivo. Desde el embarcadero, la Virgen del Carmen fue despedida con aplausos tras una jornada que pasará a la historia del mundo cofradiero de Sanlúcar de Barrameda.
Por último, cerca de las tres y media de la tarde, el camión con el paso de la Virgen del Carmen abandonaba el Paseo del Marqués de Contadero rumbo a Sanlúcar. Cerca de cuatro meses después de ser retirada del culto, la Reina de Bonanza volvía a casa.
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