lunes, 18 de diciembre de 2017

ESPERANZA 2017: TRINIDAD


La imagen de Nuestra Señora de la Esperanza, de la Hermandad de la Trinidad, ha sido este año la primera de las Esperanzas de Sevilla en ser expuesta en besamanos con motivo de la festividad de la Expectación de la Virgen, dado que este culto se inició el pasado jueves y finalizará hoy, lunes, jornada de dicha festividad.
En esta ocasión, la Esperanza Trinitaria se ha presentado a sus devotos vestida completamente de blanco, color que caracterizaba a esta dolorosa antes de optar por el color verde tanto para su palio como para el manto procesional. Así, lleva el manto blanco realizado en 2006, con motivo de la Coronación Canónica, a partir de bordados del antiguo manto de salida y la saya de tisú bordada en oro y sedas por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en los años 20 del pasado siglo.
Luce la corona de oro de los Hermanos Delgado (2003); la toca de sobremanto de Sobrinos de Caro (1977); y el fajín de general que perteneció a Bartolomé Nadal Herrero, de color rojo con borlones dorados y un entorchado, y en cuyo lazo tiene la placa de la Policía Local ofrendada cuando la Virgen de la Esperanza fue nombrada Patrona de este cuerpo policial.
En el pecherín, la dolorosa de Juan de Astorga lleva diferentes broches y medallas, en la cintura tiene la Medalla de la Ciudad y en el fajín tiene además un broche con el escudo de la Hermandad de la Esperanza de Triana.
En el centro de la capilla que la Hermandad de la Trinidad tiene en la Basílica de María Auxiliadora, la Virgen de la Esperanza está elevada sobre dos peanas de plata entre grandes centros florales de rosas blancas y nardos. Además, en los extremos vemos dos mesas de altar de plata con siete candeleros del paso de palio con cera blanca cada uno entre diversos elementos, como el templete de la Inmaculada que figura en la entrecalle del paso de palio, varios relicarios y los dos ángeles ceriferarios de orfebrería que van en los costeros del palio de la Virgen de los Dolores de la Hermandad del Cerro.
Detrás, un cortinaje de terciopelo burdeos cubre en su totalidad la pared donde se encuentra el camarín de la Esperanza, ante el que vemos un dosel conformado a partir de elementos cedidos por la Hermandad de la Divina Pastora de Cantillana. En la parte inferior está el respiradero frontal del palio de la Trinidad, mientras que junto al dosel se sitúan cuatro de los varales de la carreta del simpecado de la Hermandad de la Cruz de Arriba de Aznalcóllar, rematados por flores blancas.
Unas guirnaldas de flores en la parte superior y cinco lámparas de araña colgando del techo completan el altar del besamanos a la Esperanza de la Trinidad.


































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