miércoles, 12 de agosto de 2020

LAS VÍRGENES DORMIDAS DEL POZO SANTO Y SANTA ROSALÍA NO SERÁN EXPUESTAS


Ciertamente, el coronavirus nos está privando a los cofrades de prácticamente todo lo que nos podría privar en lo que a manifestaciones de fe y tradiciones se refiere; desde las citas más multitudinarias con grandes devociones por las calles hasta encuentros más íntimos con determinadas imágenes de la ciudad.
Si el próximo sábado, Día de la Virgen, no habrá procesión de la Patrona de la Archidiócesis por los alrededores de la Catedral, tampoco habrá exposición a la veneración de las vírgenes dormidas de Sevilla, como son la Virgen del Tránsito del Pozo Santo y la de la Dormición del Convento de Santa Rosalía.
Para evitar la concentración de personas en ambos espacios conventuales (teniendo en cuenta además que el Pozo Santo alberga una residencia de ancianos, población de alto riesgo de la pandemia), las dos comunidades de religiosas, las terciarias franciscanas y las clarisas capuchinas, han coincidido en que lo mejor este año es no exponer a estas imágenes a la veneración, lo que en el caso de la Virgen de la Dormición se traduce en que ni siquiera será trasladada al templo, sino que se quedará, como el resto del año, en las dependencias privadas del convento de la calle Cardenal Spínola.
Así las cosas, y pese a que los cultos internos de las cofradías sí se están celebrando en esto que de manera absurda llaman "nueva normalidad", al menos el encuentro anual con las vírgenes dormidas, con el que muchos devotos completan la mañana de cada 15 de agosto tras ver la entrada de la Virgen de los Reyes, tendrá que esperar hasta 2021.

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