viernes, 24 de junio de 2022

EL SOSPECHOSO DESTINO DE LA DOLOROSA RECHAZADA POR LAS SIETE PALABRAS

La Hermandad de la Lanzada ha sorprendido este viernes dando a conocer la donación a la corporación por parte del imaginero Juan Manuel Miñarro de su dolorosa advocada como María Santísima del Amor. Se trata de una dolorosa ya conocida en el mundo cofradiero; no tanto por haber estado durante once años expuesta al culto en la Parroquia de San Isidoro, como por el hecho de haber sido rechazada hasta en dos ocasiones (la última hace un año) por los hermanos de las Siete Palabras para adoptarla como titular en sustitución de la actual imagen de Nuestra Señora de la Cabeza (ver).
Lo cierto es que, tras la segunda negativa en San Vicente, Miñarro apuntó a la opción de que su dolorosa acabara en Málaga, aunque también señalaba que podría ser cedida a un templo, sin indicar destino, como ocurrió durante su estancia en San Isidoro. Finalmente, es esta segunda opción la que será una realidad, al aceptar la Lanzada y aprobarlo la autoridad eclesiástica, que la imagen vaya a la Iglesia de San Martín.
Pero, claro está, esta cesión a la Lanzada ya está dando que hablar entre los cofrades. ¿Por qué a San Martín? Miñarro trabajó entre 2019 y 2020 en la restauración de la imagen de Nuestra Señora de Guía, como un año antes hizo con Nuestra Señora de la Esperanza Divina Enfermera, de la misma hermandad. No es nueva la relación entre imaginero y hermandad. Y no es San Martín, por tanto, una iglesia a la que le falten tallas marianas, ni a la propia Hermandad de la Lanzada, que tiene cuatro vírgenes como titulares: dos dolorosas y dos imágenes letíficas. ¿Hace falta en San Martín otra imagen de la Virgen y, en concreto, otra dolorosa?
Para muchos esta cesión podría ser un pequeño primer paso para meter por los ojos a los hermanos de la Lanzada esta dolorosa y plantear en un futuro más o menos cercano que acabe sustituyendo a la actual Virgen de Guía en el paso de misterio de la corporación. La Virgen de Guía, obra de Antonio Illanes de 1971 profundamente retocada por José Rivero Carrera en 1982, está algo cuestionada, aunque quizá no tanto en el seno de la hermandad como fuera, y no tanto como ocurría en las Siete Palabras con la Virgen de la Cabeza. ¿La llegada de la Virgen del Amor de Miñarro, dos veces rechazada en San Vicente, es un intento de que acabe como titular en San Martín?
Parece muy difícil que los cofrades de la Lanzada aceptaran a una dolorosa que llega de rebote y tras dos rechazos en otra hermandad, y además de la misma jornada procesional. Pero el caso es que de momento Miñarro ya ha conseguido en San Martín lo que nunca consiguió en San Vicente: tener a su dolorosa recibiendo culto en el templo.
¿Cuánto tardarán algunos supuestos 'influencers' cofradieros en empezar desde sus tribunas a pedir, sugerir, insinuar... la sustitución de la actual Virgen de Guía por la Virgen del Amor? Tic tac, tic tac, tic tac...

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