No sorprende la decisión, ya que en general los comentarios generados tras la estación de penitencia de la cofradía que abre (este año más que nunca) el Miércoles Santo han sido positivos. En el caso del misterio, estamos ante la tercera confirmación de que los pasos no sólo no pierden, sino que incluso pueden ganar bastante con el cambio de cornetas y tambores a agrupación musical. Lo hemos podido comprobar en los últimos años con Jesús Despojado (2005) y Monte-Sión (2006), y ahora lo hemos visto confirmado con el Carmen Doloroso.
La calidad interpretativa, gustos aparte, de Virgen de los Reyes está fuera de toda discusión. Otra cosa son algunas marchas puntuales que, si bien no desmerecen el trabajo de la agrupación, quizá no son tan buenas como otras que, antiguas o recientes, forman parte de su amplio repertorio. Y no me refiero a las consabidas marchas flamencas. A mí no me parece que el flamenco sobre en la Semana Santa, porque si así fuera, lo primero que tendríamos que erradicar son las saetas. Me refiero a otras marchas, flamencas o no, que no están al nivel del resto.
En cuanto a la banda de Aznalcóllar, ha sido también muy alabado el acompañamiento que ha ofrecido al paso de palio de la Virgen del Carmen, del que, por otra parte, ha llamado mucho la atención la interpretación vocal de una parte de la marcha "La Esperanza de Triana", de López Farfán, que se pudo escuchar en la salida y en la entrada en Campana.
La junta que preside Antonio Saldaña vuelve a acertar. Acertó con el cambio y acierta ahora también con la renovación.
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