martes, 4 de abril de 2017

LA AURORA DE SANTA MARINA, CON DIADEMA EN SU BESAMANOS DEL DOMINGO


La Hermandad de la Resurrección celebró durante toda la jornada del Domingo de Pasión el besamanos anual a Nuestra Señora de la Aurora, que lució este año su diadema de plata sobredorada en la que se engarzaron diversas joyas. Además, contó con un tocado que recordaba a la Piedad de la Mortaja o a la Virgen de las Aguas del Museo.
Vestía un manto de camarín de terciopelo rojo liso y una saya de tisú con bordados en oro. Llevaba un rosario en cada mano, aunque era la derecha la que daba a besar, mientras que en la izquierda sujetaba una rosa de pasión. Sobre el pecherín, tenía una medalla de la propia hermandad y otra con el símbolo del alfa y el omega que alude a Dios.
A los lados de la Virgen de la Aurora veíamos unos candeleros de su paso de palio, pero con la particularidad de tener sobre ellos la parte superior de los antiguos faroles de acompañamiento de la cruz de guía, que serán sustituidos este año por unos nuevos realizados por los Hermanos Delgado. Además, hay que indicar que la imagen se encontraba en una posición bastante alta, dado que estaba sobre una doble peana: una primera de madera tallada, dorada y policromada, y una segunda de color rojo con el borde dorado.
Detrás veíamos la cruz de guía de la hermandad que cierra la Semana Santa ante un dosel de cultos y entre los antiguos candelabros de los costeros del paso del Señor Resucitado. A los pies de la cruz de guía estaba el habitual templete dorado con la reliquia de una piedra del Santo Sepulcro entre guardabrisas y jarras de madera dorada con flores blancas.
Además, superpuestos a los laterales del dosel había otros más pequeños sobre mesas de madera dorada con dos de los antiguos ángeles de las esquinas del paso del Cristo de las Almas, de la Hermandad de los Javieres, y unos candeleros plateados con velas blancas de gas ante ellos.
Y otros dos doseles más de tamaño medio estaban en los extremos del altar, con goteras de forma redondeada con sendos espejitos de marco dorado en el centro. Estos doseles cobijaban sendas jarras doradas con más flores, unas bandejas y unos candeleros dorados, siendo distintos los de uno y otro lado, ya que los del lado izquierdo eran dos de estilo salomónico que terminaban en guardabrisas, mientras que los del lado derecho eran seis con velas blancas.
Finalmente, en el lado derecho había un candelero con un cirio blanco con letras inscritas en azul en las que se leía "Aurora, Luz de Vida".



























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