martes, 20 de septiembre de 2022

CINCO AÑOS DESPUÉS, LA VIRGEN DE LA LUZ VOLVIÓ A RECORRER LA PUERTA CARMONA


Entre lluvias y pandemias, la Virgen de la Luz de San Esteban no salía a las calles del barrio de la Puerta Carmona desde el lejano 2017 (ver). Cinco años, por tanto, han tenido que pasar para volver a ver una cofradía que se echaba de menos; con un regusto clásico y entrañable, y con un recorrido que incluye callejuelas íntimas que serpentean alrededor de su templo.
La larga espera tuvo su recompensa y la Virgen de la Luz regaló a cofrades y devotos una emotiva salida procesional que comenzó con puntualidad a las nueve de la noche, cuando se puso en camino el cortejo, encabezado por la cruz de guía entre faroles. Detrás, varios niños con cirios seguidos del simpecado, más hermanos y las representaciones de las hermandades de San Esteban y la Virgen de la Alegría antes del propio estandarte corporativo de la Hermandad de la Luz.






Tras el cuerpo de acólitos salió por la puerta ojival dentada de San Esteban el paso de la Virgen de la Luz, comandado por el capataz José Antonio Campos Aguilar. Esperaba a la Virgen la Banda de Música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, que tras el Himno de España interpretó la composición "A Nuestra Señora de la Luz", con la que el paso comenzó a girar a su derecha en dirección a la plaza de Pilatos, a la que llegaría después a los sones de "Macarena", de Abel Moreno.
Una inmensa cantidad de varas de nardos adornaban el paso, obra de Antonio Castillo Lastrucci, sobre el que veíamos a la Virgen de la Luz vestida con sus habituales prendas de salida y sus distintos elementos de orfebrería dorada.
En la plaza de Pilatos un costalero pidió desde las propias trabajaderas una levantá dedicada a su padre, fallecido hace poco tiempo. Así se hizo, el paso se levantó y recorrió la plaza hasta alcanzar la calle Águilas mientras la banda tocaba "Como tú, ninguna". El primer relevo de costaleros llegó en la siguiente parada, en el inicio de la calle.


















Posteriormente, la Virgen de la Luz siguió avanzando por Águilas con la marcha "Madre Hiniesta", composición que fue interrumpida cuando el paso se detuvo muy cerca de la ventana donde contemplaban el paso de la cofradía las religiosas del Convento de Santa María de Jesús. Las hermanas clarisas se adelantaron e interpretaron a la Virgen el cántico que tenían preparado, pensando quizá que este año el paso no se iba a volver hacia ellas. Pero claro que lo hizo. Con "Triana de Esperanza", el paso giró hasta quedar vuelto por completo a la ventana, viéndose desde la calle la emoción en las caras de las hermanas, que también han tenido que esperar un lustro para encontrarse frente a frente con la Virgen de la Luz ante su casa.
El paso volvió a detenerse y las clarisas aprovecharon para cantarle otra vez a la Virgen; en este caso, la Salve. Luego, el capataz ordenó que la siguiente levantá se hiciera a pulso mientras la Banda de Las Cigarreras comenzaba a tocar "Hosanna in excelsis". Con ella, el paso empezó a alejarse y, tras una chicotá a tambor, continuó por Águilas a los sones de "Al Cielo con Ella", seguida después por "Hiniesta" en el giro hacia la calle Cabeza del Rey Don Pedro.





















Los hermanos del Rocío de Sevilla, que tienen en la calle Cabeza del Rey Don Pedro su casa hermandad, vieron discurrir por su puerta a la Virgen de la Luz, que pasó ante ellos con la marcha "Rocío". Posteriormente, en el giro a Boteros, la banda interpretó "María Santísima del Subterráneo", dirigiéndose el paso luego a la plaza de San Ildefonso, donde se detuvo antes de continuar con "Y en Triana, la O" por Zamudio hasta la plaza de San Leandro.

















Desde San Leandro, y tras un relevo de costaleros, la Virgen de la Luz tomó la calle Imperial mientras sonaba la marcha "Jerusalén", seguida por "A Ti, Manué". Después llegaba un punto destacado del itinerario de esta cofradía, como es el paso por la parte más estrecha de la calle, una labor que requiere una gran pericia por parte de los capataces y los costaleros. Sin problema ninguno, demostrando que el paso de tiempo no ha perjudicado el saber hacer de unos y de otros, el paso dejó atrás este dificultoso tramo por el que fue a los sones de "Mi Amargura".
Poco después, cerca de la esquina con Calería, el paso se detuvo y de nuevo hubo un relevo bajo las trabajaderas. Los costaleros que esperaban para meterse habían asistido expectantes al trabajo realizado en la estrechez de la calle y ahora era su turno para continuar un par de calles más.

















La Iglesia de San Esteban estaba muy cerca, pero antes de regresar a ella, la Virgen de la Luz iba a dar un pequeño rodeo por varias calles más del barrio. Así, con la banda tocando "La Virgen de los Desamparados", el paso giró a Calería. En ella, uno de los capataces quiso dedicar una levantá "a los que tenemos mirando desde el balconcito del cielo". A continuación, el paso tomó Juan de la Encina con la marcha "Madre de Dios de los Desamparados" ante la casa hermandad de San Esteban.
Tras una chicotá a tambor, la Virgen de la Luz giró a su derecha en Muro de los Navarros a los sones de "Valle de Sevilla", y después fue el turno de "Pasa la Virgen Macarena" y de "Triana" al salir a la Puerta Carmona. La cofradía encaraba entonces la recta final de la salida procesional tomando la calle San Esteban, momento en que la banda volvió a interpretar "A Nuestra Señora de la Luz".

















En la siguiente levantá, uno de los capataces llevó ante el paso a sus padres, las personas a las que dijo querer más que a nadie. Les contó a los costaleros que el padre pasó recientemente un susto en su salud, pero "gracias al Señor de la caña y a la que tenemos encima del paso aquí están". La levantá fue por ambos y antes de seguir comandando el paso los besó muy emocionado.
Por la calle San Esteban sonaría después la marcha "Virgen de las Aguas", tras la que hubo otra dedicatoria de levantá, en este caso a la Banda de Las Cigarreras. Su responsable, José María Gutiérrez, fue el encargado de tocar el llamador, no sin antes avisar a sus componentes de que debían empezar a tocar "Pasan los campanilleros" en cuanto el paso estuviera arriba. Así fue y, con esta banda sonora, llegó otro momento muy emotivo cuando la Virgen de la Luz se volvió hacia un balcón donde una mujer mayor la contemplaba con lágrimas en los ojos y agradecía el gesto de la hermandad hacia ella. Con ayuda, la mujer logró asistir de pie a este momento, regresando a su silla cuando el paso empezó a alejarse.
"Pasan los campanilleros" fue enlazada con "Esperanza Macarena" y con ella el paso llegó a la puerta del templo, en el que en unos instantes iba a realizar su entrada.

















Antes de la levantá se decidió que la entrada se iba a realizar sin una parada previa con el paso ya enmarcado ante la puerta. Por ello, cuando sonó el llamador, con los costaleros ya dados la vuelta bajo las trabajaderas, varios hermanos se apresuraron a retirar los zancos. Con "Encarnación Coronada", la Virgen de la Luz se encaminó hasta la puerta y, con los costaleros agachados para que la ráfaga no rozara con el arco ojival, entró en el templo, momento en que la Banda de Las Cigarreras tocó el Himno de España cuando pasaban dos minutos de la una menos veinticinco de la noche.









El paso fue conducido a los pies de la nave central del templo, bajo el coro, y en ese momento se cerró la salida procesional rezando un Padre Nuestro por los hermanos difuntos. Finalmente, los costaleros fueron convocados para la mañana de este sábado, cuando el paso será subido al camión que lo llevará hasta su almacén, del que no salía desde 2019.


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