jueves, 15 de noviembre de 2012

REGINA OMNIUM SANCTORUM


Con un itinerario muy diferente al del año pasado, por calles más anchas capaces de absorber mejor a la enorme cantidad de cofrades que cada año la siguen por las calles del barrio de la Feria, la Reina de Todos los Santos realizó el pasado domingo su salida procesional. Abría el cortejo la cruz de guía y formaban parte del cortejo, del que destaca el simpecado, que ha sido restaurado este año por el taller de bordados de Santa Bárbara, las representaciones de las dos hermandades de penitencia con las que la Hermandad de Todos los Santos comparte residencia: los Javieres y el Carmen Doloroso.



Tras su salida desde la Parroquia de Omnium Sanctorum, el paso, con una de las peanas más espectaculares de entre las cofradías de gloria (obra de Gabriel Gutiérrez de la Vega, del siglo XVIII), tomó por Peris Mencheta, con el acompañamiento musical de la Banda de Música del Maestro Tejera, que interpretó a lo largo del itinerario marchas como "Pasa la Virgen Macarena", "Nuestra Señora de Guadalupe", "Jesús de la Salud" o "Triana, tu Esperanza", además de "Reina de Todos los Santos".
La Virgen, que alterna en sus salidas procesionales los cuatro mantos que posee, lucía en esta ocasión el rosa bordado en oro a realce y sedas, realizado en el siglo XVIII y enriquecido en 1800.


















Tras dejar atrás la Plaza de la Mata, la Virgen, guiada por el capataz Antonio Santiago y su hijo, continuó por la calle Santa Rufina. Cuando los costaleros no levantaban el paso exactamente a la vez, el pronunciado cimbreo de los altísimos candelabros de guardabrisas del siglo XIX provocaba que cayera la cera en cualquier dirección, principalmente sobre los santos situados en la peana junto a la Virgen.
En Santa Rufina la Banda de Tejera interpretó "Aquella Virgen", marcha que enlazó con "Corpus Christi" durante la revirá del paso en la esquina con Correduría.














En la calle Correduría había diversos balcones engalanados especialmente para el paso de la cofradía. Se pudieron ver mantones y cuadros con fotos de la Reina de Todos los Santos. Además, desde dos balcones situados uno frente a otro se encendieron sendas bengalas.














La cofradía continuó por Conde de Torrejón y Marco Sancho, en cuya revirá sonó "Virgen de las Angustias", a la que siguió posteriormente, en el giro hacia Quintana, "La Sangre y la Gloria".
















Sin abandonar ya las inmediaciones de la calle Feria, la Reina de Todos los Santos continuaría después por la Plaza de Monte-Sión, con parada ante la hermandad del Jueves Santo, González Cuadrado, Cruz Verde y la propia calle Feria.
Aunque es lógico que la hermandad modifique cada año su itinerario para intentar pasar cada cierto tiempo por el mayor número posible de calles del barrio, sin duda el del pasado domingo fue mucho mejor que el de 2011, ya que entonces hubo muchas calles por las que prácticamente sólo cabía el propio paso. Es bueno que todos los vecinos tengan oportunidad de disfrutar de la Reina de Todos los Santos, pero también es bueno poder respirar sin dificultad mientras se la ve pasar...

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