El Milagroso Niño Jesús de Praga realizó ayer su salida procesional desde el Convento del Santo Ángel, recorriendo las principales calles del centro de Sevilla en una agradable tarde en la que no pocos cofrades acompañaron a la cofradía durante las cuatro horas que duró su recorrido.
Todo comenzó a las cinco y media de la tarde, cuando, con puntualidad, se abrieron las puertas del convento y la cruz de guía entre faroles dio paso a un cortejo en el que, como es habitual, participaron los grupos jóvenes de distintas hermandades de Sevilla capital y de la provincia, así como el grupo de devotos del Cristo de los Desamparados, con el que la Hermandad del Carmen comparte sede canónica en el cenobio de la calle Rioja, y cuyo estandarte iba justo delante del de la propia cofradía carmelita.
No tardó en alcanzar la puerta desde el presbiterio del templo el paso del Niño Jesús de Praga, comandado por segundo año como capataces por los hermanos Gallego. Contaba con un exorno floral compuesto de diversas especies como rosas, eucalipto, claveles, gerberas, astromelias y crisantemos, con una marcada tonalidad roja.
La Agrupación Musical Santa María Magdalena de Arahal, con sus inconfundibles sones, fue la encargada un año más de acompañar al Niño, interpretando para él, tras el Himno Nacional, la marcha "Milagroso Niño Jesús de Praga", que se enlazó mientras giraba a la derecha en la calle Rioja con "Oh, pecador". Y cuando esta composición finalizó, el paso ganó todavía algunos metros antes de detenerse por primera vez.
Sonó el llamador y el paso se dispuso a continuar su recorrido afrontando la revirá a la calle Velázquez, para la que los músicos de Arahal interpretaron la marcha "Rey de San Julián". Luego, después de otra parada, se produjo una nueva chicotá, ahora con un clásico de las agrupaciones musicales como es "Salud de San Bernardo".
Más adelante, se iba a iniciar lo que uno de los Gallego definió como una gmkhana, consistente en sortear los maceteros de O‘Donnell, calle, o mejor dicho, tramo de calle por el que el paso del Niño Jesús de Praga discurrió a tambor.
Una breve chicotá sorteando no sólo maceteros, sino también algún charco por la lluvia caída durante la mañana, precedió a la entrada en Campana del paso, lo que suele ser un momento destacado cada año en la salida procesional del Niño que tallara Fernando Aguado en 2007.
No fue menos destacado en esta ocasión, en la que el paso recorrió la plaza hasta entrar en Sierpes con un total de tres marchas que fueron encadenadas por la Agrupación Santa María Magdalena de Arahal, como fueron "Nuestro Padre Jesús de la Victoria", "Sones de un sueño" y "Orando al Padre".
Desde Sierpes, el recorrido del Niño Jesús de Praga continuó por calles como Cerrajería, Cuna, Salvador, plaza del Pan, Francos o plaza de San Francisco, regresando al Convento del Santo Ángel por Sierpes, Jovellanos, Tetuán y Rioja. La entrada se produjo a las diez menos veinte de la noche, cuando se cerró la procesión, pero no los cultos en honor de la pequeña imagen, dado que este domingo ha sido la función solemne.
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