La Hermandad de la Resurrección de Jerez estrenó el pasado mes de diciembre nueva sede canónica al dejar su templo fundacional, la Catedral, y trasladarse a la Parroquia de San Dionisio, donde se encuentra ahora la imagen del Señor Resucitado.
La Virgen de la Luz se quedó en la Catedral porque, según la hermandad, no le pertenece, sino que es propiedad del Cabildo, aunque hay quien apunta que eso no es así, dado que en su día la imagen mariana, obra de Ramón Chaveli, le fue cedida a la corporación. Lo cierto es que la hermandad contará próximamente con una nueva Virgen de la Luz que sustituirá a la que ahora se ha quedado sin culto en la Catedral y que vimos por última vez en la calle, después de dos años habiendo sido retirada del cortejo procesional el Domingo de Resurrección, en la Magna Mariana del pasado 19 de octubre (ver).
Así las cosas, sin la compañía de momento de la Virgen, el Señor de la Resurrección ha estrenado nueva ubicación en San Dionisio, aunque la hermandad no ha abandonado la feligresía, ya que la Catedral pertenece por su ubicación geográfica a la parroquia situada en la plaza de la Asunción.
En concreto, el Señor se puede ver actualmente en la capilla bautismal, conocida también como la capilla de la Astera, compartiendo espacio con el antiquísimo Cristo de las Aguas, un Cristo yacente atribuido a Pedro Millán al que los jerezanos imploraban en tiempos de sequía. Así, curiosamente esta capilla acoge a dos imágenes de Jesús en el sepulcro; una muerto y otra en el momento de su resurrección.
El Señor que tallara Luis González Rey, que mira hacia la histórica pila bautismal del templo parroquial, está flanqueado por cuatro candeleros plateados con cirios color tiniebla, mientras que el estandarte corporativo se encuentra en el lado derecho.
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