miércoles, 9 de abril de 2014

AURORA DE LA RESURRECCIÓN


El pasado Domingo de Pasión, dos semanas antes del día grande de la Hermandad de la Resurrección, tuvo lugar el besamanos a Nuestra Señora de la Aurora, que se encontraba en el presbiterio de la Iglesia de Santa Marina, vestida con un manto de color morado, saya blanca bordada y la corona de salida. Sostenía una rosa de pasión en su mano izquierda y estaba elevada sobre una artística peana de madera policromada y dorada cuya altura quizá era excesiva, dado que obligó a poner un pequeño banquito delante para facilitar que alcanzaran la mano muchos de los que querían besarla.
El montaje para este besamanos a la Virgen de Dubé de Luque, que recientemente ha limpiado su encarnadura, incluyó la cesión por parte de la Hermandad de San Roque de su Simpecado, bordado en oro sobre terciopelo verde y malla, y presidido por una imagen de la Virgen de los Reyes.
Esta insignia estaba en un dosel de cultos entre dos faroles de plata con cera roja, jarras con flores blancas y candeleros. A ambos lados de la mesa de altar sobre la que se levantaba el dosel, había otros dos más pequeños con espejos de marco dorado y sendos ángeles entre jarras plateadas. Completaban el montaje grandes blandones a ambos lados de la Virgen de la Aurora.
Finalizado el besamanos, las hermanas de la corporación procedieron a trasladar a la imagen hasta su paso de palio, donde espera ya la llegada del próximo Domingo de Resurrección.






















No hay comentarios:

Publicar un comentario