jueves, 24 de abril de 2014

DOMINGO DE RAMOS 2014: DOMINGO DE GLORIA

Es el día con el que uno sueña todo el año. Ése al que llega la cuenta atrás de cada calendario cofradiero que nos van anunciando que "faltan x días para el Domingo de Ramos". Efectivamente, el Domingo de Ramos 2014 había llegado. Y lo había hecho de una forma extraña, desacostumbrada. No hubo que mirar al cielo desde la ventana tras saltar de la cama. No hacía falta. No hubo lugar a las dudas. Todas las cofradías de la jornada iban a poder salir, como no ocurría desde 2011, aquel año aciago, pero que empezó con sol.
Éste también tenía sol y calor, mucho calor. Pero era Domingo de Ramos y nada, salvo la lluvia, puede vencer a la ilusión de vivir con intensidad lo que iba a ser todo un domingo de gloria. Porque eso mismo, la gloria, es lo que parece alcanzarse en una jornada que arranca por la mañana con los blancos nazarenos de la Paz por las perfumadas calles del Porvenir, y finaliza ya de madrugada en el diálogo musical que entablan la Virgen y el Discípulo Amado entre bordados de Rodríguez Ojeda. Y en medio de todo ello, como escenario feliz e ilusionado, la ciudad rendida a la locura. Era Domingo de Ramos, era domingo de gloria.
Nada menos que 75 años contemplan a la Hermandad de la Paz. Tres cuartos de siglo de vida de una cofradía sin la que hoy no se entiende su barrio, el mismo que disfrutará el próximo mes de septiembre de nuevo con su Virgen por las calles tras una misa en la mismísima Plaza de América.
Faltaban unos diez minutos para la una de la tarde cuando las puertas de la Parroquia de San Sebastián se abrieron. Poco antes había llegado hasta el inicio de la calle Río de la Plata la llamativa Sección Montada que precede a la cruz de guía en la primera parte de su larga estación de penitencia. Los caballos salieron con celeridad, más aún que la de los nazarenos de cordón y botonadura rojos, por lo que en la esquina con calle Brasil tuvieron que pararse para no despegarse demasiado.
No tardó en asomar por la puerta el paso de misterio de Nuestro Padre Jesús de la Victoria, que ha protagonizado esta Cuaresma un vía crucis con un recorrido de carácter extraordinario para pasar por el Pabellón de Telefónica, antigua Farmacia Militar, donde se gestó la fundación de la hermandad. El Señor vestía la túnica de Manuel Solano, con diseño de Fernando Aguado, que fue realizada en 2011, aunque no se pudo estrenar en la calle hasta el año pasado en aquella estación de penitencia interrumpida por la lluvia. La Agrupación Musical Nuestra Señora de la Encarnación, que había pisado la Campana por última vez el Domingo de Ramos de 2011, acompañó a este misterio en el que Jesús recibe de dos sayones la cruz para que la lleve camino del Calvario, en presencia de un miembro del sanedrín y un soldado romano con cara de pena.




















El intensísimo calor de un día de playa empezaba a hacer estragos, provocando el desmayo de una chica en la misma calle Río de la Plata y el llanto desconsolado de un niño que se asustó con el revuelo que se formó por el incidente.
Algo menos de una hora después de la salida del misterio, se ponía en la calle el paso de palio de la Virgen de la Paz, que estrenaba una fantástica saya bordada en plata sobre tisú por Manuel Solano, con un diseño inspirado en la corona de la dolorosa en la que Antonio Illanes reflejó el rostro de su mujer, Isabel Salcedo.
Claveles y gladiolos blancos adornaban este paso, acompañado musicalmente por la Banda de Música Santa Ana, de Dos Hermanas, que interpretó uno de los himnos del Domingo de Ramos, "Virgen de la Paz", a la salida y posteriormente, en el giro hacia la calle Brasil, la marcha "Rocío".



















El Domingo de Ramos estaba ya en marcha, discurriendo según lo previsto. En la calle Sol, un nombre de lo más conveniente, la Hermandad de la Cena comenzaba su estación de penitencia a las tres y media de la tarde.
Este año la priostía de la corporación, que no para de experimentar, ha recuperado, como en la procesión del Corpus del año pasado, los característicos faroles dorados de las esquinas, pero combinados con los candelabros laterales del paso de la Virgen de la Encarnación, para intentar dotar de mayor iluminación al conjunto escultórico que conforman el Señor que tallara Sebastián Santos y el apostolado de Luis Ortega Bru, en el que todos se miran entre ellos, tratando de descubrir al traidor anunciado, o miran a Jesús o bajan la mirada... menos Judas Iscariote, que oculta la bolsa con las treinta monedas y desvía la mirada del resto, incluso de San Judas Tadeo, que tiene sus ojos fijos en él.
La Banda de Cornetas y Tambores de la Cigarreras esperaba junto a la puerta para acompañar a este gran paso de misterio, exornado por claveles rojos, además de rosas rojas con espigas de trigo en las esquinas, por las calles de la ciudad.















Y del paso repleto de imágenes de la Cena, a la soledad del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, que fue recibido en la calle con la interpretación de una marcha por parte de la Banda de Música del Maestro Tejera, para tomar acto seguido el relevo, y ya para todo el recorrido, la Escolanía de María Auxiliadora.
Destacaban del adorno floral las dos altas jarras laterales con lirios morados, mientras que el resto del monte estaba compuesto por la habitual gama de flores silvestres, inmejorable composición para acompañar la meditación de Cristo momentos antes de su crucifixión. Dolía, bajo el sol de la tarde, su amoratada espalda.















Cerraba la cofradía el paso de palio de la Virgen del Subterráneo entre sus característicos claveles rosas. La Banda de Tejera, tras el Himno Nacional, interpretó la marcha que Pedro Gámez Laserna le dedicara a esta dolorosa, "María Santísima del Subterráneo". Después se produjeron varias petaladas y el paso se detuvo para que un muchacho joven, desde un balcón, interpretara una larga saeta. Tras ella, la Virgen del Subterráneo continuó hacia la Plaza de los Terceros y la estrechez de la calle Gerona con "Virgen de las Aguas".



















La principal novedad del Domingo de Ramos la encontramos en la Hermandad de San Roque. Debido al cierre de su parroquia el pasado mes de diciembre, los titulares se trasladaron al Convento de San Leandro, pero la cofradía ha realizado su estación de penitencia desde la Iglesia de Santiago, acogida por la Hermandad del Beso de Judas.
Ello ha llevado a la cofradía de San Roque a modificar sustancialmente su itinerario, principalmente el de ida a la carrera oficial. A las cinco de la tarde los nazarenos empezaron a ocupar el tramo de la calle Santiago que va desde la iglesia que le da nombre hasta Cardenal Cervantes, donde la cofradía se diferenció del itinerario que al día siguiente tomaría la hermandad anfitriona. San Roque buscó la Plaza de San Leandro, Dormitorio y Plaza del Cristo de Burgos para enlazar en Imagen con su recorrido habitual.
La espadaña de Santiago fue testigo de excepción de la salida de San Roque y de cómo se marchaban sus pasos. En el primero vimos a Nuestro Padre Jesús de las Penas con la túnica morada bordada en 2011 por Fernández y Enríquez en estilo rocalla. El exorno floral fue el clásico, claveles rojos, como clásicos son también los sones de la Centuria Macarena que va detrás. El paso estrenaba su restauración integral y nuevo dorado.


















El calor seguía siendo protagonista. La Cruz Roja tenía que llevarse en camilla a una mujer mayor que había sufrido un mareo. Su marido la seguía por la calle Santiago en dirección a Ponce de León.
Con el exorno principal del paso a base de claveles blancos, una más este año, la Virgen de Gracia y Esperanza superó también la complicada salida de la Iglesia de Santiago y siguió al Nazareno por el novedoso itinerario, mucho más bello que el habitual.
La Banda de las Nieves de Olivares acompañó a este completo paso de palio, interpretando "Rocío" en la salida, como guiño a la hermandad que la ha acogido, y "Coronación" en la revirá entre Santiago y Cardenal Cervantes.



















Mucho se ha hablado en los meses previos a la Semana Santa de la modificación del misterio de la Entrada en Jerusalén, con la inclusión de dos nuevas tallas, una mujer y una niña, obras de Fernando Aguado, y la nueva posición del Señor, más en el centro del paso, como antiguamente, de forma que no esté en la delantera y dé la sensación de ser recibido por quienes lo esperaban ansiosos para, unos días después, pedir su crucifixión a Pilatos.
Parece que ha habido unanimidad en que el cambio ha sido positivo y que el paso, adornado este año con rosas de color rosa, ha ganado bastante, pese a la desconfianza inicial.
Con algunos minutos de retraso tuvo lugar la entrada del paso de la Borriquita en la Iglesia del Salvador. La Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora del Sol interpretó varias marchas seguidas antes de que el paso subiera la rampa y entrara definitivamente en el templo con "Cristo del Amor", dejando la última visión de la palmera y el pequeño Zaqueo enganchado a su tronco.



















Más tarde, en la Puerta del Arenal, unos turistas del norte se situaban para ver pasar a la Hermandad de Jesús Despojado. El hijo de uno de ellos, que se había quedado en casa, les avisaba que era una cofradía con pocos nazarenos, lo que animó a los turistas, que venían de ver la Estrella y se recuperaban con un papelón de pescaíto frito tras soportar interminables filas de nazarenos por Reyes Católicos.
Con lo que no contaban es que, por muy pocos nazarenos que tenga una hermandad, si no quiere andar, da lo mismo que sean 400 los hermanos de túnica, como si son 2.000. La cruz de guía de Jesús Despojado estuvo parada en la confluencia entre Toneleros y Antonia Díaz prácticamente el mismo tiempo que tardó el paso de Cristo de San Roque y parte del cortejo del paso de palio en pasar por la Campana, como se pudo comprobar por la televisión de un bar de la zona.
Por fin, cuando la hermandad decidió seguir su camino, pudimos ver el paso de misterio con claveles rojos de una tonalidad muy oscura, mientras que Nuestro Padre Jesús Despojado vestía una túnica morada colocada casi por completo, cuando lo habitual es que salga a la calle con el torso completamente al descubierto. Era una forma de reproducir la forma en que salió a las calles hace 75 años, en su primera estación de penitencia.
La Agrupación Musical Virgen de los Reyes, felizmente recuperada por la hermandad para acompañar a su paso de misterio en 2005, interpretó por esta zona las marchas "Caridad del Guadalquivir" y "La saeta".










Detrás, a los sones de "Virgen de las Aguas" a cargo de la Banda de Música del Liceo de Moguer, pasó por la zona el paso de palio de la Virgen de los Dolores y Misericordia acompañada por San Juan Evangelista. En la misma esquina con la calle Arfe tuvo lugar un relevo de costaleros de este palio que, frente al exotismo floral de otros años, ha apostado este Domingo de Ramos por el clasicisimo de, una vez más, los claveles blancos tanto en las jarras delanteras como en las laterales. Por fin, tras la suspensión de la salida en 2012 y la estación de penitencia interrumpida de 2013, pudo estrenarse como Dios manda el nuevo manto bordado por José Antonio Grande de León, siguiendo la estética decimonónica del conjunto del palio.









Debido al retraso que arrastraba el día, la segunda parte de la Hermandad del Amor salió veinte minutos más tarde de lo previsto. Ello permitió que avanzase sin soportar ningún parón por Cuna, Orfila o Javier Lasso de la Vega. La revirá entre estas dos últimas calles la realizó el paso del Cristo del Amor con bastante celeridad tras haberse detenido ante la representación de la Hermandad de los Panaderos en la Capilla de San Andrés. Claveles rojos, como siempre, adornaban el silencioso paso del impresionante crucificado de Juan de Mesa.






Cerrando el cortejo llegó el paso de palio de la Virgen del Socorro, un gran conjunto de bordado para una dolorosa atribuida en su origen a Juan de Mesa, aunque retocada por varias manos hasta el aspecto actual, debido a Francisco Buiza. En Javier Lasso de la Vega el capataz le dedicó una levantá a la mujer de Manuel Tristán, quien fuera secretario de la Hermandad del Amor y uno de los responsables precisamente de este palio que hoy cobija a la Virgen del Socorro, y que se alejó buscando la carrera oficial con la marcha "Macarena", de Emilio Cebrián, una de las que más se han escuchado este año, interpretada en este caso por la Banda de Música María Santísima de la Victoria, de las Cigarreras.










A eso de las once y media de la noche, las calles Doña María Coronel, Bustos Tavera y Plaza de San Marcos estaban ocupadas completamente por el cortejo azul y blanco de la Hermandad de la Hiniesta, que buscaba ya sus característicos callejones de regreso a San Julián.
El primer paso, el del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, es uno de ésos en los que parece que el tiempo se ha detenido. Sobre su clásico monte de claveles rojos y friso de lirios morados, el crucificado de Castillo Lastrucci, que en los próximos días será retirado del culto para su restauración por Pedro Manzano, era observado por la Magdalena, entre hachones color tiniebla que a esa hora chorreaban cera tras toda una jornada prestando luz al conmovedor diálogo imposible entre ambas tallas.
Se trata del único paso tras el que hoy en día podemos escuchar a la Agrupación Musical Santa María Magdalena, de Arahal, con sus sones prácticamente invariables desde su fundación hace medio siglo. No faltaron ni los xilófonos característicos cuando el paso se recortaba ante la fachada de la Parroquia de San Marcos, una zona por la que la cofradía podía ser seguida con tranquilidad, caminando incluso por momentos junto al paso.













Detrás, la dolorosa de la Hiniesta, radiante tras la restauración a la que ha sido sometida en el taller de Pedro Manzano, en su palio azul y plata de Rodríguez Ojeda, adornado con claveles blancos. El palio se detuvo, entre naranjos, ante el inmueble de la calle Doña María Coronel en cuyo balcón se puede ver todo el año un azulejo de la Hiniesta vestida de hebrea. Desde allí recibió la dolorosa dos saetas, hasta que de nuevo siguió su camino mientras la Banda del Carmen de Salteras tocaba de nuevo "Macarena", de Cebrián.












La primera hermandad que cada año cruza el Puente de Triana, la Estrella, para hacer estación de penitencia a la Catedral estaba ya a punto de volver a cruzarlo en su regreso a la calle San Jacinto. El Señor de las Penas presentaba una imagen novedosa, al tener atadas las manos con las que reza al Padre en los momentos previos a la crucifixión. Detrás, los sayones preparan la cruz ante la atenta mirada de un romano al que parece que la muerte del Hijo de Dios le suena a puro trámite: un ajusticiamiento más...
Cada chicotá de este paso de misterio, incluso las que se realizan a tambor, no son un trámite, sino algo muy trabajado a las órdenes siempre de un capataz, Manuel Vizcaya, que emociona por su forma de mandar y las palabras que les va diciendo a sus hombres. La Banda de Cornetas y Tambores de la Presentación al Pueblo, de Dos Hermanas, le va mejor a este paso que a los otros dos que acompaña en la Semana Santa sevillana. Con éste, al menos, parece que pueden permitirse una mayor libertad al escoger las marchas.
Mucha gente estaba dispuesta a seguir al Señor de las Penas hasta su capilla, a través de un puente donde no hacía, ni de lejos, el frío del año pasado, cuando la Hermandad de la Estrella fue la única en completar su estación de penitencia.









Bajo el palio nuevo, el de Garduño, salió a las calles este año la Virgen de la Estrella, una de las mejores dolorosas de Sevilla. A la Capilla del Baratillo, lugar destacado para todas las hermandades de Triana, llegó con "Coronación de la Macarena". Después, la Banda de Música de la Oliva, de Salteras, interpretaría "Macarena", de Cebrián, y una doble ración de "La Estrella Sublime", marcha compuesta para la Hiniesta, pero que, por su nombre, caracteriza también a la dolorosa trianera. Rosas de color rosa adornaban el paso de palio.















La gloria del Domingo de Ramos se completa con la Hermandad de la Amargura, una de esas cofradías que se dice que hay que contemplar con calma, desde la cruz de guía hasta el último músico de la Banda de Nuestra Señora del Águila, de Alcalá de Guadaíra. Y si es en las últimas calles de su recorrido, lejos ya de la masificación propia de este día, mucho mejor.
El paso de misterio es un auténtico barco en el que Herodes desprecia, como diría la saeta, al mejor de los nacidos. Y le viste de blanco como a los locos, decepcionado por no haberse podido deleitar con uno de los milagros de los que le habían hablado. Esperaba hacer de Jesucristo, el salvador de los hombres, un espectáculo, y sólo consiguió su paciente silencio.
Un silencio que, mientras avanza poderoso el misterio con sus 45 costaleros, rompe en la noche la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de las Tres Caídas con un repertorio escogido, selecto, clásico. El Señor del Silencio estrenaba en la calle, tras la lluvia del año pasado, la restaurada túnica persa.
Tras las paradas ante los conventos de las Hermanas de la Cruz y el Espíritu Santo, alcanzó la oscuridad de la Plaza de San Juan de la Palma y entró en el templo a los sones de "Silencio blanco".











Tras el misterio, la elegancia y majestuosidad del paso de palio de María Santísima de la Amargura, acompañada por San Juan Evangelista, quien le anuncia lo ocurrido con su hijo. También es muy cuidado el repertorio musical que se escucha tras este palio. Con "Margot" salió de la calle Santa Ángela de la Cruz hasta detenerse en el Convento del Espíritu Santo. Posteriormente, desde allí y hasta pararse ante la misma puerta de su templo, sonó "La Madrugá" en una plaza absolutamente en silencio. Finalmente, mientras el paso giraba 180 grados, la marcha de las marchas, "Amarguras", la música que Font de Anta le puso al dialogo de San Juan con la desconsolada Madre de Dios.










A las 2,53 de la madrugada del Lunes Santo entraba, sin interpretación del Himno Nacional, la Amargura. Acababa un día glorioso, el día más esperado. Por delante, todos los demás...

2 comentarios:

  1. Buenas noches,
    Admiramos cada año tu trabajo, ¿Te da tiempo de realizar el seguimiento de todas las hermandades tu sólo, o cuentas con colaboradores?. Es simple curiosidad, enhorabuena por tu trabajo.
    Un saludo.
    María y Santiago.
    Pasión en la Distancia.

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  2. Muchas gracias por vuestras palabras. Todo lo que cuento en estas crónicas es cómo vivo cada jornada. Es lo que tiene ser un auténtico jartible y querer estar en la calle desde que sale la primera hasta que entra la última. Eso se consigue sin apenas descansar ni comer... y con dos ampollas que me salieron en los pies el año pasado. Pero ya se sabe que palos a gusto no duelen. Un saludo.

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