sábado, 18 de febrero de 2017

EL BESAMANOS EXTRAORDINARIO A LA VIRGEN DE GUADALUPE EN EL SAGRARIO


Después del traslado a la Parroquia del Sagrario en la tarde de ayer (ver), este sábado ha comenzado en dicho templo el besamanos extraordinario a María Santísima de Guadalupe, de la Hermandad de las Aguas, que se encuentra en plena celebración por los 50 años que han pasado desde su bendición en la Parroquia de San Bartolomé, donde por entonces residía la corporación.
Para este besamanos, la Virgen está vestida completamente diferente a como salió ayer a las calles, ya que la hermandad ha querido ataviarla a la manera en que estaba en el momento de su bendición. Así, podemos ver a la dolorosa con el manto procesional de la Virgen del Mayor Dolor de la misma hermandad, una saya blanca cedida por la Hermandad de la Macarena y una corona de la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad de la Carretería.
Además, para la celebración de este medio siglo, el hermano José Antonio Moreno Bernal ha restaurado la toca de sobremanto de Esperanza Elena Caro que también llevó la Virgen en su bendición. Asimismo, Belén Hernández ha reproducido un antiguo ramito de azucenas de orfebrería que tuvo la dolorosa y que lleva estos días en su mano izquierda, mientras que es la derecha la que da a besar.
La Virgen de Guadalupe se encuentra elevada sobre una fina peana de plata y flanqueada por dos candelabros de diez altas velas blancas cada uno. El sencillo altar de besamanos montado por la priostía para esta ocasión tan especial se completa con la presencia de varias jarras del paso de palio con rosas blancas, flores que vemos también en otros puntos del presbiterio, así como una pareja de ángeles ceriferarios de orfebrería que figuraban ayer en la parte trasera de las andas de traslado. Tanto estos ángeles como las jarras están situados sobre altos pies de plata.
























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