Este fin de semana ha tenido lugar el besamanos a Nuestra Señora de las Lágrimas, de la Hermandad de la Exaltación, que fue ubicada en el presbiterio bajo de la Iglesia de Santa Catalina, ante el altar del triduo que se celebró días atrás.
El sencillo montaje de este besamanos situó a la dolorosa en el centro, sobre una peana de madera dorada, y delante cuatro altos blandones con cera blanca y dos mesas de madera dorada en las que se situaron un par de jarras del paso de palio con distintas especies florales de tonalidades morada y rosa, a las que hay que sumar los verdes que se colocaron entre ellas. Además, en el suelo había un centro con las mismas flores y alrededor de la Virgen se colocaron dos alfombras.
Para este besamanos, la Virgen de las Lágrimas fue vestida con su manto procesional, y sobre éste una mantilla blanca a modo de toca. También llevaba la saya de Jesús Rosado, réplica de la del taller de Hijos de Olmo de 1919. En el pecherín tenía un puñal, una cruz pectoral, un alfiler con su advocación y algunos broches; en la cintura un fajín hebraico con varias medallas, en la mano izquierda un rosario y la derecha era la que ofrecía a los devotos.
Al fondo, el altar del triduo estaba presidido por una cruz entre dos de los ángeles de las esquinas del paso de misterio de la Exaltación. Los otros dos estaban más abajo, en los laterales de una estructura formada por los respiraderos del paso de palio. Se iluminaba el conjunto por un gran número de candeleros y arriba estaba el dosel de cultos de la Soledad de San Lorenzo con gotera y fondo de damasco morado.
Finalmente, hay que mencionar que el retablo mayor estaba cubierto por un cortinaje también morado, en la parte inferior se dispusieron los antiguos faldones del paso de palio y el púlpito estaba cubierto por una tela con el escudo de la corporación.
Por su parte, el Santísimo Cristo de la Exaltación estaba solo en la capilla de la hermandad, con un monte de corcho y una calavera como base de la cruz, y entre columnas doradas con jarras del palio con flores rojas y moradas.
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