martes, 3 de octubre de 2023

PASIÓN Y MUERTE SE HIZO COFRADÍA LETÍFICA CON LA VIRGEN DEL BUEN AIRE


La noche del pasado sábado tuvo lugar la salida procesional de Santa María del Buen Aire, la titular letífica de la Hermandad de Pasión y Muerte, que recorrió algunas de las calles de su feligresía alrededor de la parroquia durante unas tres horas y media.
El itinerario serpenteante por el barrio llevó a la Virgen a buscar primero algunas calles a un lado de Virgen de Fátima, donde se encuentra la Parroquia del Buen Aire, para después cruzar hacia el lado contrario, pasando por algunas de esas pequeñas calles con nombres de advocaciones marianas.
En Virgen del Perpetuo Socorro encontramos el paso, comandado por Manuel Vizcaya, para el que la Banda Municipal de Música de Mairena del Alcor tocó "Madre Hiniesta" mientras giraba a Virgen del Prado. En esta calle, dedicada a la Patrona de Ciudad Real, avanzó luego el paso a tambor antes de detenerse y continuar luego a Trabajo con "Nuestra Señora de la Guadalupe" y llegar a girar con ella a Virgen Inmaculada. En esta calle habría también una chicotá a tambor.









Santa María del Buen Aire, que tenía su paso exornado con diversas flores de tonalidad rosa y que vestía un manto rojo de brocado, tenía entre sus numerosas joyas una antigua medalla de la Virgen de los Reyes debido a la celebración del DCCLXXV aniversario de la llegada a Sevilla del rey San Fernando y de la restitución del culto cristiano en la ciudad.
De Virgen Inmaculada el paso salió de nuevo a Virgen del Perpetuo Socorro a los sones de "Mi Amargura", realizando aún con la misma partitura un segundo giro a Virgen del Mar. Después, sonaron los tambores y el inicio de la marcha "Coronación", aunque ésta fue interrumpida porque el paso se detuvo para un relevo de costaleros poco después de haberse iniciado.
Luego sí que sonó la composición dedicada a la Coronación Canónica de la Virgen de los Dolores del Cerro, con la que el paso del Buen Aire tomó la calle Virgen del Pino.









En este punto el capataz llamó delante del paso al párroco del Buen Aire, Borja Núñez Delgado, por cuyas intenciones pidió Manuel Vizcaya antes de dejar que fuera él quien tocara el llamador. Sonó luego "Triana" mientras el paso llegaba a un punto destacado del itinerario de la cofradía, dado que desde la azotea del número 13 de esta calle Virgen del Pino se lanzó una gran petalada.
Más adelante, la siguiente chicotá incluyó dos giros seguidos mientras la Banda de Mairena tocaba "Esperanza de vida"; de Virgen del Pino a Virgen de Fátima y de ésta a Enrique Mensaque, donde también se pudo escuchar "María en su Desconsuelo", composición del fallecido Bienvenido Puelles dedicada a la dolorosa del Desconsuelo y Visitación.
Tras un relevo de costaleros, la Virgen del Buen Aire tomó la calle Manuel Rodríguez Alonso con "Sé siempre nuestra Esperanza", seguida de "Y en Triana, la O" al continuar a Tadeo Soler.











Muy pocos metros quedaban para llegar a la parroquia y la Banda de Mairena tocó "Pasan los campanilleros" para que Santa María del Buen Aire volviera a pisar la calle Virgen de Fátima. Luego alcanzó la puerta del templo a los sones del Ave María de Vavilov (popularmente de Caccini), que se inició por segunda vez antes de interrumpirse cuando el paso se detuvo.
Comenzó entonces la maniobra de bajar del paso el baldaquino con la Virgen para realizar la entrada. Por el costero izquierdo, donde hubo que retirar las dos jarras y el guardabrisa, fue bajada la Virgen por varios costaleros y conducida a la puerta de la parroquia, donde se colocó en una plataforma de ruedas. La Banda de Mairena del Alcor tocó el Himno de España cuando pasaban cuatro minutos de las doce y media de la noche y después se rezó la Salve en la misma puerta.









Finalizada la salida procesional, y mientras los costaleros se llevaban el paso a las dependencias de la hermandad, quedaba conducir a la Virgen del Buen Aire hasta el interior del templo, dejándola situada junto al Santísimo Cristo de Pasión y Muerte y a la Virgen del Desconsuelo y Visitación. Dos de las jarras se colocaron ante la dolorosa y las otras dos ante la Virgen letífica que acababa de vivir en las calles un nuevo último sábado de septiembre.



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