Para pasos de palio singulares, el de Nuestra Madre y Señora del Traspaso, de la Hermandad del Nazareno. Jerez puro. Estamos ante el único palio de la Semana Santa jerezana que es portado como tradicionalmente fueron llevados los pasos en la ciudad. Tradición en mayúsculas, jerezanía.
Pero no es sólo cuestión de la forma de llevar el paso, con un andar muy personal y absolutamente distinguible entre más de una treintena de palios, sino que de los varales delanteros cuelgan las tradicionales coronas de flores que tanto llamaron la atención de los foráneos el pasado sábado, y que no es otra cosa que el mantenimiento de otro sello perdido en otras corporaciones pero muy frecuente en el pasado para recordar a los hermanos difuntos. De hecho, pudimos ver un ejemplo de ello en el antiguo palio en que se trasladó a la Capilla del Calvario la Virgen del Mayor Dolor el pasado 4 de octubre (ver).
Y no acaban ahí las particularidades que rodean a la Virgen del Traspaso y, en general, a toda la Hermandad del Nazareno, sino que junto al palio pudimos ver a dos hombres con los trajes de los antiguos guardias de campo, una profesión ya desaparecida pero que estuvo muy relacionada con la hermandad que, de esta forma, mantiene el recuerdo con sus uniformes de entonces.
Por el retraso que se arrastraba en el desarrollo de la procesión Magna en la carrera oficial, la Virgen del Traspaso salió de su Capilla de San Juan de Letrán a la Alameda Cristina y pronto se detuvo con el paso, como siempre, apoyado en las horquillas que llevan sus cargadores. Pero al ver los pasos que aún tenían que entrar por Tornería antes que el suyo, los cofrades determinaron que el palio se apoyara sobre los zancos, más cortos de lo normal, para evitar un inútil cansancio de los encargados de llevar a la dolorosa por las calles.
La Asociación Cultural Musical San José Artesano, de San Fernando, se ocupó de acompañar a la Virgen del Traspaso, que cuando por fin pudo avanzar lo hizo a los sones de "Aniversario macareno" siguiendo a la Paz y Concordia por Rafael Rivero y Tornería. Por esta zona accedió a la carrera oficial y posteriormente, al salir de ella, realizó un rodeo desde el Mamelón por la estrechez de Gaitán y la anchura de Porvera para regresar a la Alameda Cristina.
Finalmente, hay que comentar que las insignias utilizadas en el breve cortejo fueron el sinelabe y el guión corporativo, y que los cargadores vistieron camisas blancas en lugar de la túnica de la hermandad, mientras que entre los hermanos que iban delante se vieron algunas camisas de color morado, el característico de la corporación que da nombre a la Noche de Jesús.
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