lunes, 7 de octubre de 2024

EL CORAZÓN DE MARÍA SALIÓ POR HELIÓPOLIS POR SUS 75 AÑOS DE VIDA


Este 2024 está tan repleto de salidas extraordinarias que el sábado se vivieron dos. Si por la mañana fue la salida de la Virgen de la Salud de San Isidoro por los 350 años de sus primeras reglas (ver), por la tarde fue el turno del Inmaculado Corazón de María, de la Hermandad de la Misión, con motivo de su LXXV aniversario fundacional. Y es que las Glorias también saben celebrar en la calle sus efemérides.
En este caso, la corporación del barrio de Heliópolis planteó una salida extraordinaria en dos actos: la ida y la vuelta a su parroquia, con una misa estacional entre ambas celebrada en plena calle y presidida por el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses.
Por este motivo, la salida fue a una hora muy temprana para lo acostumbrado, ya que las puertas de la Parroquia de San Antonio María Claret se abrieron a las cinco de la tarde, cuando la cruz de guía de la hermandad salió a la avenida Padre García Tejero. Detrás, varias parejas de hermanos con cirios separados por dos banderas del colegio y el primer estandarte de la cofradía. A continuación, iban las representaciones de las hermandad de Bendición y Esperanza, el Divino Perdón, Pasión y Muerte, Padre Pío, los Desamparados de Alcosa, Bellavista, San José Obrero, la Paz y el Inmaculado Corazón de María de Torreblanca. Finalmente, se podían ver el propio estandarte corporativo de la Hermandad de la Misión, el libro de reglas, la presidencia y el cuerpo de acólitos.
















A las órdenes de Antonio Santiago y de su hijo, el paso recorrió el centro de la amplia nave del templo claretiano para llegar hasta la puerta, donde se detuvo antes de realizar la salida. Seguidamente, el paso cruzó el dintel, teniendo que agacharse los costaleros para que la aureola no rozara, y la Asociación Musical Ecijana (Amueci) tocó el Himno de España. 
Ésta es la formación musical que acompañó al Corazón de María en su camino de ida, ya que para la vuelta lo hizo la Banda del Maestro Tejera, que es la que habitualmente va tras el paso en las salidas procesionales del mes de junio.










El paso del Inmaculado Corazón de María contaba con un exorno floral a base de distintas especies florales de tonalidades rosa y blanca, así como un candelabro delante de la Virgen con diez velas blancas y seis candeleros, tres a cada lado, en los costeros; elementos de iluminación que no lleva normalmente.
Tras la primera levantá en la calle para iniciar una chicotá que iba a sacar a la Virgen hasta la calle, la banda interpretó la marcha "Dulce Corazón de María", seguida por algo de redoble de tambores y por "Pasan los campanilleros", composición con la que el paso giró y se acercó hasta la puerta del Colegio Nuestra Señora de las Mercedes de la Doctrina Cristiana. Allí se rezó el Ave María a esta imagen salida de las gubias de Rafael Barbero en 1960.

























A continuación, el paso se levantó y se dispuso a seguir su camino mientras sonaba "Virgen de la Estrella". Bajo el sol de la tarde, el paso reviró luego a Doctor Fleming con "A ti, Manué", con la que llegó a hacer un segundo giro para encarar la calle Tajo, aunque el capataz mandó que se detuviera sin adentrarse aún en ella.
Seguidamente, se levantó de nuevo y el Inmaculado Corazón de María tomó dicha calle a los sones de "Madrugá macarena", composición que cubrió todo el primer tramo de Tajo hasta girar a Ecuador, donde se produjo el primer relevo de costaleros de la tarde.






























Culminado el relevo, sonó el llamador para que el Inmaculado Corazón de María siguiera recorriendo su barrio. Hay que decir que había bastantes colgaduras con la cara de la Virgen en los balcones. Y es que, por más que haya cofrades que pusieron Heliópolis en el mapa a partir de la existencia de la cofradía de penitencia del Viernes de Dolores, la primitiva y mayor devoción de la hermandad y del barrio es el Corazón de María.
"Se arrodilla Triana" fue la siguiente marcha que tocó la banda Amueci, mientras que para la siguiente chicotá, que hizo a la Virgen girar de Ecuador a Ebro, la composición escogida fue "Expirando en tu Rosario". Y luego, en la misma calle, y con el ex alcalde Juan Ignacio Zoido como espectador, sonó "Macarena", de Abel Moreno.






























Llegaba entonces el Corazón de María a un curioso enclave del barrio, la plaza de los Andes. La curiosidad tiene que ver con el nombre del callejero, dado que la plaza resultante de las cuatro calles que confluyen en ella tiene una denominación propia, pero sin embargo, dichas calles mantienen su propio nombre al cruzarse en la plaza.
Así las cosas, aunque con la siguiente chicotá el paso llegó a la plaza de los Andes, en el nomenclátor hay que indicar que giró a la calle Chile, lo que hizo mientras la banda interpretaba "Procesión de Semana Santa en Sevilla". Luego hubo una parada en la que se había previsto un relevo de costaleros. Un hermano le dijo que los capataces que había que acelerar porque la cofradía iba con un ligero retraso. Pero la ley de Murphy quiso que varios de los costaleros que debían entrar en el paso se presentaran algo tarde y hubiera que esperarlos. "Siempre los mismos", dijo Antonio Santiago al verles llegar.
Por fin, el paso pudo seguir su recorrido con una chicotá larga que comenzó en la calle Chile a los sones de "Coronación", marcha que, tras el giro a Baleares y algo de redoble de tambores, se enlazó con "Rocío" en la revirá a Paraguay. Todo ello sin detenerse y, como queda dicho, sin que el paso hiciera otra cosa que rodear la plaza de los Andes.






























De nuevo se enlazaron dos marchas en una larga chicotá cuando el paso se levantó y giró otra vez a la calle Ebro con "Aquella Virgen", y sin solución de continuidad tomó Honduras a tambor y luego la banda tocó "La Virgen de los Desamparados".
El paso avanzó con celeridad por esta última calle, al final de la cual estaba el altar en el que se iba a celebrar la misa estacional. Tras pararse en medio de las representaciones de las hermandades que la habían acompañado hasta ese punto, el Corazón de María emprendió la subida de la rampa con la marcha "La Esperanza de Triana".



























El arzobispo ya estaba presente en el momento en el que se terminaba de preparar el altar, con todas las sillas dispuestas en la glorieta Alcalde Fernando de Parias Merry. A las siete en punto de la tarde comenzó la misa, que contó con la participación del Coro Filarmonía de Sevilla y un cuarteto de cuerda y órgano, bajo la dirección de Claudio Gómez Calado y Tomoko Maeda.
A las ocho y media comenzó la segunda parte de la procesión extraordinaria, recorriendo el Corazón de María más calles de Heliópolis, en las que además se produjo un estreno musical, la marcha "Corazón Inmaculado", compuesta por el propio Gómez Calado e interpretada por la Banda del Maestro Tejera.
Pasadas las doce de la noche tuvo lugar la entrada del Inmaculado Corazón de María en la Parroquia de San Antonio María Claret, poniéndose así fin a la conmemoración de los tres cuartos de siglo de la hermandad; una efeméride que también dio lugar a una completa exposición de la que dimos cuenta en su momento (ver).

No hay comentarios:

Publicar un comentario