La jornada del 19 de octubre de 2024 quedará por siempre marcada en la historia cofradiera de Jerez. Igual que se recuerda la del Sábado Santo de 2000. La palabra Magna, tan repetida entonces, lo ha sido también ahora para indicar algo probablemente irrepetible: 36 imágenes marianas juntas en la misma procesión. Aunque hubo ausencias, lo de ayer en Jerez fue el acontecimiento cofradiero más importante de los últimos años. Tendrá que pasar mucho tiempo para algo igual.
Sorteada con acierto la lluvia del 12 de octubre, lo que ayer se encontraron jerezanos y visitantes fue un espléndido día de sol con verdadero ambiente de Domingo de Ramos. Mucha gente en las calles, los templos abiertos para ver los pasos, las mesas petitorias con estampitas, alguna banda por aquí y por allí, últimos preparativos en cada hermandad... Pero mucho más que eso. Alfombras de sal, farolillos, colgaduras y banderas en numerosos rincones de la ciudad.
"Todo con María, nada sin Ella" era el lema de esta procesión, procesión Magna de verdad. Y es que era Ella, la Madre de Dios, la protagonista de este acontecimiento previo al Año Jubilar de 2025. Ella fue quien hizo de un caluroso día de otoño una jornada que no era Domingo de Ramos, ni Lunes Santo, ni Martes, ni Miércoles..., sino todo ello a la vez.
Ésta es la primera de las pequeñas crónicas que contarán las vivencias de quien volvió a ser niño por un día por las mismas calles que lo hicieron cofrade; con las mismas devociones que entonces y con otras nuevas; con los mismos pasos que veía por las calles y que miraba y remiraba en los antiguos coleccionables y carteles, y con otros nuevos o prestados para la ocasión.
Y si 36 (lástima la ausencia a última hora de Amor y Sacrificio) eran las citas, había que comenzar temprano. Y eso suponía estar a las dos y cuarto de la tarde en la puerta de la Parroquia de San Rafael y San Gabriel, en la barriada de El Chicle, para la que se ideó hace décadas una hermandad que no vio la luz con el Cristo que hoy está en Bellavista. A esa hora lo más aconsejable esperando la salida era buscar la sombra. Desde luego, no pudo ser más atinada la decisión del cambio de fecha de la Magna.
La Hermandad de la Salud de San Rafael vivía una jornada de ensueño. Estrenaba dolorosa, Nuestra Señora de las Aguas, bendecida a primeros de este mes. Y estrenaba puerta, una que permitirá que el Martes Santo la cofradía salga del templo y no de las dependencias cercanas. Fernando Aguado, autor del Señor de la Salud y del misterio que poco a poco se va completando, es también el artífice de la dolorosa. Él mismo formó parte ayer del equipo de capataces ante el palio cedido por la Hermandad de Santa Cruz de Dos Hermanas; un palio que le iba como anillo al dedo a la Virgen de las Aguas y al perfil de la propia Hermandad de la Salud.
La apertura de la nueva puerta fue recibida por los vecinos del barrio con una sonora ovación. No era para menos. Hablamos de una hermandad joven que avanza conforme se lo permiten las circunstancias, pero teniendo claro el objetivo. En unos pocos años sin duda hablaremos de una de las grandes corporaciones jerezanas y el Martes Santo no se entenderá sin ella.
El cortejo, breve como los de todas las cofradías que iban a participar en la Magna, lo abría un guión inmaculista, seguido de unas pocas parejas de hermanos con cirios y del estandarte corporativo. Antes incluso de abrirse la puerta, desde fuera ya se escuchaba a la Banda de Música Santa Cecilia de Málaga, que fue la encargada del acompañamiento musical de la Virgen de las Aguas. Precisamente, la marcha que tocaron sus componentes en el interior del templo fue "Sobre sus Aguas camina", una composición también de estreno de Yeray López Vela. Con ella, el paso de palio fue acercándose a la puerta desde el presbiterio.
Enseguida se produjo la salida y por fin la nueva dolorosa pisó las calles de su barrio. La banda tocó entonces el Himno de España, al que siguió la marcha "Virgen de las Aguas". ¿Se puede sentir que una imagen completamente nueva en un palio prestado lleva toda la vida procesionando? Se puede. Es la sensación que dio ayer esta nueva joya devocional de Jerez. ¿Se puede uno emocionar viendo una dolorosa por primera vez? También se puede.
Comenzó así una larga travesía hasta el centro de la Virgen de las Aguas, que contó en esta primera parte de su recorrido con marchas procesionales como "¿Quién te vio y no te recuerda? Saeta jerezana" o "Madre Hiniesta". Y un último detalle: llevaba la dolorosa una toca de sobremanto de la Virgen de Guadalupe, de la Hermandad de las Aguas de Sevilla, a la que también pertenecía la saya burdeos bordada en oro.
La emoción de los hermanos y vecinos de El Chicle le hicieron justicia al momento vivido ayer. La Virgen de las Aguas conquistaba el centro pocos días después de su llegada a la Parroquia de San Rafael. Impresionante forma de comenzar a vivir la tan esperada Magna Mariana de Jerez.
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