La Hermandad de las Cigarreras saldrá este Jueves Santo desde la Iglesia de los Terceros, una de sus antiguas sedes en su dilatada historia, y templo donde tiene una capilla en propiedad. En ella desde el pasado otoño se encuentra la imagen del Cristo del Dolor de Joaquín Bilbao, que fue titular de la hermandad entre 1916 y 1939, y luego fugazmente en 1973 (ver).
La vinculación histórica con el templo de la calle Sol es lo que ha llevado a la cofradía cigarrera a optar por él para su salida de este año, dado que la zona de la antigua Altadis está en obras de reordenación, lo que impide la salida desde la capilla de la antigua Fábrica de Tabacos.
De momento puede verse ya el paso de palio de la Virgen de la Victoria a medio montar junto al de la Virgen del Subterráneo, de la Hermandad de la Cena. Esta misma noche estaba prevista la llegada del manto procedente de unas dependencias cedidas por la Hermandad de San Benito, de manera que poco a poco el paso va tomando forma de cara a una salida que supondrá un reencuentro con escenas históricas que ningún hermano actual ha podido conocer. En este sentido, hay que destacar que la Hermandad de las Cigarreras tuvo su sede en Los Terceros entre 1674 y 1810, y posteriormente entre 1820 y 1904.
Curiosamente, hasta 2018 era otra cofradía del Jueves Santo la que salía desde Los Terceros. Se trataba de la Exaltación, que, aunque residió en San Román durante los largos años de cierre de Santa Catalina, hacía su estación de penitencia desde el templo que hoy tiene cedido la Hermandad de la Cena.
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