La capilla sacramental de la Parroquia de San Juan Bautista de los Descalzos de Jerez albergó el pasado domingo el besamanos a María Santísima de la Amargura, que se presentó a los devotos en el centro de la capilla, sobre una peana de madera policromada. Vestía su espectacular manto de salida y la saya blanca de tisú bordada en oro por Fernández y Enríquez.
Llevaba además un fajín rojo con borlones dorados y sobre la cabeza, la corona procesional. En el pecherín contaba con un puñal, una pequeña cruz y un broche, mientras que en la mano izquierda sostenía un pañuelo blanco y era la derecha la que daba a besar.
Junto a la dolorosa de la calle Medina se dispusieron seis blandones de plata con cera blanca, y algo más atrás dos jarras de su palio con orquídeas blancas sobre pies cubiertos de terciopelo azul. Y al fondo, además de otras jarras sobre columnas de madera y pies de terciopelo, se podía ver una escalinata con jarritas y ángeles que subía hasta el camarín de la Amargura, donde se encontraba el sitial que forma parte del paso de misterio de la Flagelación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario