sábado, 21 de julio de 2018

EL CARMEN DEL PUENTE DEJÓ ATRÁS LA INCERTIDUMBRE CON SU DOBLE PROCESIÓN


Las alarmas saltaban el mismo jueves, el día antes de la salida procesional de la Virgen del Carmen del Puente de Triana. El Círculo Mercantil e Industrial decía haber recibido un aviso de la hermandad indicando que la procesión fluvial, la décima desde que en 2009 comenzara a hacerlo con su imagen de talla, se había tenido que suspender por un problema de última hora con los permisos necesarios para que la Virgen surcara el Guadalquivir, por lo que no habría visita como todos los años a las instalaciones deportivas que esta institución tiene a orillas del río.
La incertidumbre crecía hasta que por fin la propia hermandad en sus redes sociales reconocía el problema, pero afirmaba estar trabajando para poder ponerle solución hasta que en la misma mañana del viernes se anunciaba que todo estaba arreglado y que habría doble procesión, por el río y por las calles de Triana, como estaba previsto.
Así las cosas, superada la incertidumbre, a las siete y cuarto de la tarde se ponía en camino la cofradía desde la Parroquia de la O, donde cada año tienen lugar los cultos en honor a la Virgen del Carmen. La cruz alzada entre ciriales, el estandarte corporativo, el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales cedidos por la Hermandad de la O y representantes de la Marina componían el reducido cortejo que iba a anteceder a la Virgen hasta el Paseo de la O, donde se produciría el embarque para dar inicio a la procesión fluvial.




Con el capataz José González Luna al frente, pronto salió a la calle Castilla el paso de la Virgen del Carmen, y tras el Himno Nacional la Banda Municipal Cristo del Perdón de La Rinconada, que ha sido por primera vez la encargada de acompañarla en su salida, tocó la Salve Marinera, composición encadenada con la marcha "Virgen de la Paz". Después de unos minutos a tambor, fue el turno de "La Estrella Sublime" mientras el paso bajaba al paseo, todo ello sin detenerse en ningún momento.
Otra novedad de este año es que el embarque de la Virgen en su habitual catamarán se ha llevado a cabo desde un pantalán situado cerca del Callejón de la Inquisición, y no justo detrás de las dependencias de la Hermandad de la O. Ello llevó al paso de la Virgen del Carmen a recorrer una parte más estrecha del Paseo de la O, por la que caminó a los sones de "Virgen de los Negritos" y "Madre Hiniesta".
































Durante el proceso de la bajada de la Virgen del Carmen del paso, los miembros de la hermandad, los invitados y la banda fueron ocupando un barco para acompañar a la imagen desde cerca en su travesía. A continuación, algunos de los costaleros bajaron a la imagen al pantalán y la colocaron en el catamarán, que fue adornado con algunos centros de flores. La bajada, ya desde el barco, fue acompañada por la banda con la marcha "Encarnación Coronada".
Comenzó entonces la procesión fluvial, interpretando la banda la marcha "Caridad del Guadalquivir". Con ella comenzó a navegar por el río la Virgen del Carmen, para la que sonó después "Coronación de la Macarena".
La primera parada en la procesión fluvial fue el Círculo de Labradores, ante cuyas instalaciones se acercó la Virgen para recibir una ofrenda floral antes de marcharse con "Coronación" hacia el Mercantil y el Club Náutico, donde tuvo lugar el homenaje a los marineros fallecidos.





























Alrededor de las nueve y cuarto de la noche, y tras una petalada lanzada desde el puente, ya regresaba al pantalán la Virgen del Carmen, para la que la Banda del Cristo del Perdón tocaba "Rocío", que fue la última marcha interpretada en la procesión fluvial.
Seguidamente, el catamarán se acercó a la orilla y de nuevo un grupo de costaleros procedieron a devolver a la Virgen al paseo a las órdenes de González Luna, labor que fueron realizando muy lentamente, con mucho cuidado, dada la estrechez del acceso.



























Con un cortejo ahora mayor al del breve traslado desde la parroquia al río, ya que se incorporaron el simpecado y las representaciones de las hermandades del Carmen de Santa Ana y la O, comenzó la procesión por las calles, con la interpretación de marchas como "Triana de Esperanza", "Virgen de los Estudiantes", "Coronación de la Macarena" y "Rosario de Monte-Sión", ésta última tras subir la pequeña calle Párroco Pedro Ramos Lagares y salir a la calle Castilla.
Avanzó con cierta celeridad por esta calle el paso, que llevaba un llamador y unas jarras que pertenecen a la Hermandad de la O. Tras un relevo de costaleros, siguió con "Alma de la Trinidad" hacia Callao, y después con "Virgen de las Aguas" a la calle San Jorge, donde también se pudo escuchar "Virgen de la Palma".
A continuación, salió al Altozano, pero al contrario que otros años la Virgen del Carmen no se acercó hasta su capilla junto al puente, sino que simplemente giró para mirar hacia ella antes de volver a hacerlo para encarar la calle San Jacinto, todo ello a los sones de una doble interpretación de "Reina de la O".


































Con el paso detenido en el inicio de San Jacinto, los capataces comentaban que en una chicotá había que llegar hasta la Capilla de la Estrella. "Si lo hacemos el Domingo de Ramos, ¿cómo no lo vamos a hacer hoy?", respondía un costalero, que forma también parte de la cuadrilla de González Luna que lleva a la Virgen de la Estrella en Semana Santa.
Dicho y hecho. Aunque en un primer momento la Banda del Cristo del Perdón tocó "Virgen de los Negritos", después el paso fue a tambor y, efectivamente, llegó sin detenerse hasta la Capilla de la Estrella. Antes de volverse ante ella, el paso se paró y después se volvió mientras sonaba tras él "Virgen de la Estrella" y, sin solución de continuidad, "La Estrella Sublime".
Los hermanos de la Estrella, que habían salido a la puerta de su capilla para recibir a la Virgen del Carmen con su antiguo estandarte corporativo, cantaron la Salve.








La Virgen del Carmen se alejó de la Capilla de la Estrella a los sones de "Pasa la Virgen Macarena", que fue interpretada en dos ocasiones, y desde San Jacinto, el paso giró a la derecha a Pagés del Corro, donde se pudo escuchar la marcha "Madrugá macarena". En esta calle, hubo que sortear un cable que a baja altura cruzaba de una acera a la otra. Y más adelante, sonó la tercera marcha seguida con dedicatoria a la Macarena, en este caso "Aniversario macareno", que sirvió para el giro a Antillano Campos.
Tras detenerse en el inicio de esta calle, avanzó a continuación a los sones de "Virgen de Montserrat". Después, la banda comenzó a tocar "Madre, tu Dulce Nombre", aunque fue interrumpida para que los músicos hicieran sonar únicamente la palillera y así favorecer el paso por la parte más angosta previa al cruce con Alfarería. Superada ésta, la banda volvió con la misma composición, seguida a continuación por "Sevilla cofradiera" hasta Callao.
Ya en la calle Castilla de nuevo, el paso avanzó entre los frondosos naranjos con más composiciones macarenas: "Como tú, ninguna" y "Esperanza Macarena". Con esta última, la Virgen del Carmen llegó a la altura de la Peña Trianera, que realizó una ofrenda floral y recibió la dedicatoria de la siguiente levantá.



























Tras la levantá por la Peña Trianera, la Virgen del Carmen se acercó definitivamente a la puerta de la Parroquia de la O. Mientras lo hacía y giraba para entrar, la banda de La Rinconada encadenó "Encarnación Coronada" con una doble interpretación de "Coronación de la Macarena".
Seguidamente, y sin que el paso se parara ni los costaleros se dieran la vuelta bajo las trabajaderas, comenzó a entrar, haciéndolo con el Himno de España alrededor de la una menos cuarto de la madrugada.









Una vez en el interior de la parroquia, el capataz quiso dedicar una levantá a la Hermandad de la O, tras la que el paso quedó detenido a los pies de la nave central, ante el coro. Las oraciones finales cerraron la procesión, aunque aún quedaba el traslado en andas de la Virgen del Carmen hasta su capilla del puente, lo que se hizo algo más tarde. Otros años la imagen se queda en la O durante el resto del verano, pero éste no será así debido al cierre de la parroquia para actuaciones de mantenimiento que se llevarán a cabo desde el próximo lunes y hasta final de mes.
Por ello, la imagen que tallara Jesús Iglesias Montero en 1998 está ya junto a la pintura de la misma advocación que preside la capilla desde la que se divisa el Guadalquivir, el río que ayer, por décimo año consecutivo, navegó finalmente sin contratiempos la que es la Patrona del mar.

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