BESAMANOS A NUESTRA SEÑORA DE LOS DESAMPARADOS DEL PARQUE ALCOSA

Después del triduo y la función solemne de la semana pasada en su honor, Nuestra Señora de los Desamparados del Parque Alcosa se ofrece este fin de semana en besamanos a los devotos en el presbiterio de la parroquia que lleva su nombre. Un culto que comenzó en la tarde de este viernes y se prolongará hasta mañana, domingo.

La dolorosa se presenta vestida con el conjunto de manto y saya de terciopelo burdeos con bordados en oro obra de Manuel Solano, y luce su diadema procesional, así como un pecherín dorado sobrepuesto al encaje del tocado. La imagen, elevada sobre su peana de salida, ofrece la mano derecha, en la que sujeta un rosario, mientras que en la izquierda tiene otro, además de un pañuelo y varias flores. Entre las joyas que lleva puestas hay que mencionar un puñal, un alfiler con su advocación en letras doradas, una pequeña cruz pectoral y un broche en forma de sol o de estrella.
Junto a la Virgen de los Desamparados hay dos jarras de su paso con diversas especies florales de tonalidades muy coloridas, elevadas sobre sendos pies de base cuadrada de color rojo. También vemos cuatro blandones dorados con cirios blancos.

Al fondo, ante un cortinaje de terciopelo rojo se alza el altar del triduo, con varias alturas conseguidas mediante la utilización de parte del canasto del propio paso de la Virgen. Preside el altar un trono en medio de una gran cantidad de candeleros con cera blanca. Detrás hay un dosel cedido por la Hermandad de San Benito con una crestería de madera dorada con el escudo de la propia Hermandad de los Desamparados.

Se sitúan también aquí pequeñas jarras con las flores ya mencionadas, mientras que en los laterales vemos ante pequeños candeleros los dos ángeles que solían ir en las esquinas delanteras del paso. Por último, hay unos cortinajes de damasco rojo cubriendo la pared a un lado y a otro del altar, y a la derecha están la cruz parroquial entre ciriales y el estandarte corporativo.