martes, 2 de mayo de 2023

JUEVES SANTO 2023: LOS CAMBIOS LÓGICOS DE UN DÍA QUE SE REIVINDICA A SÍ MISMO

Las cosas como son. De entre las jornadas de la Semana Santa que este año han experimentado (y nunca mejor dicho) cambios de orden y nuevos horarios, la del Jueves Santo es quizá la única en la que todo ha tenido sentido dando lugar a una evidente mejora sobre lo que hasta ahora habíamos conocido.
Y eso se ha conseguido manteniendo en su puesto tradicional únicamente a dos hermandades, la primera y la última, los Negritos y Pasión, modificando las posiciones de las cinco restantes; alguna de ellas con sustanciales cambios de itinerario. El resultado ha sido positivo para una jornada que, como siempre hay que subrayar, es extraordinaria. No es la antesala de nada, ni el aperitivo de lo que va detrás, ni un entretenimiento hasta que llegue lo bueno. Ni muchísimo menos.
Pero esto no lo saben las almas cándidas que pasaron todo el Jueves Santo sentaditas en la calle Pureza o junto al Arco esperando las salidas de hermandades a las que les faltaban horas para ponerse en la calle. El Jueves Santo, la grandeza de sus siete cofradías, es lo que estaba ocurriendo mientras esas almas cándidas se perdían algunas de las mejores horas de la Semana Santa. Ellas se lo pierden... y más sitio para los demás.
Comenzamos esta impresionante jornada en la calle Recaredo con la Hermandad de los Negritos. Lo de esta cofradía con el tema floral es casi una apuesta consigo misma para ser capaz de sorprender cada año un poquito más. En esto la labor de Javier Grado es fundamental. Rosas negras (o casi) adornaban el paso del Santísimo Cristo de la Fundación. En esto, como en todo, habrá sus opiniones; pero el efecto era absolutamente llamativo, y más al contemplarlo bajo el sol de estos primeros momentos de la tarde. 
Pero no sólo rosas había alrededor del crucificado de Andrés de Ocampo, ya que también pudimos ver lisianthus, thilancya, allium, yedra y escabiosas. De un tiempo a esta parte, describir las flores de un paso casi se convalida con un curso de botánica.
El Coro De Profundis y la Capilla Musical Ars Sacra acompañaron al Cristo de la Fundación por las calles de Sevilla, interpretando “Cerca de ti, Señor” cuando el paso abandonaba Recaredo y entraba en el centro histórico por la Puerta de Carmona. Pero un poco antes, un hombre aprovechó una parada para cantar una saeta situándose justo delante del paso.


























Los Negritos es una cofradía con una enorme personalidad. La tiene el paso del crucificado, pero también el paso de palio. Hay que agradecer a la hermandad la valentía que mostró en su momento, atreviéndose a dejar un palio fiel a los cánones habituales, y decidiéndose por este proyecto personal de Juan Miguel Sánchez que, también es verdad, gana con la noche. 
Pero eso no impide disfrutarlo a plena luz del día, observando cada uno de los matices de sus dibujos, sus bordados, sus señas de identidad. Y en medio de todo ello, Nuestra Señora de los Ángeles, dolorosa antigua a la que Dubé de Luque dotó de su impronta reconocida y reconocible.
También tuvo el palio un interesante exorno floral, compuesto de tulipanes, rosas, orquídeas, fresias, allium, escabiosas, esparraguera, algodón y azucenas de talco. Ahí es nada. Para la Virgen de los Ángeles la Banda de las Nieves de Olivares tocó tras su salida la marcha “Virgen de los Negritos”, a la que siguió poco después “Regina Angelorum”, y luego giró a la Puerta de Carmona a los sones de “Coronación”.
























La Hermandad de las Cigarreras ha pasado este año del tercero al segundo puesto en carrera oficial. Ello ha supuesto adelantar su hora de salida hasta las dos y cuarto de la tarde en lugar de las tres, lo que significa tres cuartos de hora más de calor en un Jueves Santo que ha relucido, sí, pero no sé yo si más que el sol.
Pero ahí estaba la Hermandad de las Aguas, haciendo honor a su nombre, repartiendo entre el cortejo vasos de agua en la calle Temprado, junto a su capilla. El misterio de la Columna y Azotes pasó por este punto y se detuvo ante los cofrades del Lunes Santo para continuar luego por Dos de Mayo con la marcha “Resignación” a cargo de la banda de cornetas y tambores de la propia corporación.
Más adelante, el paso, adornado con lirios morados, siguió por la calle Arfe a los sones de “Cristo del Perdón”, de camino a la Puerta del Arenal. Gran imagen del Señor de Francisco Buiza y gran, y no menos expresivo, conjunto de tallas secundarias de José Antonio Navarro Arteaga.





















Por su parte, el paso de palio de la Virgen de la Victoria, tras detenerse ante el Hospital de la Santa Caridad, llegó hasta la Capilla del Rosario con la marcha “Nuestra Señora de Guadalupe”, interpretada por la propia banda de música de la dolorosa cigarrera.
La Hermandad de las Aguas obsequió a la Virgen de la Victoria con un ramo de flores que se unió a las rosas y claveles blancos que adornaban el paso de palio, que pronto continuó por Dos de Mayo con “Reina de las Cigarreras”, a la que posteriormente siguió “Nuestra Señora del Mayor Dolor” en Arfe, donde se aprovechó para intentar encender el mayor número posible de cirios de la candelería que iba a iluminar a esta bellísima dolorosa.


















Y si las Cigarreras ha sido este año segunda, la Exaltación ha sido la tercera en pasar por la carrera oficial. Además, ha habido un cambio de itinerario, dado que, al salir de Javier Lasso de la Vega, no ha girado directamente hacia la plaza del Duque, sino que ha continuado por Aponte hasta Jesús del Gran Poder para recorrer el lado derecho del Duque.
La Banda de Cornetas y Tambores Paso y Esperanza de Málaga, que entonces aún no sabíamos que era su segundo y último Jueves Santo tras el misterio de la Exaltación, interpretó la marcha “La Expiración” en Aponte. Luego, el impresionante misterio, adornado con rosas, claveles y orquídeas de color rojo, salió a Jesús del Gran Poder con “Refúgiame” y después a la plaza del Duque con “Virgen de la Paz”.
















Nuestra Señora de las Lágrimas, que combina dos prestigiosos talleres de bordado con su palio de Rodríguez Ojeda y su manto de Olmo, se apuntó a las combinaciones florales con orquídeas, rosas, claveles, verónicas, agapanthus y mouscari, todo ello, salvo lo último, en color blanco.
Tras la dolorosa de Santa Catalina iba un año más la Banda Municipal de Música de Arahal, que interpretó la marcha “Jesús de las Penas” cuando el palio dejaba atrás la calle Aponte y salía a Jesús del Gran Poder. Después, alcanzó la plaza del Duque a los sones de “La Estrella Sublime”.



















Una gran cantidad de gente se acumulaba en la zona por la que acababa de pasar la Exaltación, tras la que después llegaría Monte-Sión. Pero entre ambas se situaba la Hermandad del Valle, que ha adelantado dos puestos en carrera oficial y que para su recorrido de vuelta ha pasado por el Arco del Postigo.
De hecho, el rodeo de la Exaltación por Aponte y Jesús del Gran Poder tuvo como objetivo separarse del Valle y que no tuvieran que ir ambas cofradías pegadas desde que la primera pasara por delante de la Anunciación.
Sobre unas pequeñas andas llevadas por cuatro acólitos veíamos en primer lugar, justo delante del paso de la Coronación, la reliquia de la Santa Espina que conserva la Hermandad del Valle; razón por la que esta corporación es la que se ocupa en la procesión del Corpus del paso de la Custodia Chica, donde va otra reliquia similar.


La Capilla Musical Pasión y la Escolanía Salesiana María Auxiliadora acompañaron al Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas ante su paso, que venía adornado con diversas flores de color rojo. El Cristo vistió el Jueves Santo la clámide conocida como la de los bodoques.


















Después llegó hasta la confluencia de Javier Lasso de la Vega y Trajano el paso de Nuestro Padre Jesús con la Cruz al Hombro, el que reproduce el encuentro del Señor con las mujeres de Jerusalén. Entre ellas, la Santa Mujer Verónica, que este año llevaba un paño de color negro pintado por Antonio Barahona; una obra realmente llamativa que a nadie dejaba indiferente. Durante todo este año, en la Iglesia de la Anunciación podrá verse a la Verónica sujetando este paño.
No faltó el habitual exorno floral de este paso, formado por rosas rojas, calas blancas, lirios morados y hojas de hiedra, dando lugar a una combinación cromática muy característica de este conjunto escultórico.

















Y aún era de día cuando llegó a este punto el paso de palio de Nuestra Señora del Valle, lo que permitió comprobar el resultado de la concienzuda restauración de las caídas y del techo por parte del IAPH y que ya fue objeto de una interesante exposición en la Fundación Cajasol (ver).
Con la marcha “Conmemoración”, una composición de Antonio Ulloa Chico de 1940 felizmente recuperada por la Banda de Música del Maestro Tejera, la Virgen del Valle, entre rosas de color rosa colocadas de forma cónica y bicónica, se dirigió a la plaza del Duque, donde coincidió con el paso de misterio de Monte-Sión. El palio en el lado izquierdo y el misterio en el derecho. Hay que ver, lo decimos por la cofradía de la calle Feria, lo bien que se comprime una hermandad cuando toca hacerlo.


















Y por el mismo sitio por el que había pasado el Valle, pasó después la Hermandad de Pasión, cerrando la jornada. La diferencia con años anteriores es que ambas cofradías no han ido la una detrás de la otra, dado que Monte-Sión y la Quinta Angustia han ido entre ellas en esta ocasión.
Sobre un monte de claveles rojos vimos a Nuestro Padre Jesús de la Pasión, el impresionante Nazareno de Juan Martínez Montañés, vestido con una túnica lisa de terciopelo morado, además de lucir sus potencias y la corona de espinas.
En silencio, el paso de plata, madera dorada y marfil discurrió por Trajano y conquistó la plaza del Duque de camino al inicio de la carrera oficial. Como decíamos al principio, los Negritos y Pasión han abierto y cerrado, respectivamente, el Jueves Santo de 2023. Pero entre ambas todo ha sido muy diferente.











Rosas blancas y otras especies del mismo color adornaban el paso de palio de Nuestra Madre y Señora de la Merced, la dolorosa de Sebastián Santos a la que acompaña una talla de San Juan de Gabriel de Astorga en el que es fácil ver un cierto parecido con la Soledad de San Buenaventura.
La marcha “A la memoria de mi padre” fue la interpretada por la Banda de la Oliva de Salteras para alcanzar Trajano tras salir de Javier Lasso de la Vega. La hermandad se lo pensó; hubo hasta hermanos que protestaron por aquello de la tradición inamovible... Pero qué bien le queda a este paso de palio una banda detrás con un escogido repertorio.
Antes de entrar en carrera oficial, se produjo un relevo de costaleros para que se ubicaran bajo las trabajaderas los que iban a llevar al último paso del Jueves Santo por el recorrido común.















Y de las proximidades del punto de inicio de la carrera oficial, al punto final, la Catedral, para encontrarnos por la plaza del Triunfo con la Hermandad de la Quinta Angustia. Que el Jueves Santo es un día sin las apreturas que sufren las cofradías de otras jornadas se nota por ejemplo en que el paso de la hermandad de la Magdalena, con un número de nazarenos bastante asequible, tardó bastante en pasar desde que lo hiciera la cruz de guía.
Cuando llegó este conseguido misterio, la Banda de Nuestra Señora del Carmen, de Villalba del Alcor, estaba interpretando la “Marcha Fúnebre”, tras la que la formación se calló. Ha sido éste el segundo año en que el paso de misterio del Descendimiento ha llevado banda... y capilla musical. Cuando una se calla interviene la otra. Quizá, recordando lo que decíamos del palio de Pasión, ha sido la fórmula salomónica para intentar contentar a todos los hermanos: a los que querían banda y a los que no. Ahora bien, la cosa queda un poco extraña.
Tras el paso, adornado con lirios morados, no intervino la Banda del Carmen hasta la zona del Postigo, donde volvimos a escuchar “A la memoria de mi padre”.











Y también lirios morados llevaba este año el paso de misterio de la Oración en el Huerto, de la hermandad con la que completamos la gran jornada del Jueves Santo. La Hermandad de Monte-Sión, que ha pasado del cuarto puesto al quinto, regresaba a la calle Feria por Santa Ángela de la Cruz, convento ante el que se paró, como poco después hizo ante el Convento del Espíritu Santo.
El Señor Orando en el Huerto llevaba la túnica de terciopelo morado bordada en oro por Sobrinos de Caro, restaurada y enriquecida por José Ramón Paleteiro en 2017, y un mantolín rojo también bordado en oro sobre el hombro derecho.
La Agrupación Musical de la Redención acompañó de nuevo a este misterio, al que le benefició pasar hace años de las cornetas y tambores al sonido de agrupación. El paso se detuvo ante la puerta ojival de San Juan de la Palma, donde lo recibió la Hermandad de la Amargura. Cuando continuó por la calle Feria, la agrupación musical interpretó “Sagrada Cena” y poco después “Redención por Sevilla”.














Finalmente, hay que referirse al paso de palio de María Santísima del Rosario, que con un andar muy alegre, como corresponde a una cofradía de barrio, llegó al Convento de las Hermanas de la Cruz con la marcha “La Estrella Sublime” a cargo de la Banda de Música de la Cruz Roja, y se marchó después con “Rocío”, seguida posteriormente por “Pasa la Virgen de la Candelaria”.
Así, el palio, adornado con rosas y lilium de color blanco, llegó al Convento del Espíritu Santo, donde el capataz, Manuel Vizcaya, aprovechó para reivindicar el Jueves Santo, aunque sus palabras no las oyeron los que esperaban sentados (diría que a esa hora ya derrotados) en Pureza o el Arco. Y tampoco las oyeron ciertos medios de comunicación que directamente ignoran las entradas de las cofradías del Jueves Santo...
“Vámonos con la Virgen del Rosario, que hasta que ella no se duerma no empieza la Madrugá en Sevilla”, dijo Manuel Vizcaya antes de hacer sonar el llamador. Toda una reivindicación, sin duda. Con “La Semana Mayor”, la dolorosa del Rosario pasó por la plaza de San Juan de la Palma y luego llegó a la puerta del templo con “Pasa la Virgen Macarena”. Tras una parada ante los cofrades de la Amargura, siguió su camino por Feria con “Reina del Rosario”.













Poco después, el paso de palio alcanzó la remodelada plaza de Monte-Sión a los sones de “Virgen de las Aguas”, encadenada con “Pasan los campanilleros” y con “Coronación de la Macarena” mientras el paso giraba para situarse ante la puerta de la capilla. Por último, sonó “Rosario de Monte-Sión”, marcha que se interrumpió cuando se produjo la entrada y la Banda de la Cruz Roja tocó el Himno de España. 



Faltaban trece minutos para las dos de la madrugada cuando la Virgen del Rosario se iba a dormir, como decía su capataz, y se cerraba el Jueves Santo; una jornada que se ha visto beneficiada con los cambios de este año (aunque habrá que analizar y cada hermandad tendrá algo que decir) y a la que, en realidad, no le hace ninguna falta reivindicarse. Cada cofradía, cada paso que sale a las calles en este día es en sí mismo toda una reivindicación. Y quien se lo quiera perder, pues que se siente en el suelo a esperar...

1 comentario:

  1. Felicidades, Fernando, por esta maravillosa crónica del día más grande de nuestra Semana Santa. Me quedo con la frase del capataz Manuel Vizcaya que lo resume todo: "Vámonos con la Virgen del Rosario, que hasta que ella no se duerma no empieza la Madrugá en Sevilla”, y es que, quizás el maestro del martillo Vizcaya, no se ha percatado, que precisamente la Reina del Rosario y de la Calle Feria, Novia del Jueves Santo y Princesa de Sevilla es la que cierra el postigo del Jueves Santo y abre las puertas de la Madrugá mientras le cantan las Hermanas de la Cruz...y que cuando la Charo llega a su casa...la Madrugá ya había empezado dos horas antes...

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