martes, 9 de mayo de 2023

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 2023: LA MUERTE NO ES EL FINAL

Lo dice el conocidísimo tema de Cesáreo Gabarain: "la muerte no es el final". No lo es la muerte, no lo es el entierro del Señor ni la soledad de María. El final está en Santa Marina, en la cada vez más admirada y seguida Hermandad de la Resurrección. Lo que ha ganado esta cofradía con su horario matinal. Cuánto tiempo perdido durante los años de la cabezonería del Sábado Santo.
La cofradía lasaliana, que el año pasado culminó su cincuentenario fundacional con las salidas extraordinarias de sus dos titulares, la Virgen de la Aurora en andas en mayo (ver) y el Señor en su paso en octubre (ver), tenía ganas de echarse a la calle, por lo que, al igual que en 2022 (ver), las puertas del templo se abrieron tres minutos antes de la hora prevista de salida, las ocho y media de la mañana. La Agrupación Musical Santa María de las Angustias Coronada, de la Hermandad de los Gitanos, se situó entonces ante la cruz de guía para abrirle paso a la cofradía por la calle San Luis.
No tardó demasiado en hacer su aparición el paso del Señor de la Sagrada Resurrección, que subió la rampa que se instala en el interior de la iglesia para salvar la diferencia de altura del propio templo con la calle. Una vez arriba y antes de realizar la salida, el paso se detuvo.
A continuación, Antonio Manuel Santiago Cabello, hijo del capataz general de la cofradía, Antonio Santiago, dedicó la levantá antes de salir a su abuelo Manolo. "Por mi abuelo", dijo. Y el paso comenzó a salir, momento en que la Agrupación Musical Virgen de los Reyes tocó el Himno de España, para después enlazar "La muerte no es el final" y "Aurora de Resurrección". Después, ya en San Luis para buscar la calle Arrayán, sonó "A la Gloria".










Una media hora más tarde tuvo lugar la salida del paso de palio de Nuestra Señora de la Aurora, con las caídas y el techo estrenados el año pasado. Ya lo dijimos entonces e insistimos en lo bien que suenan esas caídas golpeando en los varales.
La Banda de Música María Santísima de la Victoria de Las Cigarreras recibió a la imagen que tallara Antonio Joaquín Dubé de Luque, autor también de los diseños del palio, con el Himno, para después interpretar "Santa María de la Aurora". Luego el paso, que estaba adornado con calas, astromelias, matiolas y flor de arroz, todo ello de color blanco, avanzó por la calle San Luis a los sones de "Aurora de Santa Marina".









La Virgen de la Aurora salía cuando el paso del Señor caminaba por la calle San Blas, donde se pudo escuchar la marcha "Y al tercer día". Los naranjos de esta calle, situados a un lado y a otro, habían sido podados, pero quizá no lo suficiente, ya que una rama saliente golpeó uno de los guardabrisas del candelabro trasero del costero izquierdo. La rama llegó a hacerle un agujero al guardabrisa, aunque no llegó a caerse ni a romperse del todo, por lo que resultó completamente imperceptible para quien no estuviera presente en ese momento.
No hemos comentado hasta ahora el interesante exorno floral del paso, que contaba con una combinación de astromelias, tulipanes y barbatus de color rojo. "Y sólo Dios", el título del himno a San Juan Bautista de la Salle, fue lo siguiente que se pudo escuchar tras el paso del Señor, al que después la Agrupación Virgen de los Reyes le tocó la marcha "Volver" en el ángulo recto que conforman los dos tramos de la calle Infantes.
El Señor Resucitado avanzaba por estas calles que, con gran acierto, fueron incluidas hace algunos años en el itinerario de la hermandad. Así, pasó después por Almirante Espinosa con la marcha "Virgen de Araceli" y luego salió a la plaza de Monte-Sión con "Tu misericordia".
Ante una gran cantidad de gente, el Señor pisó luego la calle Feria para plantarse ante la Capilla del Rosario, donde la Hermandad de Monte-Sión estaba un año más para recibir a los cofrades de Santa Marina. Hasta ella llegó el paso con las marchas "Virgen de la Luz" y "Reina de Reyes".
Tras una parada y una levantá a pulso, el Señor se dispuso a continuar con "Gitano de Sevilla" y luego con "La saeta" buscando la calle Conde de Torrejón.























Volvemos al encuentro de la Virgen de la Aurora, que pasó por Infantes con "Soleá, dame la mano", seguida luego en Almirante Espinosa por "Hermanos costaleros". Al igual que el paso del Cristo, el palio también se dirigió a la capilla de Monte-Sión. Para ello, la Banda de Música de Las Cigarreras enlazó las composiciones "Ángel de la Aurora" y "Esperanza Macarena".
El paso de palio se acercó lo máximo posible a la puerta, donde se podía ver el misterio del Señor Orando en el Huerto, y después se detuvo, para marcharse a continuación a los sones de "Rosario de Monte-Sión".
























El año pasado ya advertíamos de una reducción de las sillas que se colocan en la plaza de la Campana para el discurrir de la Resurrección. Habría que decirle al Consejo que ya sabemos que el público que se sienta para verla no paga, como sí lo hace el que ve las cofradías del resto de la Semana Santa, pero o se hacen las cosas bien o no se hacen. Este año se ha reducido aún más el número de sillas instaladas para ese público de entrada libre. Es más, en la grada alta de la Campana, junto a la confitería, no había este año una sola silla. Y no porque no hubiera gente, que la había, pero le tocó estar de pie. A ver si para 2024 se puede corregir un poco esto.
La Agrupación Virgen de los Reyes demostró en la Campana por qué es una de las grandes. Con el paso del Señor aún en la plaza del Duque comenzó a interpretar "Perdona a tu pueblo", marcha enlazada con "Músicos de Dios", "Al costalero del Soberano" (con fragmentos de marchas de Bienvenido Puelles) y "Vida", rompiendo el paso de frente con esta composición hasta adentrarse en la calle Sierpes. Sin duda, un gran momento, una gran entrada en Campana que se vio rubricada con un gran aplauso de todos los presentes en el punto de entrada a la carrera oficial.














Por su parte, la Virgen de la Aurora llegó al palquillo de la Campana desde la plaza del Duque con la marcha "Nuestra Señora de la Aurora", y posteriormente recorrió la plaza hasta Sierpes con "Aurora, Reina de la mañana" y "Esperanza Macarena".









Tras completar la carrera oficial, con un repertorio, por cierto, de corte muy clásico por la avenida de la Constitución, el Señor de la Resurrección iniciaba su camino de regreso a Santa Marina, destacando en este itinerario su discurrir por la Cuesta del Bacalao, en la que había una gran cantidad de personas asistiendo a este momento.
Para este punto, la agrupación musical interpretó las marchas "Al Rey de Reyes" y "La Esperanza de María", mientras que posteriormente sonó "Costalero" al pasar de Placentines a la calle Francos.







Más atrás llegaba a la cuesta la Virgen de la Aurora, que subió hasta Placentines con la Banda de Música de Las Cigarreras enlazando dos marchas con advocación esperancista: "Esperanza, pasión de Triana" y "Siempre Macarena".







Y si muy esperado es el paso de la hermandad por la Cuesta del Bacalao, no menos lo es su discurrir por la otra cuesta, la del Rosario. Es otro punto en el que Virgen de los Reyes da un recital y el paso del Señor va avanzando decididamente hasta llegar a la calle Jesús de las Tres Caídas.
En el inicio de la cuesta, saliendo de la calle Francos, sonó para el Señor la marcha "Humildad", y después de una parada se pudieron escuchar las composiciones "Y al tercer día" y "Salud para los enfermos" hasta alcanzar la calle dedicada al titular de la Hermandad de San Isidoro. Posteriormente, siguió hacia Odreros con "Oh, pecador".














Se ha convertido en algo habitual y también muy esperado la petalada que en la Cuesta del Rosario cae sobre el palio de la Virgen de la Aurora. Son pétalos de diversos colores que van cayendo alternativamente desde varios de los balcones de la cuesta.
Este año, para la subida de la cuesta sonaron las marchas "Pasan los campanilleros" y "Esperanza que guía a Triana". Más adelante, ya en la calle Jesús de las Tres Caídas, en una parada se acercó un niño a la delantera del paso. Antonio Santiago tomó la palabra antes de la levantá y se dirigió a los costaleros para indicar la dedicatoria: "Hay un niño que pide una levantá por su hermana, que está malita de los ojos, y además se llama Aurora". Pues por ella, por Aurora, se levantó la Virgen y se marchó hacia la Alfalfa y Odreros con la marcha "Reina de la Esperanza".













Después de las plazas del Cristo de Burgos y San Pedro, llegó la novedad del itinerario que este año ha recorrido la Resurrección, ya que no ha pasado por el Convento de las Hermanas de la Cruz, un momento que cada año generaba una gran expectación. En su lugar, para recortar tiempo en la calle, la cofradía ha recorrido al completo Doña María Coronel.
A la hermandad parece haberle gustado la experiencia por lo dicho, el recorte de tiempo, sobre todo en esas primeras horas de la tarde que, en un año de calor como éste, se hacen especialmente complicadas para los nazarenos. Ahora bien, es una verdadera pena haber perdido el canto de las Hermanas de la Cruz a las imágenes titulares. Quizá, si es por reducir la estancia en la calle, se debería darle una vuelta al asunto y recortar en otra parte.
A partir del último tramo de Doña María Coronel, el itinerario fue ya de nuevo el habitual, pasando por Bustos Tavera, San Marcos y San Luis. El Señor de la Resurrección llegó a su plaza, rotulada en octubre (ver), con "La saeta".
El paso se detuvo y a continuación afrontó el esperado momento de la entrada. Ya en la plaza, y mientras giraba para quedar mirando hacia la calle Divina Pastora y dando la espalda al templo, la Agrupación Virgen de los Reyes volvió a interpretar "Al costalero del Soberano", composición estrenada en la salida extraordinaria y enlazada ahora con "La Esperanza de María". Una última parada en la calle dio paso a la marcha "Vida", con la que el Señor comenzó a realizar su entrada por la puerta ojival. Con el final de la marcha llegó el Himno, pero no concluyó aquí la labor de la agrupación musical, dado que después se escucharon, con el paso avanzando por la nave central hasta el presbiterio, "Y al tercer día" y "Salud para los enfermos".
















Finalmente, llegó hasta la plaza la Virgen de la Aurora con "Esperanza de Triana Coronada" y "Como tú, ninguna". Y después, ya con el paso de palio en el centro de la plaza, sonó "Coronación de la Macarena", marcha enlazada con la última que cada año suena en la calle en Semana Santa y que concluye con el palio de la Aurora ya dentro del templo, ante el altar mayor: "Amarguras". Para terminar, la Banda de Música de Las Cigarreras tocó el Himno de España.













Pasados dos minutos de las cuatro y media de la tarde, o lo que es lo mismo, una hora y ocho minutos antes que en 2022, finalizaba la estación de penitencia de la Hermandad de la Resurrección, que es tanto como decir que terminaba la Semana Santa de 2023, la que muchos han considerado la mejor Semana Santa en años. Bueno, hay quien ha dicho que ha sido la mejor de la historia; algo un poco exagerado, dado que nadie las ha vivido todas.
Pero sí, ha sido una gran Semana Santa; en la que, un año más (porque si no fuera así nada tendría sentido), la muerte no fue el final. No lo es nunca. La vida vence a la muerte y eso en Santa Marina lo saben bien desde hace ya medio siglo. Porque hacía falta una hermandad como está. Y a la hermandad le hacía falta encontrar su sitio en su jornada natural. Y nadie puede dudar que lo ha encontrado.

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