lunes, 15 de mayo de 2023

LA VIRGEN DE ARACELI ESTRENÓ EN SU SALIDA UN PECHERÍN DEL SIGLO XIX


La Hermandad de Nuestra Señora de Araceli recorrió este sábado las calles de su feligresía, visitando a las diversas hermandades que se fue encontrando a lo largo de su itinerario y que estaban todas representadas en los cirios de los seis candeleros que iluminaban a la Virgen. De izquierda a derecha, veíamos los escudos del Santo Entierro, los Panaderos, el Valle, el Silencio, la Lanzada y, por supuesto, Santa Marta, con la que comparte templo en la Parroquia de San Andrés.
A las ocho y media de la tarde se inició la salida procesional con un cortejo encabezado por la cruz alzada entre ciriales, a la que seguían el libro de reglas, el estandarte corporativo, la presidencia y el cuerpo de acólitos. Pronto se produjo la salida del paso, sobre el que iba por primera vez la peana, realizada en metal plateado por Gustavo Larios y estrenada en el besamanos del año pasado (ver).
No era la única novedad que podíamos ver, dado que la Virgen de Araceli ha estrenado un pecherín con bordados en recorte de tisú de plata sobre un soporte de lamé de oro; obra de finales del siglo XIX adquirida a un anticuario y donada por un grupo de hermanos. Además, entre las diversas medallas que tenía, se encontraba la del DCCLXXV aniversario de la Hermandad del Pilar, junto a otras como la de la Asociación de Fieles de la Virgen de los Reyes y la de la Hermandad del Rocío de Triana. Finalmente, llevaba un nuevo broche de plata chapada en oro donado por un hermano.
La Banda de Música María Santísima de la Victoria de Las Cigarreras esperaba formada junto a la puerta en la plaza de San Andrés y tocó el Himno de España en el momento de la salida. Después sonó "La Estrella Sublime" mientras el paso giraba a su derecha y recibía una petalada desde el edificio situado frente a la parroquia.

















Tras una parada, el paso de la Virgen de Araceli siguió adelante, ahora con la preciosa marcha "Ara Coeli", con la que giró a Daoiz, pasando luego a tambor por la estrechez de la calle hasta salir al otro lado de la parroquia. A continuación, el paso, adornado con rosas color champán, hypericum blanco y hojas de ficus, siguió hasta el inicio de la calle Orfila a los sones de "Virgen de los Reyes".
El cortejo, salvo los acólitos, se había metido por Javier Lasso de la Vega, pero la Virgen de Araceli se desvió momentáneamente del itinerario para acercarse hasta la Capilla de San Andrés, donde fue recibida por la Hermandad de los Panaderos, a la que llegó con "Pasan los campanilleros".















Con la marcha "Triana", el paso se alejó de la capilla para reunirse con el cortejo en Javier Lasso de la Vega, donde más tarde se escucharía la marcha "Esos tus ojos". "¿Qué va, para la carrera oficial?", preguntó en tono jocoso un hombre al ver que el paso, a los sones de "Coronación de la Macarena", salía a Trajano y giraba a su izquierda en dirección a la plaza del Duque, como hacen tantas cofradías en Semana Santa rumbo a la Campana. Recordemos en este punto esa disparatada idea de la que tanto se habló el verano pasado de concentrar las procesiones de gloria en dos fines de semana del año con su estación a la Catedral y todo...
Más tarde pasaría por la Campana, porque ahora lo que hizo fue encaminarse a la plaza de la Concordia, por la que discurrió con la composición "Candelaria", para después continuar por Teniente Borges.

























El Santo Entierro y el Silencio fueron las siguientes hermandades por las que pasó la Virgen de Araceli en su recorrido, llegando luego hasta el Valle por la Campana, Martín Villa y Laraña. Luego tomó la plaza de la Encarnación para ir poco a poco acercándose de nuevo a San Andrés por la Misericordia, el Pozo Santo y San Martín, donde la esperaba la última hermandad por la que iba a pasar, la Lanzada.
Hasta su plaza llegó la Virgen de Araceli mientras la Banda de Las Cigarreras, que también acompaña a la Virgen del Buen Fin cada Miércoles Santo, encadenaba las marchas "Hosanna in excelsis" y "Aniversario macareno", aunque el final de ésta fue interrumpido cuando el paso se detuvo.
"Dulce Madre del Buen Fin" fue la siguiente composición que la banda interpretó para la Virgen de Araceli y con ella entró en San Martín, deteniéndose cuando se situó justo ante la dolorosa del Buen Fin. Los cofrades recordaron en este momento la estancia provisional que tuvo la Virgen de Araceli en este templo hace años, lo que unió especialmente a ambas hermandades.













Poco después, el paso se dio la vuelta y encaró la puerta para volver a la plaza de San Martín, momento en que la banda tocó "Siempre la Esperanza". Posteriormente, ya en la calle Cervantes, fue el turno de la marcha "Soleá, dame la mano", tras la que el paso se detuvo y hubo un relevo de costaleros, lo que llevó a dedicar la siguiente levantá a la cuadrilla al completo de la Virgen de Araceli, tanto a los que acababan de salir como a los que entraban.
"Amor al Gran Poder" fue la marcha que se oyó a continuación, que curiosamente finalizó a pocos metros del retablo cerámico que representa precisamente al Señor de Sevilla. En este punto, el hermano mayor, José Cornelio Zambrano, y su mujer recibieron la dedicatoria de una levantá antes de que el paso terminara de recorrer la calle Cervantes y llegara a la plaza de San Andrés a los sones de "Macarena", de Abel Moreno.
















A pocos metros de la puerta del templo, el capataz se acordó en la siguiente levantá de unos costaleros que cada año llegaban de Rota para sacar a la Virgen de Araceli, pero que este año no han podido estar. Además, también le pidió a la que es Patrona del campo andaluz por la lluvia: "Que nos mande el agua tan necesaria y que vuelva a llenar los campos de vida".
Sonó nuevamente la marcha "Ara Coeli", con la que el paso llegó hasta la misma puerta, girando para pararse dándole la espalda al templo. La última levantá en la calle también tuvo dedicatoria; en este caso, a los agentes de la Guardia Civil que acompañaron a la Virgen de Araceli a lo largo de todo el itinerario.
A continuación, el paso se levantó y atravesó primero el arco de acceso al atrio para después subir la rampa hasta entrar en la parroquia. La Banda de Las Cigarreras finalizó su intervención tocando el Himno de España cuando pasaban veinticuatro minutos de las doce de la noche.








Una vez dentro de San Andrés, el paso fue llevado hasta los pies de la nave de la Epístola, ante el retablo de la Virgen de Araceli, donde quedó definitivamente detenido tras finalizar su salida en el que ha sido el décimo año de esta hermandad como fija en el calendario procesional de las cofradías de gloria (que no la décima salida debido a los dos años de la pandemia).



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