La Hermandad de Pasión y Muerte celebró el pasado viernes el rosario vespertino con la imagen de Nuestra Señora del Desconsuelo y Visitación recorriendo las calles de la feligresía. Se da la circunstancia de que la corporación había diseñado un itinerario que tuvo que ser recortado por orden del Cecop, suprimiéndose el discurrir por dos de las calles previstas y entrando de vuelta en la Parroquia del Buen Aire unos veinte minutos antes de lo previsto. Sin que se hayan dado a conocer los motivos del recorte, nos ahorraremos las conclusiones precipitadas.
El caso es que la dolorosa que tallara José Antonio Navarro Arteaga pudo cumplir así su culto externo anual en un rosario que comenzó a las nueve de la noche, saliendo la Virgen del templo sobre la parte superior de las andas, ya que los zancos y los faldones la esperaban en la calle Virgen de Fátima.
A las órdenes del capataz de la cofradía, Manuel Vizcaya, la Virgen del Desconsuelo y Visitación fue colocada en su lugar para recorrer el barrio, rezándose en la misma puerta el primero de los misterios dolorosos del Santo Rosario.
Un quinteto de metales de la Banda Municipal de Música de Mairena del Alcor se encargó de acompañar a la Virgen del Desconsuelo y Visitación, que vestía en esta ocasión un manto liso de terciopelo granate, una saya dorada de brocado y un fajín hebraico. Además, entre las joyas que llevaba hay que subrayar una medalla de la Hermandad del Rocío de Sevilla por los 75 años que lleva haciendo el camino, otra de la Milagrosa por el cuarto centenario de su congregación y otra de la Hermandad de la Corona por su XXV aniversario fundacional.
Las andas, a los sones de "Nuestro Padre Jesús", tomaron la calle Teniente Rodríguez Carmona, pasando luego con "Aquella Virgen" a Manuel Rodríguez Alonso y a Salado. Poco después, el itinerario siguió por la calle Virtud, a la que la dolorosa llegó con "Procesión de Semana Santa en Sevilla". Hacia la mitad de la calle, se rezó el segundo misterio.
Tras el segundo misterio del rosario, la Virgen, iluminada por cuatro candeleros y dos pequeños candelabros de guardabrisas, siguió adelante hacia la calle Trabajo a los sones de "Sevilla cofradiera". Más adelante, aún en Trabajo, el quinteto de la Banda de Mairena del Alcor interpretó "Macarena", de Emilio Cebrián.
Los músicos no tocaban en todo momento en este rosario. De hecho, desde Trabajo el giro de la Virgen del Desconsuelo y Visitación a la calle Virgen del Prado se hizo en silencio. Luego, en este punto se rezó el tercer misterio antes de continuar con el Ave María de Vavilov a la calle Virgen del Perpetuo Socorro.
La dolorosa de la cofradía de negro de Triana siguió su camino por las calles Virgen del Mar, Virgen del Pino y Virgen de Fátima, rodeando después por Enrique Mensaque, Manuel Rodríguez Alonso y Tadeo Soler antes de salir nuevamente a Virgen de Fátima para entrar en la parroquia.
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