jueves, 6 de diciembre de 2012

SEVILLA EN JEREZ (I). La dolorosa de la que Sebastián Santos no quería desprenderse

La Hermandad de la Estrella, o de la Borriquita, de Jerez no cuenta con enseres antiguos de cofradías sevillanas, ni está inspirada en ninguna imagen o hermandad hispalense, aunque el misterio de Cristo Rey en su Entrada Triunfal en Jerusalén sigue el modelo del de la Hermandad sevillana del Amor, incluyendo la palmera, añadida al misterio jerezano en fecha relativamente reciente, en 1994.

Paso de Cristo Rey en su Entrada Triunfal en Jerusalén. Foto: lavozdigital.es

Si hemos decidido incluir a esta cofradía del colegio lasaliano de San José en este primer capítulo de la serie "Sevilla en Jerez" es por su dolorosa, Nuestra Señora de la Estrella, una meritoria imagen mariana salida de las gubias de Sebastián Santos Rojas (autor igualmente de la talla de San Juan que forma parte del misterio) en 1962. No es que fuera jamás titular de ninguna cofradía en Sevilla, pero quién sabe si quizá hubiera podido serlo (algo parecido tendremos de comentar sobre la Virgen de Dulce Nombre cuando lleguemos a la Hermandad de la Buena Muerte).
Tras la fundación de la Hermandad de la Estrella a finales de los años 40 del pasado siglo, sus cofrades se centraron en adquirir una talla de Cristo entrando en Jerusalén (labor que realizaría en 1950 Tomás Chaveli); pero pasados unos años se pensó en completar devocionalmente la hermandad con una imagen mariana. La búsqueda llevó a los hermanos de la Borriquita jerezana hasta Sevilla, al taller de Sebastián Santos. Allí se maravillaron ante una dolorosa que Santos había realizado, como muchas otras de su creación, inspirándose en el rostro de una de sus hijas que había ingresado en un convento.

Azulejo fotográfico de la Estrella en la calle Cruces

No era ni mucho menos intención del imaginero onubense desprenderse de tan bellísima imagen, pero la insistencia de los cofrades consiguió finalmente que fuera trasladada a Jerez, donde el 27 de mayo de 1962, en la Plaza del Mamelón, fue bendecida por el obispo auxiliar José María Cirarda Lachiondo.
Pero, ¿qué habría pasado si Sebastián Santos no hubiese cedido a las pretensiones de los hermanos de la Borriquita? Hay que tener en cuenta que, si bien el imaginero talló esta Virgen para conservarla en su casa, su esposa la vio tan valiosa que consideró que merecía ser titular de alguna cofradía, pero de Sevilla, para que no se fuera muy lejos. Sólo cuatro años después de su adquisición por la Hermandad de la Borriquita de Jerez, la Hermandad de Pasión encargó a Santos una nueva Virgen de la Merced para sustituir a la talla anónima del XIX que hasta entonces era titular de la hermandad del Jueves Santo sevillano y que hoy recibe culto en el convento de las Mercedarias. Quién sabe si la Virgen de la Estrella podría ser hoy la Virgen de la Merced de Pasión si los fundadores de la Borriquita jerezana no se hubieran quedado prendados de ella en su visita al taller del mejor creador de dolorosas del siglo XX...
Y para concluir este capítulo dedicado a la hermandad que abre la Semana Santa de Jerez, hay que hacer mención a su enorme relación con la que cierra la Semana Santa de Sevilla. Ambas, la Borriquita jerezana y la Resurrección sevillana, son hermandades nacidas en y por un colegio de la orden de San Juan Bautista de La Salle (la advocación de la Estrella jerezana viene de la estrella que aparece en el escudo de la orden de La Salle y de la Fraternidad Signum Fidei).
Por este motivo, en alguna ocasión una representación de la Hermandad de la Estrella de Jerez ha formado parte del cortejo de la Resurrección en su estación de penitencia a la Catedral sevillana. Así puede verse en la siguiente fotografía, tomada el Domingo de Resurrección de 2009, con los nazarenos de capirote azul de la Borriquita nada más salir por la Puerta de los Palos entre los blancos nazarenos de Santa Marina y ante la representación de los Javieres.

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