jueves, 22 de febrero de 2024

BESAMANOS EN SAN MIGUEL A MARÍA SANTÍSIMA DE LA ENCARNACIÓN DE JEREZ


El primer domingo de Cuaresma la Hermandad del Santo Crucifijo de Jerez celebró el besamanos a su dolorosa, María Santísima de la Encarnación, que fue situada por este motivo en la cabecera de la nave del Evangelio de la Parroquia de San Miguel, ante el retablo del Santo Crucifijo de la Salud. El crucificado, sin embargo, estaba en el altar mayor, por lo que era una cruz vacía lo que la Virgen tenía a su espalda.
La dolorosa, una de las primeras en la trayectoria del imaginero Antonio Castillo Lastrucci, estaba elevada sobre una peana de plata que contaba encima con una media luna. Vestía su manto de salida, de terciopelo rojo bordado en oro por Juan Manuel Rodríguez Ojeda, así como una saya blanca de tisú. En la cabeza tenía la corona procesional y en el pecherín un puñal y un pequeño broche. Por otro lado, la Virgen de la Encarnación llevaba un fajín hebraico y sujetaba un pañuelo y un rosario con la mano izquierda, y otros dos rosarios con la derecha, que es la que ofrecía a los devotos.
Flanqueaban a la Virgen de la hermandad que abre la Noche de Jesús seis blandones de plata con cirios blancos, tres a cada lado, y dos centros florales de azucenas colocados sobre sendos pies de base cuadrada y damasco rojo. Ocho azucenas más estaban situadas sobre la peana, junto a la media luna.
Detrás, junto a las escaleras de subida y bajada del retablo del crucificado de José de Arce, estaban los dos faroles de entrevarales del paso de palio; y delante de dicho retablo seis candeleros y más azucenas. Finalmente, junto a la cruz ya mencionada se dispusieron los cuatro faroles que escoltan a la cruz de guía durante la estación de penitencia.
























No hay comentarios:

Publicar un comentario