viernes, 4 de octubre de 2024

EL MAYOR DOLOR DE JEREZ NOS LLEVA A OTRO TIEMPO EN UN HISTÓRICO TRASLADO


Queda más de una semana para la Magna Mariana de Jerez, el mayor acontecimiento cofradiero del año, y sin embargo ya está provocando estampas que quedarán para la historia. La Hermandad del Mayor Dolor nos ha regalado estos días una de ellas, haciéndonos viajar a siglos anteriores para hacernos una idea bastante fiel a la realidad de cómo era la Semana Santa jerezana en un tiempo ya más que pasado.
Esta noche la Virgen del Mayor Dolor será trasladada a la Real Capilla del Calvario, sede la Hermandad de la Piedad, dado el hermanamiento existente entre las dos corporaciones. Desde allí saldrán ambos pasos de palio para participar en la Magna del 12 de octubre. Esto, que ya será histórico de por sí, se completa con el modo en que la impresionante dolorosa del Jueves Santo será llevada desde la Parroquia de San Dionisio hasta el Calvario.
Como podemos ver en las fotografías de este reportaje, la Virgen del Mayor Dolor se nos presenta para este traslado entronizada bajo el que fue su antiguo palio, de dimensiones mucho más pequeñas que las actuales, como tenían tiempo atrás en general los pasos jerezanos, que además eran todos llevados a hombros.
La hermandad ha conservado en el tiempo con muy buen criterio esas antiguas caídas, que son de tisú y están bordadas en oro en su cara exterior y en sedas de colores en la interior. Además, se ha reproducido mediante digitalización fotográfica hecha por Javier Romero el techo de palio (el original se conserva enmarcado), que fue pintado en 1898 por Germán Álvarez Algeciras, tío del genial compositor Germán Álvarez Beigbeder, quien, entre sus numerosas marchas procesionales, dedicó una a la Virgen del Mayor Dolor.
El palio está sujeto por sólo ocho varales, que han sido cedidos para la ocasión, como las andas, por la Hermandad de las Viñas. Y para completar este viaje en el tiempo, hay que subrayar el modo en que está vestida la dolorosa, así como la colocación de las flores, en forma cónica, así como la presencia de una pequeña corona prendida de uno de los varales, añeja costumbre que hoy sólo mantiene la Hermandad del Nazareno en el palio de Nuestra Madre y Señora del Traspaso.
Para los muros de San Dionisio, que hasta esta noche acogen en su interior esta recreación histórica, esta estampa no es algo novedoso, pero sí para todos los cofrades vivos en la actualidad, que tienen la ocasión de viajar muy atrás en nuestro pasado cofradiero gracias a este traslado extraordinario, que es un impresionante aperitivo de lo que está por venir.













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